Real Decreto 1150/2021, de 28 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2021

ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL 2021

El Consejo de Seguridad Nacional ha sido el 髍gano responsable de la elaboraci髇 de la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, en cuyo proceso han participado los departamentos ministeriales y el Centro Nacional de Inteligencia.

Tambi閚 han participado las Comunidades y Ciudades Aut髇omas a trav閟 de la Conferencia Sectorial para Asuntos de Seguridad Nacional.

La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 incluye asimismo las aportaciones de expertos independientes, personas de reconocido prestigio, conocimientos y experiencia en el campo de la seguridad.

La coordinaci髇 del proceso ha sido llevada a cabo por el Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno en su condici髇 de Secretar韆 T閏nica y 觬gano de Trabajo Permanente del Consejo de Seguridad Nacional.

RESUMEN EJECUTIVO

La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 se estructura en cinco cap韙ulos.

El primer cap韙ulo, titulado 玈eguridad Global y Vectores de Transformaci髇�, analiza el contexto internacional de seguridad. La Estrategia identifica la pandemia de la COVID-19 como un factor que ha producido una aceleraci髇 de las principales din醡icas globales que afectan a la seguridad. Sin poder afirmar categ髍icamente que se trata de un cambio de era, s� que se percibe el momento actual como etapa de transici髇. La caracter韘tica predominante es la incertidumbre sobre un futuro donde la transformaci髇 digital y la transici髇 ecol骻ica se configuran como las principales palancas de cambio en un escenario de mayor competici髇 geopol韙ica.

El segundo cap韙ulo, 玌na Espa馻 Segura y Resiliente�, traza un perfil de Espa馻 y su seguridad. Desde su identificaci髇 como pa韘 de condici髇 europea, mediterr醤ea y atl醤tica, se realiza un recorrido geogr醘ico, donde Europa, Magreb y Oriente Pr髕imo, 羏rica Subsahariana, Am閞ica del Norte, Am閞ica Latina y el Caribe, y Asia-Pac韋ico se analizan desde el prisma de la Seguridad Nacional.

El tercer cap韙ulo recoge los riesgos y las amenazas a la Seguridad Nacional, cuyas principales caracter韘ticas son su interrelaci髇 y dinamismo. De esta forma, el seguimiento de las conexiones entre riesgos resulta tan importante como su an醠isis de forma independiente. La principal actualizaci髇 en el mapa de riesgos es la inclusi髇 de las campa馻s de desinformaci髇. Adem醩, la tecnolog韆 y las estrategias h韇ridas son elementos transversales al conjunto de riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional.

El cuarto cap韙ulo, titulado 玌n Planeamiento Estrat間ico Integrado�, establece tres objetivos, que marcan las prioridades de la Seguridad Nacional para este ciclo estrat間ico. El primer objetivo es avanzar en materia de gesti髇 de crisis; el segundo objetivo es favorecer la dimensi髇 de la seguridad de las capacidades tecnol骻icas y los sectores estrat間icos; y el tercer objetivo es desarrollar la capacidad preventiva, de detecci髇 y respuesta frente a las estrategias h韇ridas.

A continuaci髇, la Estrategia traza tres ejes –proteger, promover y participar– sobre los que se estructuran las l韓eas de acci髇. Este planteamiento otorga especial relevancia al avance en la integraci髇 del Sistema de Seguridad Nacional y a la acci髇 frente a situaciones de crisis. A los efectos de articular una pol韙ica preventiva, se identifica como 醨ea clave el establecimiento de un sistema de alerta temprana, sobre una base tecnol骻ica, que proporcione indicadores para todos los 醡bitos de la Seguridad Nacional.

La Estrategia de Seguridad Nacional 2021 plantea iniciativas necesarias, como por ejemplo, la creaci髇 de una reserva estrat間ica basada en capacidades nacionales de producci髇 industrial o el desarrollo de un plan integral de seguridad para Ceuta y Melilla.

En el plano internacional, Espa馻 apuesta por una mayor autonom韆 estrat間ica europea, donde al impulso de la Pol韙ica Com鷑 de Seguridad y Defensa y del espacio de libertad, seguridad y justicia se unen la mejora de la seguridad sanitaria, el avance en la uni髇 energ閠ica o el mayor protagonismo de la Uni髇 Europea en la gesti髇 de crisis transfronterizas. Adem醩, en materia de seguridad colectiva, la revisi髇 estrat間ica de la OTAN supondr� un hito importante, que incluir� la colaboraci髇 con la Uni髇 Europea como una de sus l韓eas de acci髇.

Finalmente, el quinto cap韙ulo est� dedicado a la gesti髇 de crisis en el marco del Sistema de Seguridad Nacional, con un enfoque que parte de una visi髇 del principio de resiliencia que incluye la progresi髇 desde una situaci髇 de normalidad hasta la recuperaci髇 despu閟 de una situaci髇 de crisis. El avance en la integraci髇 del Sistema se materializa en actuaciones concretas. La primera de ellas es la elaboraci髇 de un cat醠ogo de recursos de la Seguridad Nacional. La segunda es la preparaci髇 de planes de respuesta para determinados escenarios. La tercera es el desarrollo de un sistema de alerta temprana y an醠isis con indicadores que faciliten la toma de decisiones basada en datos objetivos concretos. La cuarta medida hace referencia a la integraci髇 de la informaci髇 de la Seguridad Nacional a trav閟 de soluciones tecnol骻icas. La mejora de las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno es la quinta medida, que contribuir� a la eficiencia del Sistema de Seguridad Nacional, al permitir una mayor coordinaci髇 entre administraciones en materia de gesti髇 de crisis. La sexta y 鷏tima medida contempla la integraci髇 de las Comunidades y Ciudades Aut髇omas en el Sistema de Seguridad Nacional.

INTRODUCCI覰

En condiciones normales, la revisi髇 de la Estrategia de Seguridad Nacional 2017 hubiese llevado a cabo pasados cinco a駉s. Sin embargo, el impacto de la pandemia de la COVID-19 y el incremento en el empleo de estrategias h韇ridas han aconsejado una revisi髇 estrat間ica que permita enfrentar los riesgos y las amenazas en un renovado contexto de globalizaci髇, condicionado por una mayor incertidumbre y un cambio acelerado.

La pandemia ha sido el evento con mayor impacto global desde la Segunda Guerra Mundial, con grave afectaci髇 a la salud, la econom韆 y la seguridad. Aun cuando se hayan superado todos sus efectos, perdurar� la interdependencia del mundo actual, que contribuye a generar vulnerabilidades y a menudo act鷄 como factor multiplicador de las amenazas a medio y a largo plazo. Las pandemias, el cambio clim醫ico, los ciberataques o las crisis financieras son todos riesgos y amenazas complejas, a menudo interconectadas, que pueden desencadenar crisis en cascada.

En particular, los efectos del cambio clim醫ico pueden agudizar crisis econ髆icas, pol韙icas y geopol韙icas derivadas de la escasez alimentaria e h韉rica en muchas partes del mundo. Como consecuencia, podr韆n agravarse las situaciones de migraciones masivas, inestabilidad regional e incluso producirse nuevos conflictos armados. Asimismo, el calentamiento global tendr� repercusiones directas en Espa馻, pues provocar� fen髆enos meteorol骻icos adversos m醩 extremos y frecuentes, sequ韆s, olas de calor, inundaciones, escasez de agua y perjuicios para la biodiversidad.

Por otra parte, como muestra la realidad de los 鷏timos a駉s, el uso de estrategias h韇ridas por parte de actores estatales y no estatales como herramienta para presionar a los gobiernos democr醫icos es cada vez m醩 frecuente.

A la hora de responder a las amenazas globales se plantea un dilema entre el repliegue estrat間ico de los Estados como forma de protecci髇 y la necesaria colaboraci髇 e intercambio de informaci髇 entre pa韘es y organizaciones para buscar soluciones conjuntas. Este dilema paradigm醫ico dificulta la articulaci髇 de respuestas en el marco de las organizaciones internacionales.

Por eso, ante futuras amenazas y crisis globales, ser� importante invertir esfuerzos en reforzar un sistema multilateral universal y regional que sea capaz de responder de forma coordinada y efectiva. En este sentido, y a la luz de la experiencia en Afganist醤, la Uni髇 Europea debe efectuar acciones conjuntas militares que contribuyan a reforzar el v韓culo trasatl醤tico y que favorezcan la gesti髇 de crisis transfronterizas y su autonom韆 estrat間ica. En particular, la Uni髇 Europea debe asumir un mayor papel a la hora de gestionar desaf韔s, como las pandemias, el terrorismo internacional, los ciberataques o las campa馻s de desinformaci髇, que requieren respuestas colectivas y la integraci髇 de capacidades.

La magnitud de los riesgos y las amenazas actuales requiere la correcta adecuaci髇 de los recursos, medios, sistemas y organizaciones disponibles para hacerles frente. La pandemia ha puesto de relieve la importancia de los sistemas de alerta temprana, de la fusi髇 y el an醠isis de la informaci髇 y de los planes de respuesta para la gesti髇 de crisis, medidas todas ellas que facilitan y agilizan la toma de decisiones. Para ello, es necesario disponer de un Sistema de Seguridad Nacional digitalizado, capaz de proporcionar datos para la toma de decisiones en tiempo oportuno.

La prevenci髇 y la adaptaci髇 ser醤 las claves para lograr un Sistema de Seguridad Nacional eficiente. Esto requiere:

M醩 anticipaci髇: La Estrategia de Seguridad Nacional debe orientar la implantaci髇 de un sistema de alerta temprana y la preparaci髇 de planes de gesti髇 de crisis. Todo ello con la participaci髇 de las Comunidades Aut髇omas, ya que numerosos recursos y capacidades de detecci髇 y gesti髇 est醤 entre sus competencias transferidas.

M醩 integraci髇: La visi髇 integral de la Seguridad Nacional requiere la necesaria coordinaci髇 del conjunto de las Administraciones P鷅licas y recursos del Estado, la colaboraci髇 p鷅lico-privada y la implicaci髇 de la ciudadan韆.

M醩 resiliencia: Para reducir la vulnerabilidad es tan necesario mitigar riesgos como robustecer la resiliencia, es decir, la capacidad de resistencia, transformaci髇 y recuperaci髇 ante una situaci髇 adversa.

Adem醩, para gestionar futuras crisis y poder contar con los recursos cr韙icos necesarios, es importante asegurar que las cadenas de suministro de estos recursos no dependan excesivamente del exterior. Asimismo, esto contribuir� a contener la expansi髇 de las crisis, al fortalecer la resiliencia de la sociedad y de la econom韆.

CAP蚑ULO 1
Seguridad global y vectores de transformaci髇

El primer cap韙ulo de la Estrategia de Seguridad Nacional describe el contexto internacional de seguridad y traza las principales din醡icas de transformaci髇.

El orden global y el paradigma socio-econ髆ico liberal se encuentran en un periodo de cambio, sin que a鷑 se haya definido claramente el nuevo panorama del sistema internacional. Los principales vectores de transformaci髇 son: el contexto geopol韙ico, el entorno socio-econ髆ico, la transformaci髇 digital y la transici髇 ecol骻ica.

Contexto geopol韙ico

El escenario geopol韙ico global se encuentra en un punto de inflexi髇. Por un lado, la arquitectura del sistema internacional se ve sujeta a una mayor presi髇 y se recrudecen las controversias entre Estados. Por otro, se reivindica la necesidad de un multilateralismo eficaz para hacer frente a crisis de car醕ter global.

Se observa tensi髇 entre las pol韙icas de corte proteccionista o unilateral y los esfuerzos, sobre todo de la Uni髇 Europea, para fortalecer el multilateralismo.

En los 鷏timos a駉s, las din醡icas de confrontaci髇 y competencia han prevalecido sobre las de negociaci髇 y acuerdo, lo que se ha traducido en un deterioro generalizado de las relaciones internacionales en todas sus facetas: comercial, tecnol骻ica, diplom醫ica o militar. Adem醩, el declive democr醫ico experimentado durante los 鷏timos a駉s contribuye a una mayor inestabilidad y dificulta la adopci髇 de soluciones conjuntas.

En consecuencia, en muchas ocasiones, la gobernanza internacional en aspectos de seguridad, cambio clim醫ico o bienes p鷅licos globales se ha visto suplantada por una cooperaci髇 ad hoc, marcada por alianzas de geometr韆 variable. Esta tendencia se ha visto favorecida por los cambios en la distribuci髇 de poder y est� contribuyendo a un multilateralismo de nuevo cu駉, h韇rido y con m醩 actores emergentes y no estatales.

A su vez, ha aumentado el uso de las estrategias h韇ridas que, mediante acciones coordinadas y multidimensionales, tratan de explotar las vulnerabilidades de los Estados y sus instituciones con un objetivo de desestabilizaci髇 o coerci髇 pol韙ica, social o econ髆ica. Estas estrategias se caracterizan por la dificultad de atribuir su autor韆 y por emplear medios que pueden incluir, adem醩 de acciones convencionales, otras como campa馻s de desinformaci髇, ciberataques, espionaje, subversi髇 social, sabotaje, coacci髇 econ髆ica o el uso asim閠rico de medios militares.

De forma destacada, la contestaci髇 del multilateralismo se enmarca en la creciente rivalidad geopol韙ica, comercial y tecnol骻ica entre Estados Unidos y China. El esfuerzo de Estados Unidos por consolidar alianzas y retomar cierto liderazgo en la gobernanza global forma parte de este pulso entre ambas potencias.

La expansi髇 econ髆ica de China, junto con un mayor proteccionismo de Estados Unidos, han provocado una creciente tensi髇 en sus relaciones comerciales. Esta situaci髇 se ha materializado en una escalada de medidas arancelarias y restricciones a la exportaci髇 y la inversi髇 adoptadas por ambas potencias.

La disputa es particularmente intensa en el 醡bito tecnol骻ico, donde se est� produciendo una carrera por la supremac韆 mundial, que incluye el control de exportaciones de tecnolog韆s cr韙icas y de doble uso. China, que ha logrado un gran desarrollo en la tecnolog韆 5G y la Inteligencia Artificial busca alcanzar una posici髇 de preeminencia que le permita definir los est醤dares y protocolos t閏nicos e industriales, as� como ostentar el liderazgo en inversiones extranjeras directas en los operadores de redes y servicios.

Esta competici髇 podr韆 dar lugar a una brecha digital y productiva que desemboque en el desarrollo paralelo, pero diferenciado, de dos bloques tecnol骻icos. De esta forma, podr韆 producirse un escenario de desacoplamiento en el que las cadenas de suministro de sectores estrat間icos ser韆n repatriadas o sometidas a un mayor control.

Adicionalmente, China ha redoblado sus esfuerzos por aumentar su peso en las organizaciones internacionales, con el objetivo de alcanzar una posici髇 que le permita influir en las reformas de la gobernanza global. En t閞minos globales, su capacidad de influencia relativa a la de Estados Unidos ha aumentado significativamente en las 鷏timas tres d閏adas y ha logrado suplantar la influencia de pa韘es occidentales en muchas regiones, particularmente de 羏rica y del Sudeste Asi醫ico.

En este panorama de tensi髇, Rusia se ha esforzado en los 鷏timos a駉s por lograr una posici髇 de mayor liderazgo en la escena internacional, apostando por la multipolaridad, el reconocimiento a su 玸ingularidad� y el reparto de 醨eas de influencia. La pol韙ica expansionista de Rusia se ha visto reflejada en sus intervenciones en Siria y Libia y en su acercamiento a potencias con aspiraciones regionales como Turqu韆, India o Ir醤.

Al mismo tiempo, el orden nuclear heredado de la guerra fr韆 se ha visto erosionado con el desmantelamiento de varios de los acuerdos de control de armas que limitaban la carrera armament韘tica entre Estados Unidos y Rusia, como el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF). Sin embargo, Estados Unidos ha firmado un acuerdo con Rusia que renueva el Tratado de Reducci髇 de Armas Estrat間icas, conocido como New START. Adem醩, ha indicado su inter閟 en un retorno al Plan de Acci髇 Integral Conjunto (PAIC) sobre el programa nuclear iran�, del que se retir� en 2018.

Potencias regionales, como Ir醤 o Turqu韆, tambi閚 han reforzado su influencia geopol韙ica en un contexto de fragmentaci髇 global y conflictos regionales, sobre todo en Oriente Medio y el Mediterr醤eo. Es posible que los conflictos en Palestina, Israel, Libia, Irak, Siria o Yemen contin鷈n siendo escenarios de enfrentamiento entre diferentes actores estatales y no estatales, tanto nacionales como extranjeros.

La retirada de Estados Unidos y de la OTAN de Afganist醤 tras 20 a駉s de presencia continua abre otro frente de competici髇 geoestrat間ica, adem醩 de significar un posible uso del territorio afgano como refugio y base de acciones terroristas por parte de grupos yihadistas.

Por otro lado, la inestabilidad generada en el Mediterr醤eo oriental por las prospecciones gas韘ticas en el mar territorial en disputa entre Turqu韆, Chipre y Grecia muestra una tendencia a la unilateralidad en los litigios mar韙imos, dificulta una postura com鷑 de la Uni髇 Europea y aumenta la dificultad de consenso dentro de la OTAN.

羏rica subsahariana se est� convirtiendo en escenario de rivalidades entre distintas potencias extrarregionales. En el Sahel, la desestabilizaci髇 causada por el terrorismo yihadista se solapa con conflictos intercomunitarios en Estados que carecen de fortaleza institucional para hacer frente con 閤ito a este desaf韔 m鷏tiple. Todas estas din醡icas, unidas a la pobreza y desigualdad, agudizan la inseguridad imperante en varios pa韘es de la regi髇.

Por su parte, la Uni髇 Europea contin鷄 su apuesta por una s髄ida relaci髇 transatl醤tica, al tiempo que define su postura hacia China entre la competici髇 y la cooperaci髇, en un ambiente de creciente inestabilidad en su vecindario oriental.

En este contexto multipolar y competitivo, se incrementa la necesidad de reforzar la autonom韆 estrat間ica de la Uni髇 Europea, tanto en t閞minos de pol韙ica comercial e industrial comunitaria como en el desarrollo pleno de su Pol韙ica Exterior y de Seguridad Com鷑. Para ello, tendr� que lograr un equilibrio acorde con los compromisos de Derecho Internacional sobre la protecci髇 y garant韆 de los derechos humanos y con su papel como defensora de la democracia, el libre comercio y el multilateralismo.

Escenario socio-econ髆ico

La pandemia de la COVID-19 desencaden� la peor crisis econ髆ica mundial desde la Segunda Guerra Mundial, con una ca韉a sin precedentes del Producto Interior Bruto (PIB) y de la actividad laboral mundial. La magnitud de sus efectos ha sido muy desigual, en funci髇 del tejido productivo de cada pa韘, de los recursos econ髆icos y de sus niveles de endeudamiento.

La repercusi髇 de la crisis sobre la econom韆 global en t閞minos de PIB ha sido mayor que la de 2008, aunque ha estado seguida de un pronunciado repunte alcista. En un contexto de reducido crecimiento de la productividad en Europa y Estados Unidos, el impacto sobre las econom韆s ha sido notable y podr韆 acelerar el cambio en el equilibrio de poder de oeste a este. China es la 鷑ica econom韆 del G20 que no sufri� una recesi髇 en 2020.

Si bien se espera que las consecuencias econ髆icas negativas sean transitorias y que est閚 seguidas de tasas de crecimiento relativamente elevadas, se prev� un periodo de endeudamiento alto, fruto de las medidas extraordinarias de apoyo a ciudadanos y empresas adoptadas por la Uni髇 Europea para hacer frente a la crisis.

En este sentido, la Uni髇 Europea ha puesto en marcha un ambicioso Fondo de Recuperaci髇 y Resiliencia como respuesta com鷑 al proceso de transformaci髇 econ髆ica. El mecanismo Next Generation EU cuenta con 750.000 millones de euros financiados mediante la emisi髇 de deuda comunitaria, que se suman a los 1.074 billones de euros del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 para promover la recuperaci髇 econ髆ica y social y para favorecer un entorno de estabilidad y seguridad.

La crisis tambi閚 ha puesto de relieve la dependencia del abastecimiento exterior de suministros estrat間icos hay que a馻dir la puesta en marcha, por parte de los Estados, de pol韙icas industriales estrat間icas para hacer frente a la elevada competici髇 global en determinados sectores tecnol骻icos e industriales.

La pugna econ髆ica y comercial entre las grandes potencias incluye el uso de los aranceles como instrumento de geopol韙ica, con su consiguiente impacto sobre las econom韆s de la Uni髇 Europea.

La s鷅ita ralentizaci髇 de la econom韆, el aumento de la desigualdad, la brecha digital, la destrucci髇 de tejido productivo y el cierre de peque馻s y medianas empresas han derivado en un incremento de la pobreza y del nivel de frustraci髇, marginalidad y exclusi髇 social. Las clases medias, tras una d閏ada de crecimiento, se est醤 contrayendo, mientras se expande la franja de poblaci髇 con ingresos bajos o muy altos. Este vaciamiento de las clases medias podr韆 tener importantes consecuencias como el impacto negativo en el consumo global y el potencial incremento de populismos y autoritarismos identitarios, que podr韆n verse agravadas por los efectos de la automatizaci髇 de los empleos. En este sentido, es preciso abordar un nuevo contrato social, para paliar la desigualdad y mitigar el proceso de precarizaci髇 de las clases medias.

En algunos pa韘es, la crisis econ髆ica ha estado acompa馻da de una crisis social y pol韙ica, alentada por campa馻s de desinformaci髇 y desestabilizaci髇 que pretenden erosionar las instituciones, influir en los procesos democr醫icos y alentar la polarizaci髇.

Ante este escenario, la transformaci髇 digital y la transici髇 ecol骻ica cobran especial trascendencia como palancas de cambio de la estructura productiva de las econom韆s mundiales y, en consecuencia, del mapa geopol韙ico. La digitalizaci髇 y la econom韆 verde habr醤 de avanzar de manera acompasada, de manera que la tecnolog韆 contribuya a alcanzar objetivos ecol骻icos y las tecnolog韆s digitales minimicen su consumo energ閠ico y sus emisiones.

Transformaci髇 digital

El incremento de infraestructuras y servicios digitales, potenciado por tecnolog韆s disruptivas y emergentes como la computaci髇 en la nube, la computaci髇 cu醤tica, la Inteligencia Artificial la virtualizaci髇 de redes o el Internet de las Cosas, implica una transformaci髇 digital imparable que ofrece innumerables oportunidades de futuro, pero tambi閚 presenta serios desaf韔s para la Seguridad Nacional.

En este contexto, la pandemia de la COVID-19 supuso una aceleraci髇 del proceso de digitalizaci髇, que ha situado a la interacci髇 digital en el centro de las actividades p鷅licas, privadas y profesionales y ha consolidado la hiperconectividad como rasgo definitorio redes y los sistemas de informaci髇 y comunicaciones.

La digitalizaci髇 de todo tipo de actividades ha ampliado la superficie de exposici髇 a posibles ciberataques de organizaciones, tanto p鷅licas como privadas, y ha dificultado la adecuada protecci髇 de la informaci髇. La magnitud y frecuencia de los ciberincidentes y del uso il韈ito del ciberespacio han aumentado en los 鷏timos a駉s y han convertido la ciberseguridad en una prioridad de organizaciones y gobiernos.

Esta transformaci髇 digital no es un fen髆eno solo tecnol骻ico, sino que tiene impacto en las relaciones sociales y la configuraci髇 geopol韙ica. Los cambios tecnol骻icos generan cambios de poder, tanto dentro de los Estados como entre ellos. Con la consolidaci髇 del ciberespacio como dominio estrat間ico, se acentuar� la brecha tecnol骻ica tanto entre individuos y sociedades como entre pa韘es.

La estabilidad econ髆ica y las pol韙icas monetarias tambi閚 se ven afectadas por la irrupci髇 de tecnolog韆s potencialmente disruptivas. En particular, la configuraci髇 actual del sistema financiero global puede verse desafiada por la implantaci髇 de divisas digitales.

En este 醡bito, los riesgos se ven amplificados por la prevalencia de criterios comerciales frente a los de seguridad en el dise駉 de productos de hardware y software, as� como de sistemas y servicios, tales como el 5G. Este hecho dificultad los procesos de certificaci髇 y puede comprometer la cadena de suministro, especialmente en la provisi髇 de servicios esenciales y/o cr韙icos.

Otros riesgos, pero tambi閚 m鷏tiples oportunidades, derivan de los avances tecnol骻icos en campos como la biotecnolog韆, que han facilitado el r醦ido desarrollo de vacunas eficaces contra la COVID-19, pero plantean interrogantes 閠icos ante actividades como determinados empleos de la ingenier韆 gen閠ica.

Por otro lado, la vulnerabilidad ante posibles injerencias de terceros es extensible al dominio de infraestructuras digitales, como los centros de procesamiento de datos o los cables submarinos, y a los activos que sustentan la propiedad intelectual e industrial del sector empresarial. Tambi閚 habr� que considerar el mapa mundial de conectividad y la aparici髇 de nuevos operadores satelitales, especialmente aquellos vinculados a las grandes empresas tecnol骻icas.

Con el dato convertido ya en un recurso estrat間ico de primer orden, se ha intensificado el debate sobre la 閠ica y la defensa de derechos digitales, condicionado especialmente por la concentraci髇 de la informaci髇 en las grandes compa耥as tecnol骻icas y por su uso abusivo por parte de algunos actores pol韙icos. En este debate, el derecho a la privacidad de los usuarios de servicios digitales ocupa un lugar central y ha dado lugar a pronunciamientos judiciales que podr韆n condicionar el desarrollo tecnol骻ico.

El acceso seguro a los servicios p鷅licos y privados, en particular a los servicios esenciales en l韓ea, supone que la ciudadan韆 pueda proteger su identidad y controlar los datos que comparte y c髆o se utilizan, de manera que se garantice la privacidad y la protecci髇 de datos personales. Disponer de una identidad digital segura es una pieza clave para la ciberseguridad.

La gobernanza democr醫ica sobre el futuro digital es de m醲ima importancia para resolver las inquietudes relativas a los derechos y libertades y a la competici髇 geopol韙ica.

Transici髇 ecol骻ica

La crisis clim醫ica ha dado paso a una mayor concienciaci髇 pol韙ica y social de la necesidad de luchar contra sus consecuencias a trav閟 de procesos de transici髇 ecol骻ica.

El cambio clim醫ico tiene un impacto negativo en la vida y el bienestar humano. Entre sus efectos se encuentran el incremento en el n鷐ero de fen髆enos meteorol骻icos extremos, la degradaci髇 de ecosistemas terrestres y marinos, la desertificaci髇, el aumento de la incidencia y frecuencia de olas de calor, las sequ韆s, la reducci髇 de las disponibilidades de agua, las intrusiones de polvo sahariano, los incendios forestales e inundaciones y la p閞dida de la biodiversidad. Estos efectos perniciosos podr韆n llevar a una mayor competencia por los recursos y al incremento de desplazamientos migratorios desde zonas m醩 expuestas a las consecuencias da駃nas del cambio clim醫ico.

Por otro lado, la degradaci髇 de la biodiversidad produce la p閞dida de sus servicios ecosist閙icos, esenciales para el bienestar e incluso la supervivencia del ser humano, y propicia la expansi髇 de especies ex髏icas invasoras, responsables de impactos relevantes en la econom韆 y potenciales vectores de nuevas enfermedades.

En este contexto, la adaptaci髇 al cambio clim醫ico es b醩ica para conseguir una resiliencia ambiental y ecol骻ica que preserve la vida y el bienestar de la sociedad y el medio.

En diciembre de 2019, la Uni髇 Europea present� el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para hacer que su econom韆 sea sostenible y neutral clim醫icamente en 2050. Para ello, se ha establecido el objetivo vinculante de conseguir, en 2030, una reducci髇 interna neta de emisiones del 55% respecto a los niveles de 1990. En este marco, es igualmente importante el impulso hacia una econom韆 circular con un modelo de producci髇 y consumo basado en reutilizar, renovar y reciclar materiales y productos. Este modelo ayudar� a reducir la presi髇 sobre el medio ambiente, a mejorar la seguridad de las cadenas de suministro mediante un empleo m醩 efectivo de los recursos existentes y a estimular el desarrollo empresarial en el campo de la I+D+i.

Un aspecto clave para lograr la neutralidad clim醫ica es el cambio del paradigma energ閠ico, que transita de la dependencia de los combustibles f髎iles a la de las tecnolog韆s renovables. Esto propiciar� una nueva geopol韙ica de transici髇 energ閠ica y un cambio en el equilibrio entre importadores y exportadores.

El desarrollo de energ韆s renovables tiene adem醩 un car醕ter estrat間ico, ya que permitir� el uso de fuentes aut骳tonas y una mayor diversificaci髇, lo que incrementa la seguridad y mejora la balanza exterior. Sin embargo, tambi閚 conlleva importantes desaf韔s tecnol骻icos relacionados con un sistema de generaci髇 el閏trica basado en fuentes de energ韆 variable, el desarrollo de nuevos sistemas de almacenamiento e infraestructuras inteligentes, as� como retos relacionados con la reducci髇 del impacto sobre el medio natural y humano.

La evoluci髇 hacia una econom韆 descarbonizada incrementar� la competencia por las materias primas, como las tierras raras, los materiales y procesos industriales relacionados con la digitalizaci髇 y las tecnolog韆s renovables, as� como una mayor dependencia de las regiones geogr醘icas abastecedoras de estas tecnolog韆s.

CAP蚑ULO 2
Una Espa馻 segura y resiliente

El segundo cap韙ulo de la Estrategia de Seguridad Nacional ofrece un recorrido de las distintas regiones geogr醘icas del mundo desde la perspectiva espa駉la de la seguridad.

Espa馻 es un Estado social y democr醫ico de Derecho, dotado de un marco constitucional de derechos y libertades que tiene al ciudadano como eje central, con unas instituciones s髄idas y plenamente democr醫icas. Una de sus principales fortalezas reside en su sociedad plural, abierta y solidaria.

La visi髇 de futuro de una Espa馻 segura y resiliente incluye la transformaci髇 tecnol骻ica y la transici髇 ecol骻ica como vectores que faciliten un crecimiento sostenible y justo, la competitividad del tejido industrial y empresarial y la creaci髇 de empleo de calidad.

La Seguridad Nacional debe contribuir a la cohesi髇 territorial y es necesario asegurar que todas sus estructuras sean m醩 resilientes frente a los riesgos y las amenazas.

Desde una perspectiva geogr醘ica, la configuraci髇 de Espa馻 es singular, con una dimensi髇 territorial peninsular, archipi閘agos, islas, pe駉nes y las Ciudades Aut髇omas de Ceuta y Melilla en el norte de 羏rica, adem醩 de una significativa extensi髇 mar韙ima.

Su posici髇 le confiere la condici髇 de pa韘 europeo, mediterr醤eo y atl醤tico que se proyecta al mundo como un contribuyente comprometido con la paz y la seguridad internacional. Espa馻 defiende el refuerzo del multilateralismo, la profundizaci髇 en la construcci髇 europea, las alianzas bilaterales estrat間icas y el compromiso solidario como principios establecidos en la Estrategia de Acci髇 Exterior. La cooperaci髇 con los vecinos fronterizos, Francia, Andorra, Portugal y Marruecos es especialmente relevante.

La Estrategia de Seguridad Nacional est� alineada con los objetivos de las organizaciones a las que Espa馻 pertenece, especialmente las Naciones Unidas, la Uni髇 Europea y la OTAN, con las que pretende proteger y garantizar los intereses compartidos con sus socios y aliados.

Europa

Espa馻 es un Estado miembro con peso dentro de la Uni髇 Europea, firme defensor del avance en la construcci髇 europea y proactivo en el desarrollo de pol韙icas comunes en 醨eas de especial relevancia como la energ韆, la inmigraci髇 y la seguridad.

Para Espa馻, una Uni髇 m醩 resiliente es una Europa m醩 fuerte en el mundo. La Uni髇 Europea debe seguir avanzando en el desarrollo de su Pol韙ica Exterior y de Seguridad Com鷑, en especial de su Pol韙ica Com鷑 de Seguridad y Defensa, frente a desaf韔s derivados del empleo de estrategias h韇ridas y de posturas adversas de actores como Rusia y China o de fen髆enos como el terrorismo, as� como en la coordinaci髇 y cooperaci髇 con la OTAN y las Naciones Unidas.

La protecci髇 de los espacios y rutas mar韙imas es clave para la seguridad europea. El margen atl醤tico es un 醨ea de inter閟 estrat間ico que conecta Europa con todo el continente americano y con 羏rica occidental. El progresivo deshielo del 羠tico abre nuevas rutas mar韙imas con implicaciones estrat間icas. Adem醩, Espa馻 comparte agenda en 醨eas como el golfo de Guinea, con otros pa韘es europeos atl醤ticos, como es el caso de Francia y Portugal, principalmente en relaci髇 con la seguridad mar韙ima y energ閠ica.

Al sur de Europa, el mar Mediterr醤eo es un nexo com鷑 y un puente estrat間ico con 羏rica y Oriente Medio, pero tambi閚 un escenario de tensi髇 y fricci髇 donde distintos pa韘es y actores pretenden imponer su criterio y sus intereses, en ocasiones de espaldas al Derecho Internacional y violando la soberan韆 de los Estados ribere駉s.

En este sentido, Espa馻 trabajar� para promover el di醠ogo en torno al Mediterr醤eo oriental, de acuerdo con la perspectiva de la Uni髇 Europea y en el entendimiento de que Turqu韆 es un actor regional clave, un aliado en la OTAN y un socio estrat間ico con intereses compartidos.

En el flanco oriental, la posici髇 cada vez m醩 asertiva de Rusia ha tensionado sus relaciones con la Uni髇 Europea, que adem醩 ha constatado el desaf韔 que suponen algunas de las acciones procedentes de ese pa韘, tanto militares como h韇ridas. Espa馻 seguir� apostando por mantener el di醠ogo con Rusia, a pesar de las dificultades, sobre la premisa del respeto al Derecho Internacional, la defensa de la soberan韆 y la integridad territorial de los Estados y el respeto a los derechos humanos en su acci髇 exterior.

La salida de Reino Unido de la Uni髇 Europea ha modificado el escenario europeo y presenta retos relacionados con la p閞dida de un gran activo en el 醡bito de la seguridad. Para Espa馻, esta salida no impedir� fortalecer los v韓culos entre dos pa韘es amigos y aliados. No obstante, y desde la base de una cooperaci髇 positiva, Espa馻 no renuncia a la oportunidad que se abre con este nuevo escenario para solventar el anacronismo que representa la situaci髇 de Gibraltar.

Magreb y Oriente Pr髕imo

La prioridad de Espa馻 en el Magreb es promover un espacio de seguridad, estabilidad pol韙ica y desarrollo y contribuir a enfrentar amenazas, como el terrorismo o el crimen organizado, desde un enfoque de colaboraci髇 con pa韘es que son socios y amigos preferentes de Espa馻.

La relaci髇 de Espa馻 con Marruecos y Argelia es de buena amistad, desde la premisa de la cooperaci髇 leal y el respeto a las fronteras mutuas. La colaboraci髇 con estos pa韘es en aspectos relacionados con la seguridad, como los tr醘icos ilegales o el terrorismo, complementa unas s髄idas relaciones basadas en el di醠ogo pol韙ico, las relaciones comerciales y los v韓culos energ閠icos.

El apoyo a la convulsa democracia en T鷑ez y la contribuci髇 a los esfuerzos liderados por las Naciones Unidas para solventar la crispada situaci髇 que atraviesa Libia son tambi閚 imprescindibles para lograr la paz y la estabilidad en el Mediterr醤eo.

La regi髇 de Oriente Pr髕imo es un foco de atenci髇 internacional por su persistente inestabilidad, pero tambi閚 por la proliferaci髇 de conflictos internos, la extensi髇 del terrorismo yihadista, las graves crisis humanitarias y la injerencia de determinados actores globales y regionales al margen de marcos multilaterales. La guerra en Siria y Yemen y la tensi髇 entre Ir醤 y las monarqu韆s del Golfo dibujan un panorama complejo. Por otro lado, el repliegue de Estados Unidos de determinados escenarios de Oriente Pr髕imo dejar� un vac韔 que ser� aprovechado por actores como Rusia y China. Enfrentar todos estos desaf韔s exige una firme y amplia cooperaci髇 internacional.

Espa馻 es un pa韘 comprometido con la seguridad de la regi髇, con militares desplegados tanto en el L韇ano, en el marco de las Naciones Unidas, como en operaciones de la OTAN, la Uni髇 Europea y la Coalici髇 Global contra el Daesh.

Espa馻 ha apoyado de manera activa, desde la conferencia de Paz de Madrid en 1991, una soluci髇 al conflicto palestino-israel� a trav閟 del Proceso de Paz en Oriente Pr髕imo. Los acuerdos entre Israel y Emiratos 羠abes Unidos, Bahr閕n y Marruecos en 2020 muestran la rapidez y profundidad de los cambios en la regi髇, as� como la necesidad de adaptar la posici髇 espa駉la para que siga siendo 鷗il en la b鷖queda de una soluci髇 justa con ambas partes.

羏rica Subsahariana

El nexo seguridad-desarrollo y un enfoque preventivo son los principios que gu韆n las pol韙icas para la contribuci髇 de Espa馻 a la estabilidad en tres 醨eas geogr醘icas de especial inter閟: el Sahel, el golfo de Guinea y el Cuerno de 羏rica, tal y como se recoge tanto en el III Plan 羏rica como en el programa Foco 羏rica 2023.

Espa馻 mantendr� el apoyo a las iniciativas de seguridad internacionales y regionales, as� como su compromiso con las misiones civiles y militares de la Uni髇 Europea en 羏rica.

En el Sahel, la permanente crisis de gobernabilidad y la ausencia del Estado en grandes espacios de soberan韆 se suman a emergencias humanitarias por desastres naturales o por los efectos adversos del cambio clim醫ico. Todo ello en un entorno de fragilidades estructurales que, unidas a la presi髇 sobre los limitados recursos para una poblaci髇 caracterizada por su elevado crecimiento demogr醘ico, han exacerbado amenazas latentes como son el terrorismo yihadista, los numerosos conflictos intercomunitarios o los tr醘icos il韈itos. Adem醩, los factores de inestabilidad del Sahel, y en particular la amenaza del extremismo violento, se extienden hacia los pa韘es costeros de 羏rica occidental y norte de 羏rica.

Los pa韘es del golfo de Guinea tienen una gran importancia estrat間ica para Europa y para la salvaguardia de los intereses espa駉les. En sus espacios mar韙imos proliferan actividades delictivas como los secuestros y el robo a mano armada en los buques pesqueros y petroleros, o la pirater韆 y la pesca ilegal en aguas internacionales. En el golfo de Guinea, Espa馻 contribuye activamente a una navegaci髇 segura en las rutas y espacios mar韙imos, con el objetivo de fortalecer la seguridad mar韙ima nacional y regional a fin de garantizar tambi閚 el suministro energ閠ico, la protecci髇 de la pesca y las inversiones espa駉las en la regi髇.

En el Cuerno de 羏rica, la aplicaci髇 de un enfoque integral que aborde las ra韈es de los conflictos que afectan a rutas y espacios mar韙imos de alta importancia internacional seguir� orientando la acci髇 de Espa馻. Adem醩, Espa馻 sigue con preocupaci髇 los acontecimientos en el norte de Mozambique, que representan un foco de inestabilidad para la regi髇 en su conjunto.

Am閞ica del Norte y el V韓culo Transatl醤tico

La alianza estrat間ica de Espa馻 con Estados Unidos est� basada en una relaci髇 de mutua confianza a con dimensiones pol韙icas, econ髆icas, culturales y militares. El Convenio de Cooperaci髇 para la Defensa, suscrito entre ambos pa韘es, constituye un valor a馻dido, sin olvidar tampoco la buena colaboraci髇, junto a otros socios y aliados, en el seno de la Coalici髇 Global contra el Daesh.

El escenario actual abre una ventana de oportunidad para la consolidaci髇 del v韓culo transatl醤tico y el refuerzo y reforma del multilateralismo y sus instituciones. Tambi閚 se ha de tener en consideraci髇 el giro estrat間ico de Estados Unidos hacia el Indo-Pac韋ico y su presencia m醩 reducida en Oriente Medio. Espa馻, miembro de la Uni髇 Europea y de la OTAN, apoyar� la cooperaci髇 entre las dos organizaciones como eje central de la seguridad colectiva frente a los grandes desaf韔s globales.

Am閞ica Latina y el Caribe

Am閞ica Latina ha experimentado un r醦ido desarrollo en la primera d閏ada del siglo XXI. Sin embargo, enfrenta a鷑 importantes desaf韔s, que se han agudizado por efecto de la pandemia de la COVID-19: inseguridad ciudadana, crisis medioambientales y desastres naturales, altos 韓dices de corrupci髇, tr醘icos il韈itos y crimen organizado.

Espa馻 fomentar� la uni髇 y la estabilidad en Am閞ica Latina a trav閟 de la acci髇 bilateral, los foros regionales y las Cumbres Iberoamericanas. Adem醩, redoblar� sus esfuerzos para servir de puente de entendimiento y colaboraci髇 con la Uni髇 Europea y fomentar la colaboraci髇 en la gesti髇 de crisis que afectan a todos.

Espa馻 seguir� colaborando con la erradicaci髇 de la producci髇 y el tr醘ico de drogas desde Am閞ica Latina, por la amenaza que supone para la regi髇 y por ser Espa馻 uno de los puntos de entrada a Europa de estos tr醘icos il韈itos.

Espa馻 tambi閚 se esforzar� en mantener su privilegiada relaci髇 con Am閞ica Latina sobre la base de una cooperaci髇 reforzada y una relaci髇 m醩 estrecha en el 醡bito de la Defensa, especialmente a trav閟 de la cooperaci髇 en operaciones de apoyo a la paz, en el nivel bilateral y regional.

Asia-Pac韋ico

El progresivo desplazamiento del centro de gravedad econ髆ico y estrat間ico mundial hacia el 醨ea de Asia-Pac韋ico hace que sea una zona de inter閟 para Espa馻.

La Uni髇 Europea ha se馻lado su compromiso con la estabilidad y prosperidad en la regi髇 del Indo-pac韋ico, un 醨ea geogr醘ica clave para la seguridad internacional que est� experimentando una creciente competici髇 geopol韙ica.

Los litigios mar韙imos en el mar del sur de China, las tensiones en torno a Taiw醤, el conflicto sobre Cachemira o las disputas fronterizas entre India y China introducen elementos de inestabilidad regional, que se suman a amenazas como el desarrollo de armas y vectores nucleares en la Rep鷅lica Popular Democr醫ica de Corea o la expansi髇 del terrorismo transnacional de car醕ter yihadista.

Pa韘es como India y China ocupan cada vez mayor espacio en los asuntos internacionales. Por otro lado, iniciativas regionales como el Acuerdo de Asociaci髇 Econ髆ica Integral Regional amplifican la influencia de la regi髇 en la econom韆 mundial.

El ascenso de China como potencia global se proyecta a trav閟 de su nueva ruta de la seda, su dominio tecnol骻ico y una creciente presencia inversora en Am閞ica Latina y 羏rica, as� como en pa韘es europeos. En su relaci髇 con Pek韓, la Uni髇 Europea combina elementos de rivalidad sist閙ica, 醨eas de competici髇 y retos globales comunes, como el cambio clim醫ico o la no proliferaci髇 de armas nucleares, que requieren cooperaci髇.

La situaci髇 en Afganist醤 tras la retirada de Estados Unidos podr韆 tener un impacto geopol韙ico significativo con la posible reconfiguraci髇 de las relaciones tanto a nivel global como regional. El potencial deterioro de la situaci髇 humanitaria y de derechos humanos presenta un desaf韔 adicional. Adem醩, para la seguridad de Europa ser� especialmente importante evitar que el pa韘 vuelva a convertirse en un santuario para terroristas y un foco de crimen organizado.

Espa馻 apoya las iniciativas de refuerzo de la cooperaci髇 en la regi髇 en 醨eas como la conectividad y la seguridad mar韙ima, as� como la acci髇 concertada frente a desaf韔s de dimensi髇 global, como el cambio clim醫ico y la salud, y el impulso de las relaciones comerciales. Adem醩, profundizar� las relaciones con aquellos pa韘es de la regi髇 con los que comparte valores e intereses.

CAP蚑ULO 3
Riesgos y amenazas

El tercer cap韙ulo de la Estrategia de Seguridad Nacional describe un mapa de los riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional con un enfoque que pone de relieve su dinamismo e interdependencia, en un entorno de seguridad donde las estrategias h韇ridas ganan protagonismo.

El panorama actual de seguridad es m醩 incierto que en a駉s anteriores. La crisis de la COVID-19 ha intensificado las tendencias globales de fondo y ha acelerado el ritmo de transformaci髇.

La superficie de confrontaci髇 geopol韙ica encuentra 醨eas de intersecci髇 con la tecnolog韆 y la econom韆, dibujando as� un mapa de riesgos m醩 complejos y muy interrelacionados. Adicionalmente, amenazas derivadas del uso de tecnolog韆s de nueva generaci髇, como la Inteligencia Artificial o el acceso al espacio ultraterrestre, a馻den complejidad y dificultan la protecci髇 de los derechos individuales ante un eventual uso malicioso.

En esta Estrategia, los factores que afectan a la Seguridad Nacional se plantean como elementos de un continuo que refleja una gradaci髇 progresiva en funci髇 de su grado de probabilidad e impacto. As�, los riesgos y las amenazas no son est醫icos, sino que se conciben de una manera din醡ica.

Adem醩, se presenta un mapa de riesgos con dos caracter韘ticas diferenciales con respecto a modelos anteriores. Por un lado, se subraya el papel primordial de la tecnolog韆 en la mayor韆 de las amenazas y la prominencia de las estrategias h韇ridas y, por otro, se acent鷄n las interconexiones entre los distintos riesgos y amenazas. De esta forma, la interrelaci髇 entre ellos puede producir efectos en cascada, como ha ocurrido con la crisis generada por la pandemia.

Con este planteamiento, es importante contar con las capacidades necesarias para responder a una amalgama de riesgos y amenazas, en lugar de prepararse solamente para una posible repetici髇 de una crisis similar a la ya experimentada.

Tensi髇 estrat間ica y regional

En el contexto de seguridad actual, caracterizado por un retroceso del multilateralismo, un aumento de la asertividad de ciertos actores y un incremento de la competici髇 estrat間ica entre Estados, el riesgo de que se produzcan tensiones con impacto directo sobre los intereses nacionales e incluso sobre la propia soberan韆, constituye una seria amenaza para la Seguridad Nacional, cuya m醲ima expresi髇 podr韆 llegar a adoptar la forma de conflicto armado.

Esta situaci髇 se ve agravada por la fragilidad y vac韔s institucionales en algunas regiones pr髕imas, cuyos conflictos internos pueden, igualmente, afectar a los intereses de Espa馻. Estos escenarios de inestabilidad, si no son contenidos a tiempo, pueden tensionar a鷑 m醩 las relaciones internacionales, elevando el riesgo de conflictos entre Estados a nivel regional.

En este clima de creciente tensi髇 internacional, donde determinados actores se rearman para fortalecer sus aspiraciones estrat間icas, Espa馻 requiere una capacidad de disuasi髇 cre韇le y efectiva y una capacidad de defensa aut髇oma, frente a diferentes formas de agresi髇: desde las estrategias h韇ridas hasta el conflicto convencional. Espa馻 debe, adem醩, seguir siendo un socio comprometido y fiable de la Uni髇 Europea, la OTAN, las Naciones Unidas y otros marcos multinacionales de seguridad y defensa.

En este contexto y debido a la naturaleza cambiante de los conflictos, los tradicionales dominios terrestre, naval y a閞eo, se ven ahora complementados por la aparici髇 de nuevos espacios de competici髇, como el ciberespacio y el espacio ultraterrestre, que obligan a incorporar nuevas formas de actuaci髇, as� como tecnolog韆s de 鷏tima generaci髇 para mantener una capacidad de enfrentamiento actualizada y moderna.

Terrorismo y radicalizaci髇 violenta

La polarizaci髇 y la crisis econ髆ica han contribuido a un incremento en la actividad de los extremismos violentos.

Los medios utilizados por los grupos terroristas son cada vez m醩 variados y los ataques f韘icos est醤 acompa馻dos de campa馻s propagand韘ticas que alimentan ideolog韆s radicales violentas.

En esta amenaza cobra especial relevancia el terrorismo yihadista, con su presencia tanto en distintos pa韘es europeos, como en el Sahel, Magreb y Oriente Medio, desde donde se proyecta la amenaza terrorista sobre Espa馻. Existe adem醩 el riesgo de ataque sobre individuos e intereses nacionales en estas regiones.

Dentro de las fronteras de Espa馻, la principal amenaza proviene de individuos que han nacido o crecido en pa韘es occidentales que, tras ser radicalizados, atacan en su propia 醨ea de residencia. Igualmente relevante es la amenaza derivada de los procesos de radicalizaci髇 en prisiones.

Adem醩, el posible retorno de personas desplazadas a zonas de conflicto para apoyar a los grupos terroristas constituye un riesgo significativo. Por ello, es necesario fortalecer la cooperaci髇 y colaboraci髇 en materia antiterrorista y judicial, no solo entre los Estados miembros de la Uni髇 Europea, sino tambi閚 con terceros pa韘es, bajo un enfoque multidisciplinar.

Epidemias y pandemias

La crisis desencadenada por la COVID-19, adem醩 de cobrarse la vida de millones de personas en el mundo, ha tenido importantes consecuencias sociales y econ髆icas, con un impacto desigual que ha agudizado las brechas existentes entre pa韘es, sociedades y ciudadanos.

Las dificultades experimentadas por los organismos internacionales para la toma de decisiones y las tensiones surgidas en relaci髇 con la producci髇 y distribuci髇 de material sanitario, f醨macos o vacunas dirigidos a combatir la enfermedad han contribuido a intensificar fricciones geopol韙icas existentes y, en determinados casos, a dificultar la cooperaci髇 internacional.

Un aspecto crucial que se ha puesto de manifiesto es la fragilidad de las cadenas de suministro global de determinados recursos estrat間icos y la necesidad de disminuir el grado de dependencia del exterior de recursos esenciales para garantizar su accesibilidad en todo momento.

Amenazas a las infraestructuras cr韙icas

Las Infraestructuras Cr韙icas posibilitan el normal desarrollo de la actividad socio-econ髆ica y son objetivo de amenazas, tanto f韘icas como digitales, que podr韆n llevar a una interrupci髇 o negaci髇 de servicios.

La progresiva digitalizaci髇 y la adopci髇 de nuevas tecnolog韆s por parte de los operadores cr韙icos y operadores de servicios esenciales podr韆 aumentar el riesgo de sufrir brechas de seguridad, que permitir韆n acceder al control de los sistemas que operan las Infraestructuras Cr韙icas y poner en peligro la continuidad de los servicios que proveen.

Otro riesgo a considerar es la potencial p閞dida de control sobre la capacidad de decisi髇 estrat間ica a ra韟 de inversiones por actores, estatales o no estatales, con intereses no necesariamente alineados con la Seguridad Nacional.

Emergencias y cat醩trofes

La seguridad de las personas y los bienes se ve afectada por distintos tipos de emergencias y cat醩trofes originadas por causas naturales o derivadas de la acci髇 humana accidental o intencionada.

Factores potenciadores del riesgo de emergencias y cat醩trofes son tanto la despoblaci髇 rural como la sobrepoblaci髇 de algunas ciudades, la degradaci髇 del ecosistema agravada por los efectos del cambio clim醫ico o el incremento en la magnitud y frecuencia de algunos fen髆enos meteorol骻icos adversos.

En este contexto, se identifican como principales riesgos las inundaciones, los incendios forestales, los terremotos y maremotos, los riesgos volc醤icos, los fen髆enos meteorol骻icos adversos, los accidentes en instalaciones o durante procesos en los que se utilicen o almacenen sustancias peligrosas, el transporte de mercanc韆s peligrosas por carretera y ferrocarril, los accidentes catastr骹icos en el marco del transporte de viajeros y los riesgos nucleares, radiol骻icos y biol骻icos.

Espionaje e injerencias desde el exterior

El incremento de la competitividad y de la tensi髇 en el escenario internacional ha supuesto un aumento de las injerencias desde el exterior que Espa馻 debe confrontar. Entre las herramientas m醩 eficaces de algunos pa韘es que aspiran a expandir su influencia internacional destacan las actividades de espionaje.

La pertenencia de Espa馻 a organizaciones como la Uni髇 Europea y la OTAN, hacen del pa韘 un objetivo atractivo. Sin embargo, los objetivos de los Servicios de Inteligencia hostiles no se limitan a las instituciones y a la informaci髇 del Gobierno de Espa馻, tambi閚 afectan a otros sectores, como por ejemplo a la industria de defensa, las Infraestructuras Cr韙icas o la investigaci髇 cient韋ica y tecnol骻ica, as� como a otros 醡bitos del sector privado. Estas actividades no solo son cr韙icas para la Seguridad Nacional, sino que pueden atentar contra la competitividad econ髆ica y la propiedad intelectual, especialmente en lo que respecta a los sectores estrat間icos y al campo de la ciencia y la investigaci髇.

Asimismo, son destacables los esfuerzos de algunos actores extranjeros por influir sobre sus nacionales asentados en Espa馻, afectando a los derechos y libertades de los ciudadanos y, potencialmente, a la estabilidad social.

En otras ocasiones, las actuaciones de los Servicios de Inteligencia extranjeros no tienen como objetivo intereses espa駉les o aliados, sino que utilizan el territorio espa駉l como base de sus operaciones en otros pa韘es, pudiendo atentar contra la soberan韆 nacional.

Tanto las actividades de inteligencia cl醩icas como el ciberespionaje son una importante amenaza en s� mismos. Pero, adem醩, hay que considerar que las actividades de los Servicios de Inteligencia hostiles pueden formar parte de las llamadas estrategias h韇ridas. Dentro de estas estrategias, las actividades de espionaje pueden llegar a ser un elemento destacable y potencian la amenaza que suponen para la Seguridad Nacional.

Campa馻s de desinformaci髇

Las campa馻s de desinformaci髇 tienen clara repercusi髇 en la Seguridad Nacional y deben diferenciarse de otros factores como la informaci髇 falsa –fake news– o informaci髇 err髇ea –misinformation–. De hecho, las campa馻s de desinformaci髇 no contienen necesariamente noticias falsas, sino que pretenden distorsionar la realidad mediante contenido manipulado.

En este sentido, el 醡bito cognitivo es un espacio m醩 en el que ejercer influencia, que se suma a los tradicionales 醡bitos f韘icos: terrestre, mar韙imo y a閞eo. Los elementos que s� son inherentes a una campa馻 de desinformaci髇 son la voluntad de generar confusi髇 y socavar la cohesi髇 social; el uso coordinado de distintos medios para la creaci髇 y difusi髇 de contenidos dirigidos a audiencias amplias; y la intenci髇 maliciosa con fines de desprestigio o influencia sobre el objetivo del ataque. As�, las campa馻s de desinformaci髇 suponen una grave amenaza para los procesos electorales.

Por su potencial peligrosidad, cabe se馻lar las estrategias de desinformaci髇 de actores extranjeros, tanto estatales como no estales, que desarrollan aparatos de propaganda con la intenci髇 de polarizar a la sociedad y minar su confianza en las instituciones.

Vulnerabilidad del ciberespacio

Se distinguen dos tipolog韆s generales de amenazas en el ciberespacio. Por un lado, los ciberataques, entendidos como acciones disruptivas que act鷄n contra sistemas y elementos tecnol骻icos. Ejemplos de ello son los ataques de ransomware (secuestro de datos) o la denegaci髇 de servicios, entre otros. Y, por otro lado, el uso del ciberespacio para realizar actividades il韈itas, como el cibercrimen, el ciberespionaje, la financiaci髇 del terrorismo o el fomento de la radicalizaci髇.

La creciente exposici髇 digital ampl韆 la superficie de exposici髇 a ciberataques de ciudadanos, empresas y administraciones. Entre las din醡icas que marcan un mayor revoluci髇 industrial, el despliegue de las redes 5G multiplicar� la capilaridad de las redes y con ello aumentar� de manera significativa su uso, no solo por usuarios sino en el segmento Internet de las Cosas y las comunicaciones m醧uina-a-m醧uina. Consecuentemente, se generar� un aumento de la vulnerabilidad ante ciberataques en aparatos conectados a la red y servicios como el veh韈ulo aut髇omo o las redes inteligentes.

Asimismo, en la denominada sociedad virtual, el dato constituye un nuevo 醡bito de poder que afecta tanto a la relaci髇 entre Estados como entre el sector p鷅lico y el privado, al ser las compa耥as tecnol骻icas las que poseen un mayor acceso a los datos. La seguridad de la informaci髇 afecta al ciudadano de forma directa. La regulaci髇, protecci髇 y garant韆 del uso adecuado de los datos y las redes por las que transitan es un aspecto clave de la Seguridad Nacional, con impacto directo sobre la privacidad personal.

Tecnolog韆s como la Inteligencia Artificial y el big data subyacen cada vez m醩 en 醡bitos como el sanitario, el de transportes, el energ閠ico, el empresarial, el financiero, el educativo y el militar. La capacidad de procesamiento de grandes cantidades de datos se presenta como una caracter韘tica avanzada para la consecuci髇 de los objetivos deseados. Su potencial de transformaci髇 y aplicaci髇 en procesos de an醠isis de riesgos y de alerta temprana es cada vez mayor. Pero el desarrollo de estas tecnolog韆s tambi閚 genera interrogantes relacionados con la seguridad. La aplicaci髇 de algoritmos para la toma autom醫ica de decisiones requiere un marco de protecci髇 de la privacidad y la no-discriminaci髇. El empleo de sistemas aut髇omos tambi閚 tiene implicaciones 閠icas que requieren mecanismos de control y par醡etros que garanticen el respeto a los derechos humanos.

En el medio-largo plazo, el salto tecnol骻ico que supone la computaci髇 cu醤tica permitir� usos dif韈iles de prever hoy en d韆 en materia de comunicaciones seguras, cifrado y descifrado y sistemas de vigilancia avanzados, entre otros.

Vulnerabilidad del espacio mar韙imo

El espacio mar韙imo es considerado uno de los espacios comunes globales, espacios de conectividad de flujos, informaci髇, personas, servicios y bienes, cuya interrupci髇 u obstaculizaci髇 puede tener un impacto econ髆ico severo.

Para Espa馻, pa韘 de condici髇 mar韙ima, es esencial mantener la seguridad en los espacios mar韙imos, as� como asegurar el funcionamiento de las Infraestructuras Cr韙icas situadas en el litoral y en el mar, como los puertos y tuber韆s submarinas y, especialmente, los cables submarinos, por los que circula la pr醕tica totalidad del tr醘ico de datos. De su buen uso y estado depende, en gran medida, la econom韆, ya que los recursos energ閠icos y la mayor parte del comercio espa駉l transita por rutas mar韙imas.

La pirater韆 y el robo a mano armada en la mar atentan contra la navegaci髇 segura por las principales rutas de tr醘ico mar韙imo y contra la flota pesquera de pabell髇 nacional, principalmente en la cuenca somal�, el golfo de Ad閚 y el golfo de Guinea.

Adem醩, los tr醘icos il韈itos, la explotaci髇 ilegal de los recursos marinos y los actos contra el patrimonio arqueol骻ico subacu醫ico son fen髆enos perjudiciales para el sector mar韙imo.

Vulnerabilidad aeroespacial

V閍se la Orden PCM/1067/2022, de 4 de noviembre, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional de 11 de octubre de 2022, por el que se aprueba el Protocolo de Alertas Espaciales (獴.O.E.� 8 noviembre).LE0000741037_20221109

El sector aeron醬tico es de alta importancia estrat間ica. Cualquier disrupci髇 que afecte a las aeronaves, los aeropuertos o las instalaciones en tierra, en especial un ataque terrorista, tendr韆 un impacto de magnitud y trascendencia econ髆ica considerables.

La alta conectividad a閞ea entre pa韘es y continentes es, asimismo, una de las causas de la r醦ida propagaci髇 de enfermedades infecciosas a nivel internacional.

Una de las tendencias preocupantes es la proliferaci髇 del uso il韈ito de veh韈ulos a閞eos no tripulados, que pueden paralizar el uso de aeropuertos o infraestructuras cr韙icas, y son adem醩 potenciales armas para sabotajes o acciones terroristas.

El espacio ultraterrestre est� considerado como la 鷏tima frontera de confrontaci髇 geopol韙ica. Este espacio com鷑 global se ha convertido en un dominio de explotaci髇 comercial intensiva, con la proliferaci髇 de constelaciones de sat閘ites y lanzadores comerciales. Sin embargo, algunos operadores, no radicados en la Uni髇 Europea, est醤 en el camino de alcanzar una posici髇 de dominancia tal de los mercados que podr韆 poner en riesgo tanto el acceso al espacio (lanzamientos) como a determinados servicios espaciales. En este sentido, las nuevas constelaciones de sat閘ites pueden hacer insostenible el modelo de cooperaci髇 p鷅lico-privada espa駉l en comunicaciones gubernamentales y observaci髇 de la Tierra.

Adem醩, la falta de normativa legal facilita la actividad irregular en el espacio ultraterrestre y dificulta la protecci髇 de activos estrat間icos, como las comunicaciones v韆 sat閘ite, los sistemas de posicionamiento y tiempo o los sat閘ites de observaci髇 terrestre. Por otro lado, la seguridad de los sistemas espaciales se ver� seriamente afectada por el incremento de los desechos espaciales y la carencia de un sistema de gesti髇 del tr醘ico espacial global.

Inestabilidad econ髆ica y financiera

La pandemia de la COVID-19 ha generado el mayor desplome del Producto Interior Bruto desde la Segunda Guerra Mundial, lo que ha causado una nueva crisis econ髆ica con consecuencias a鷑 inciertas en clave social. Aunque el impacto econ髆ico sea fundamentalmente transitorio y est� seguido de tasas de crecimiento relativamente elevadas, ha causado un aumento de la situaci髇 de inestabilidad y desigualdad econ髆ica.

Entre los factores que pueden contribuir a la inestabilidad econ髆ica y financiera se incluyen los desequilibrios en las v韆s de financiaci髇 de la Hacienda P鷅lica; la inestabilidad financiera internacional; el fraude, la evasi髇 y la planificaci髇 fiscal; la corrupci髇; el blanqueo de capitales y el uso indebido de los fondos procedentes de subvenciones y contratos p鷅licos. Estos factores socavan la seguridad econ髆ica y provocan desafecci髇 social de las instituciones gubernamentales.

Crimen organizado y delincuencia grave

El crimen organizado es una amenaza a la seguridad que se caracteriza por su finalidad esencialmente econ髆ica, su efecto horadador sobre la instituciones pol韙icas y sociales, su car醕ter transnacional y su opacidad.

Los grupos delictivos y las organizaciones criminales camuflan sus operaciones ilegales con negocios l韈itos y se apoyan cada vez m醩 en tecnolog韆s digitales, como las cripto-monedas y la Internet oscura.

Adem醩 de su dimensi髇 econ髆ica, el crimen organizado tiene un relevante potencial desestabilizador. Sus estructuras se adaptan al entorno geoestrat間ico y repercuten en la gobernanza, la paz social y el normal funcionamiento de las instituciones.

En cuanto a la delincuencia grave, actividades como la explotaci髇 de menores o la trata con fines de explotaci髇 sexual se dirigen hacia los colectivos vulnerables y violan gravemente los derechos humanos. El contrabando, el cibercrimen, el tr醘ico de drogas, de armas y de especies silvestres y la corrupci髇 son amenazas tangibles para la Seguridad Nacional.

La convergencia entre grupos terroristas y redes de crimen organizado va en aumento. Los modelos de organizaci髇 cada vez m醩 descentralizada de estos actores delictivos favorecen su cooperaci髇 y facilitan la financiaci髇 terrorista.

Flujos migratorios irregulares

El fen髆eno de la migraci髇 contempor醤ea –global, complejo y multidimensional– tiende a difuminar las distinciones tradicionales entre pa韘es de origen, destino y tr醤sito. Los factores econ髆icos, sociales y medioambientales, as� como la inestabilidad pol韙ica, la pobreza y los conflictos, seguir醤 influyendo en las tendencias migratorias mundiales. Asimismo, la multiplicaci髇 de las opciones de comunicaci髇 y desplazamiento favorecen una nueva era de movilidad humana. Junto a oportunidades, los movimientos migratorios seguir醤 generando retos –incluidos los de car醕ter securitario en sentido amplio– que hay que gestionar.

El desarrollo tanto en los pa韘es de origen como en los receptores de migrantes, se ve quebrado por las actividades il韈itas de organizaciones criminales dedicadas al tr醘ico y la trata de personas, que proliferan en torno a los movimientos migratorios y cuyas actividades conllevan graves vulneraciones de derechos humanos.

Espa馻, por su posici髇 geoestrat間ica, est� especialmente expuesta al desaf韔 que supone el esperado aumento de los flujos migratorios hacia Europa en los pr髕imos a駉s. En su condici髇 de frontera exterior de la Uni髇 Europea, Espa馻 afronta la gesti髇 de los flujos migratorios irregulares como un importante reto que requiere una pol韙ica migratoria com鷑, basada en el justo equilibrio entre solidaridad y responsabilidad compartida entre Estados. Los riesgos derivados de la inmigraci髇 irregular afectan directamente a la continuidad del espacio Schengen.

Vulnerabilidad energ閠ica

El proceso de transformaci髇 del sector energ閠ico lleva aparejado nuevos riesgos asociados a un modelo de generaci髇 verde. La disponibilidad de nuevas materias primas, las nuevas tecnolog韆s de almacenamiento o la generaci髇 distribuida basada en energ韆s renovables, el autoconsumo y la eficiencia son todos elementos a tener en cuenta en la ecuaci髇 energ閠ica actual.

La incorporaci髇 de medidas orientadas a garantizar la cohesi髇 econ髆ica y territorial para paliar los efectos socioecon髆icos de los cambios en las fuentes de energ韆 primaria, como la transici髇 justa, forman parte de la nueva visi髇 de la seguridad energ閠ica en esta estrategia.

Si bien la dependencia de hidrocarburos provenientes del exterior seguir� siendo un factor de vulnerabilidad en los pr髕imos a駉s, la transici髇 hacia un nuevo modelo energ閠ico econ髆icamente sostenible y respetuoso con el medioambiente es el principal desaf韔 de un sector clave para la econom韆 y la seguridad, donde el cambio clim醫ico es considerado como un riesgo sist閙ico a nivel global.

Proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva

La modernizaci髇 y el aumento del arsenal nuclear de China, India y Pakist醤, junto con los avances del programa nuclear de la Rep鷅lica Popular Democr醫ica de Corea y el programa de enriquecimiento de uranio en Ir醤, contribuyen a dise馻r un orden nuclear cada vez m醩 multipolar. Este escenario podr韆 desencadenar una nueva carrera armament韘tica definida por la posible reanudaci髇 de pruebas nucleares y el desarrollo de nuevas armas. A esto se suma la precariedad de los tratados vigentes para el control de la proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva y de sus vectores de lanzamiento.

La amenaza biol骻ica, entendida como el empleo deliberado de agentes pat骻enos, toxinas o elementos gen閠icos u organismos gen閠icamente modificados da駃nos por parte de Estados, individuos, redes criminales u organizaciones terroristas, supone una amenaza real con posibles consecuencias catastr骹icas.

El r間imen de prohibici髇 de armas qu韒icas tambi閚 se enfrenta a importantes retos, como los ataques registrados en los 鷏timos a駉s en Siria.

Asimismo, los riesgos derivados del desv韔 y contrabando de materiales de doble uso aumentan considerablemente debido a la transferencia de conocimiento tecnol骻ico y el movimiento global de mercanc韆s.

Efectos del cambio clim醫ico y de la degradaci髇 del medio natural

El cambio clim醫ico es una amenaza para la seguridad global y, en Europa, especialmente para el 醨ea mediterr醤ea. Por eso la mitigaci髇 y adaptaci髇 al cambio clim醫ico adquieren cada vez m醩 urgencia.

El cambio clim醫ico potencia las olas de calor, la reducci髇 de los recursos h韉ricos, la desertificaci髇 y los fen髆enos meteorol骻icos adversos. 羗bitos como la seguridad energ閠ica y la seguridad ambiental, en particular la gesti髇 del agua, la biodiversidad, la calidad del aire, la despoblaci髇 de zonas agrarias o forestales se ven afectados por los efectos del cambio clim醫ico. Riesgos de origen natural relacionados con el clima, como son las inundaciones y los incendios forestales, tienen cada vez mayor incidencia en la seguridad, pues cada vez son m醩 severos y frecuentes.

El deterioro del medio ambiente, de la biodiversidad y de sus servicios ecosist閙icos dificultan el acceso a recursos b醩icos como el agua potable, amplifican conflictos existentes y son causa de desplazamientos forzosos de personas, adem醩 de generar inseguridad alimentaria.

CAP蚑ULO 4
Un planeamiento estrat間ico integrado

Este cap韙ulo establece los objetivos de la Estrategia y desarrolla un planeamiento integrado para la Pol韙ica de Seguridad Nacional con una estructura dise馻da con tres ejes estrat間icos: Proteger, Promover y Participar.

La Estrategia de Seguridad Nacional establece tres objetivos:

El primer objetivo es avanzar en el modelo de gesti髇 de crisis. Esto supone adoptar un enfoque anticipatorio y centrar la toma de decisiones en el an醠isis de hechos y datos objetivos. El Sistema de Seguridad Nacional enfocar� sus esfuerzos en la alerta temprana, la formulaci髇 de medidas preventivas y la coordinaci髇 reforzada entre todos los entes p鷅licos. Esto incluye un marco de cogobernanza con las Comunidades Aut髇omas en cuestiones donde las competencias son auton髆icas o compartidas.

Para la gesti髇 de crisis de car醕ter transnacional ser� necesario potenciar los procedimientos de actuaci髇 coordinada de la Uni髇 Europea, a trav閟 de mecanismos de monitorizaci髇 de riesgos y el desarrollo de bases de datos conjuntas para la identificaci髇 y valoraci髇 de potenciales riesgos y amenazas.

El segundo objetivo es favorecer la dimensi髇 de seguridad de las capacidades tecnol骻icas y de los sectores estrat間icos. Esto requiere incorporar aspectos de seguridad en el desarrollo tecnol骻ico desde su concepci髇. Asimismo, implica constantes adaptaciones y actualizaciones que afectan al 醡bito regulatorio, a los controles de calidad y a la formaci髇.

El fomento de iniciativas y proyectos de I+D+i es fundamental para que, tanto desde los organismos p鷅licos como desde el sector empresarial, se promueva el desarrollo tecnol骻ico orientado a prevenir y a combatir los riesgos y las amenazas en sectores estrat間icos, como la seguridad alimentaria, la salud o la ciberseguridad. En particular, es necesario tomar conciencia del potencial estrat間ico de la Inteligencia Artificial y la importancia de esta tecnolog韆 como puntal de la Seguridad Nacional.

El tercer objetivo es desarrollar la capacidad de prevenci髇, disuasi髇, detecci髇 y respuesta de Espa馻 frente a estrategias h韇ridas, en un contexto de seguridad en el que las amenazas convencionales se alternan con el uso combinado de vectores econ髆icos, tecnol骻icos, diplom醫icos y de informaci髇, entre otros, como elementos de presi髇 y desestabilizaci髇.

La Estrategia establece tres ejes estrat間icos sobre los que se articulan las l韓eas de acci髇 (L.A.) de la pol韙ica de Seguridad Nacional:

• – Una Espa馻 que protege la vida de las personas y sus derechos y libertades, as� como el orden constitucional.
• – Una Espa馻 que promueve la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos.
• – Una Espa馻 que participa en la preservaci髇 de la paz y la seguridad internacional y defiende sus intereses estrat間icos.

Gran parte de las l韓eas de acci髇 incorporan elementos de alineaci髇 o convergencia con medidas europeas e internacionales, reflejo de la naturaleza global de la mayor韆 de las amenazas a la Seguridad Nacional.

La cultura de Seguridad Nacional es un complemento importante para el desarrollo y la consolidaci髇 de la Pol韙ica de Seguridad Nacional, ya que la concienciaci髇 social contribuye a fortalecer la resiliencia de la sociedad y del Estado. Para ello, es necesario implementar las acciones incluidas en el Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional, a trav閟 de la colaboraci髇 de las administraciones p鷅licas, el sector privado y la sociedad civil, en cuatro 醡bitos de actuaci髇: formaci髇; comunicaci髇 p鷅lica y divulgaci髇; relevancia exterior; y participaci髇 activa de la ciudadan韆 y de las organizaciones de la sociedad civil.

Primer eje: Una Espa馻 que protege la vida de las personas y sus derechos y libertades, as� como el orden constitucional

El fortalecimiento de las capacidades de los componentes fundamentales de la Seguridad Nacional –la Defensa Nacional, la Acci髇 Exterior y la Seguridad P鷅lica, con el apoyo de los Servicios de Inteligencia e Informaci髇 del Estado– junto al refuerzo de la Sanidad P鷅lica, la Protecci髇 Civil y la protecci髇 de las Infraestructuras Cr韙icas son claves para hacer frente a las amenazas que afectan a los valores e intereses de Espa馻 y contribuyen a su cohesi髇 territorial.

Disuasi髇 y defensa

La protecci髇 de la soberan韆 nacional, la poblaci髇 y su libertad requiere disponer de unas adecuadas capacidades militares, tecnol骻icamente avanzadas, que contribuyan a garantizar una disuasi髇 cre韇le, desde la premisa de que la diplomacia y el Derecho Internacional son los principales instrumentos para proteger los intereses nacionales.

Esta mejora de las capacidades militares asociadas a la disuasi髇 y la defensa ha de ser sostenible en el largo plazo, lo que exige disponer de un marco presupuestario estable. Asimismo, demanda una pol韙ica activa de colaboraci髇 p鷅lico-privada que apoye firmemente al sector industrial y tecnol骻ico de la seguridad y la defensa en Espa馻.

La adaptaci髇 al nuevo escenario estrat間ico requiere garantizar capacidades que cubran todo el espectro de la crisis o el conflicto, desde las operaciones de combate hasta el apoyo a autoridades civiles en la gesti髇 de crisis.

Espa馻 contribuir� a la capacidad de la OTAN para desarrollar tareas de defensa colectiva, de gesti髇 de crisis y de respuesta a desastres y cat醩trofes, dentro de una visi髇 global que incorpora todos los aspectos del conflicto y las operaciones. Adem醩, trabajar� para integrar los sistemas de mando y control nacionales con los internacionales, aliados, correspondientes.

Para la disuasi髇 y la defensa:

• L.A. 1. Asegurar las capacidades militares necesarias para proporcionar una disuasi髇 cre韇le y una respuesta eficaz en todo el espectro de la crisis o conflicto, garantizando su sostenibilidad en el tiempo bajo un marco presupuestario, suficiente y estable.
• L.A. 2. Reforzar las capacidades de defensa a trav閟 de la investigaci髇, el desarrollo y la innovaci髇 tecnol骻ica como vectores de ventaja estrat間ica.
• L.A. 3. Desarrollar el sector industrial de la defensa, la seguridad y el espacio, as� como las tecnolog韆s duales, mediante la cooperaci髇 p鷅lico-privada y el aprovechamiento de sinergias con las herramientas existentes tanto en el marco nacional como de las Organizaciones Internacionales de Seguridad y Defensa a las que pertenece Espa馻, en particular los Fondos Europeos de Defensa y la Cooperaci髇 Estructurada Permanente de la Uni髇 Europea.

Lucha contra el terrorismo y la radicalizaci髇 violenta

Para reducir la vulnerabilidad de la sociedad es necesario neutralizar la amenaza que representan las acciones terroristas dirigidas contra los ciudadanos y los intereses de Espa馻 dentro y fuera de sus fronteras y hacer frente a los procesos de radicalizaci髇 que conducen al extremismo violento.

Adem醩 del papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de los Servicios de Inteligencia, la participaci髇 de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales contra el terrorismo resulta fundamental para hacer frente a esta amenaza, as� como una actuaci髇 coordinada de todos estos actores.

Los principales vectores de la amenaza y en los que se deben concentrar los esfuerzos son los actores solitarios, los combatientes terroristas extranjeros, la propaganda yihadista y extremista y la radicalizaci髇 en las prisiones. Tambi閚 es necesario participar en iniciativas internacionales cuyo objetivo es impedir que determinadas zonas puedan convertirse en refugio para terroristas, bien sea por la debilidad de los gobiernos de esos territorios o por la afinidad ideol骻ica de estos con los grupos yihadistas.

La actuaci髇 en materia de lucha contra el terrorismo se estructura en cuatro pilares: prevenir, proteger, perseguir y preparar la respuesta, que sirven como base para el desarrollo de las principales medidas contra esta amenaza. As� lo establece la Estrategia Nacional contra el Terrorismo 2019, que es la principal referencia nacional en esta materia y consta de dos desarrollos fundamentales: el Plan Estrat間ico Nacional de Prevenci髇 y Lucha Contra la Radicalizaci髇 Violenta 2020 y el Plan Estrat間ico Nacional de Lucha Contra la Financiaci髇 del Terrorismo 2020.

En relaci髇 con la radicalizaci髇, es fundamental reforzar la colaboraci髇 ciudadana, siendo prioritaria la constituci髇 de las Oficinas de Prevenci髇 en las Delegaciones de Gobierno y de los grupos territoriales de prevenci髇 en las Juntas Locales de Seguridad. En el caso de aquellas Comunidades Aut髇omas que ya dispongan de programas espec韋icos, la coordinaci髇 se llevar� a cabo de acuerdo a su estructura y dise駉.

Por otro lado, se requiere fomentar y actualizar las herramientas para la prevenci髇, la detecci髇 y el seguimiento de los procesos de radicalizaci髇, en general, con la colaboraci髇 ciudadana y en los centros penitenciarios, en particular, con programas de tratamiento y evaluaci髇 del riesgo de radicalizaci髇.

Respecto a la financiaci髇 del terrorismo, el desarrollo de la interoperabilidad entre los sistemas existentes en las distintas instituciones permitir� identificar a los actores implicados y posibilitar la trazabilidad completa de los fondos que sean susceptibles de emplearse con fines terroristas.

Para atajar las actividades terroristas o de radicalizaci髇 en la red y cumplir con la normativa europea, se crear� la Unidad Nacional de Notificaci髇 de Contenidos de Internet para la monitorizaci髇 y retirada de contenidos il韈itos de Internet.

Adicionalmente, se debe actualizar el plan de protecci髇 y prevenci髇 antiterrorista exterior centrado en la asistencia a los ciudadanos o activos espa駉les v韈timas de ataques terroristas fuera de Espa馻.

Para la lucha contra el terrorismo y la radicalizaci髇 violenta:

• L.A. 4. Desarrollar herramientas y capacidades que refuercen la ejecuci髇 de investigaciones en el 醡bito de la lucha contra el terrorismo por parte de los organismos implicados, as� como reforzar la coordinaci髇 de esos organismos.
• L.A. 5. Potenciar el desarrollo e implementaci髇 del Plan Estrat間ico Nacional de Prevenci髇 y Lucha Contra la Radicalizaci髇 Violenta (PENCRAV) y del Plan Estrat間ico Nacional de Lucha Contra la Financiaci髇 del Terrorismo (PENCFIT).
• L.A. 6. Incrementar la contribuci髇 espa駉la en iniciativas de 醡bito internacional relativas al contraterrorismo y promover la capacitaci髇 y fortalecimiento de organismos e instituciones con competencias en contraterrorismo en pa韘es especialmente afectados.
• L.A. 7. Potenciar las capacidades de prevenci髇 en la lucha contraterrorista de las actividades vinculadas al terrorismo y a extremismos violentos, especialmente en Internet y redes sociales.
• L.A. 8. Actualizar el plan de protecci髇 y prevenci髇 antiterrorista en sus dimensiones interior y exterior.

Actuaci髇 frente a situaciones de crisis

Ante amenazas que trasciendan los marcos ordinarios de respuesta, la gesti髇 de crisis del Sistema de Seguridad Nacional ha de contar, en primer lugar, con un sistema de informaci髇 para el apoyo a la decisi髇 basado en el an醠isis de indicadores que proporcione alerta temprana sobre los riesgos y amenazas a la Seguridad Nacional. En segundo lugar, requiere una red de comunicaciones segura, que permita integrar la informaci髇 y ofrecer una respuesta desde una estructura de mando y control nacional. En tercer lugar, es necesario disponer de un cat醠ogo actualizado de recursos humanos y materiales y de planes de preparaci髇 y disposici髇 de estos para hacer frente a las situaciones de crisis. Todo ello, en un marco normativo actualizado de Seguridad Nacional.

Por otro lado, la dependencia del exterior en el suministro de recursos estrat間icos supone una vulnerabilidad que se ha de paliar con una adecuada pol韙ica industrial, tanto a nivel nacional como europeo, que apoye la capacidad de producci髇 de recursos nacionales.

Entre las medidas de car醕ter sectorial, la lucha contra las epidemias y pandemias demanda la modernizaci髇 del sistema de vigilancia epidemiol骻ica nacional, a partir de las lecciones aprendidas en la gesti髇 de la pandemia de la COVID-19. Es necesario actualizar el sistema de vigilancia nacional de Salud P鷅lica para permitir una respuesta 醙il y acertada.

En el Sistema Nacional de Protecci髇 Civil, la consolidaci髇 de estructuras funcionales y redes de coordinaci髇, junto con la asignaci髇 de los recursos necesarios, contribuir醤 a fortalecer la gesti髇 de emergencias y cat醩trofes, de acuerdo con lo establecido en el Plan Estatal General de Emergencias de Protecci髇 Civil. Asimismo, es importante asegurar el intercambio de informaci髇 permanente y en tiempo real entre el Sistema Nacional de Protecci髇 Civil y el Sistema de Seguridad Nacional en caso de cat醩trofe.

Las Infraestructuras Cr韙icas constituyen el eje sobre el que se articula la resiliencia f韘ica de un pa韘. Incluyen los sectores de la salud, energ閠ico, de alimentaci髇, de transportes y el suministro de agua entre otros. Su funcionamiento es indispensable y no permite soluciones alternativas, por lo que su perturbaci髇 o destrucci髇 tendr韆 un grave impacto sobre los servicios esenciales.

Es preciso impulsar la dimensi髇 preventiva del Sistema Nacional de Protecci髇 de las Infraestructuras Cr韙icas, con especial 閚fasis en la protecci髇 de los sistemas inform醫icos de las Infraestructuras Cr韙icas y operadores de servicios esenciales frente a ciberamenazas. En este sentido, la colaboraci髇 p鷅lico-privada y el I+D+i para robustecer la resiliencia frente a ciberataques es clave.

Las Ciudades Aut髇omas de Ceuta y Melilla, por su localizaci髇 geogr醘ica en el continente africano y por la especificidad de su frontera espa駉la y europea, requieren de una especial atenci髇 por parte de la Administraci髇 General del Estado para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.

Para hacer frente a situaciones de crisis:

• L.A. 9. Desarrollar el modelo de gesti髇 integral de crisis en el Sistema de Seguridad Nacional a trav閟 de la elaboraci髇 de un reglamento de gesti髇 de crisis; la implantaci髇 de un sistema de alerta temprana basado en indicadores; la creaci髇 de un cat醠ogo de recursos y de planes de preparaci髇 y disposici髇 de recursos; y el dise駉 de un Plan de ejercicios de preparaci髇 en el marco de la Seguridad Nacional.
• L.A.10. Crear la Reserva Estrat間ica basada en capacidades nacionales de producci髇 industrial con una triple orientaci髇:
  • a) Identificar los recursos industriales esenciales de las diferentes Administraciones P鷅licas y del sector privado correspondientes a sus respectivos 醡bitos competenciales.
  • b) Garantizar el suministro de aquellos bienes y servicios que sean considerados como de primera necesidad y car醕ter estrat間ico.
  • c) Salvaguardar la base industrial que suministra recursos de primera necesidad y car醕ter estrat間ico, como pudieran ser componentes electr髇icos, materiales estrat間icos, maquinaria de alta tecnolog韆, aeron醬tica, semiconductores, qu韒ica esencial, equipos agrarios avanzados, tecnolog韆 de la comunicaci髇 o equipos sanitarios, entre otros.
• L.A. 11. Modernizar el sistema de vigilancia nacional de Salud P鷅lica a trav閟 de la renovaci髇 de las tecnolog韆s sanitarias y los sistemas de informaci髇. La Estrategia Digital del Servicio Nacional de Salud incluir� medidas para mejorar la prevenci髇, el diagn髎tico, la vigilancia y la gesti髇 de la salud en un marco de cogobernanza con las Comunidades Aut髇omas.
• L.A. 12. Elaborar un Plan Integral de Seguridad para Ceuta y Melilla.

Contrainteligencia, lucha contra las campa馻s de desinformaci髇 y acci髇 frente a las injerencias del exterior

Para proteger los intereses de Espa馻 se debe prevenir, detectar y neutralizar las agresiones encubiertas procedentes del exterior, cuyo objetivo es obtener informaci髇 sensible de forma ilegal para atacar la imagen internacional de Espa馻 o realizar acciones de injerencia.

Esto incluye reforzar e integrar las capacidades de los Servicios de Inteligencia para hacer frente a las operaciones en el ciberespacio y al espionaje, amenazas que cada vez cobran mayor relevancia por su capacidad de desestabilizar las instituciones del Estado y por su impacto sobre la vida y libertad de los ciudadanos. Para ello, resulta necesario que los Servicios de Inteligencia espa駉les se mantengan al nivel de los m醩 relevantes de la Uni髇 Europea. En este sentido, se potenciar醤 sus capacidades humanas y tecnol骻icas, de manera que se sigan aprovechando las ventajas vinculadas a una adecuada gesti髇 y tratamiento del dato, como la Inteligencia Artificial la computaci髇 cu醤tica o la nube. Adem醩, se velar� por la adecuada actualizaci髇 legislativa para garantizar tanto los derechos de los ciudadanos espa駉les, como la capacidad de los Servicios de actuar en su defensa.

La protecci髇 del patrimonio cient韋ico y tecnol骻ico requerir� un esfuerzo adicional por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), del Centro Criptol骻ico Nacional (CCN) y de la Oficina Nacional de Seguridad (ONS). En este sentido, ser� esencial un creciente esfuerzo en las actividades de sensibilizaci髇 frente a las actuaciones de Servicios de Inteligencia hostiles en el 醡bito de la industria nacional y de los sectores estrat間icos. Asimismo, el refuerzo de la ONS ser� fundamental, en l韓ea con la creciente importancia de la protecci髇 de la informaci髇 clasificada como recurso esencial para la Seguridad Nacional. Medida que, a su vez, favorecer� la participaci髇 de la industria espa駉la en programas clasificados en el exterior.

Por otro lado, hacer frente a las campa馻s de desinformaci髇, que socavan la confianza a de los ciudadanos en las instituciones democr醫icas y conducen a la polarizaci髇 social, requiere hacer un uso sistem醫ico de la detecci髇, alerta temprana y notificaci髇 as� como la coordinaci髇 de la respuesta, siempre en l韓ea con las pautas y el trabajo desarrollado en el seno de la Uni髇 Europea. La colaboraci髇 p鷅lico-privada, especialmente con los medios de comunicaci髇 y proveedores de redes sociales, y la sensibilizaci髇 de la ciudadan韆 son aspectos clave a la hora de detectar y hacer frente a las campa馻s de desinformaci髇.

Las iniciativas nacionales estar醤 coordinadas con los planes existentes a nivel europeo, como el Plan de Acci髇 contra la Desinformaci髇 y el Plan de Acci髇 para la Democracia Europea.

Para la Contrainteligencia, lucha contra las campa馻s de desinformaci髇 y acci髇 frente a las injerencias del exterior:

• L.A. 13. Elaborar una Estrategia Nacional de Lucha contra las campa馻s de desinformaci髇.
• L.A. 14. Incrementar las capacidades de los Servicios de Inteligencia espa駉les frente a los ataques de los Servicios de Inteligencia hostiles, en especial en el ciberespacio.
• L.A. 15. Potenciar las capacidades de la Oficina Nacional de Seguridad y garantizar un marco legal adecuado para la protecci髇 de la informaci髇 clasificada.
• L.A. 16. Reforzar la cooperaci髇 internacional en materia de contrainteligencia.

Segundo eje: Una Espa馻 que promueve la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos

En un contexto marcado por la necesidad de recuperaci髇 econ髆ica, el crecimiento inclusivo y la creaci髇 de empleo requieren pol韙icas de inversi髇 en innovaci髇 y competitividad con visi髇 de futuro, de manera que contribuyan a reforzar la resiliencia de la sociedad a largo plazo.

Seguridad de los espacios comunes globales

El normal desarrollo de la actividad social y econ髆ica depende, en gran medida, de la libre circulaci髇 de personas, bienes, servicios e ideas que se realizan a trav閟 de los espacios comunes globales: el ciberespacio, el espacio mar韙imo y el espacio a閞eo y ultraterrestre.

Son espacios de conexi髇 caracterizados por su apertura funcional, la carencia de fronteras f韘icas y su f醕il accesibilidad. Por otro lado, en los espacios comunes globales resulta dif韈il la atribuci髇 de cualquier acci髇 irregular o delictiva, dada su extensi髇, su d閎il regulaci髇 y la ausencia de soberan韆.

Ciberespacio:

En t閞minos de ciberseguridad, se requiere garantizar el uso seguro y fiable del ciberespacio, para proteger los derechos y las libertades de los ciudadanos y promover el progreso socio econ髆ico. Para ello es importante incrementar las capacidades (tecnol骻icas, humanas y econ髆icas) de la ciberseguridad nacional dirigidas a la prevenci髇, detecci髇, respuesta, recuperaci髇, investigaci髇 y defensa activa.

La Carta de Derechos Digitales supone un paso adelante en la protecci髇 de los derechos de la ciudadan韆 en el entorno virtual actual. Esto incluye el reconocimiento del derecho a la igualdad en los 醡bitos digitales, la no discriminaci髇 y la no exclusi髇.

En la Administraci髇 p鷅lica, es ineludible avanzar en el modelo de gobernanza de la ciberseguridad nacional, sobre la base de una mayor eficiencia en los recursos y la integraci髇 de las capacidades nacionales. En este sentido, el Centro de Operaciones de Ciberseguridad permitir�, mediante la prestaci髇 de servicios horizontales, aumentar las capacidades de vigilancia, detecci髇 y respuesta ante ciberataques contra la Administraci髇 General del Estado y sus organismos p鷅licos, as� como contra las administraciones auton髆icas y locales. Un aspecto relevante ser� el desarrollo de las infraestructuras de ciberseguridad en las Comunidades y Ciudades Aut髇omas.

Prioridades adicionales son la creaci髇 de un sistema de observaci髇 y medici髇 de la situaci髇 de la ciberseguridad nacional y la puesta en marcha de una plataforma nacional de notificaci髇 y seguimiento de ciberincidentes que permita medir el intercambio de informaci髇 entre organismos p鷅licos y privados en tiempo real.

Por otro lado, ser� preciso implementar los nuevos requerimientos previstos en el marco de la Uni髇 Europea en la Estrategia de Ciberseguridad de la UE para la Era Digital y en la adecuaci髇 de las nuevas propuestas normativas, que han de incluir la legislaci髇 necesaria para la protecci髇 de las redes y sistemas.

Espacio mar韙imo:

La Estrategia de Seguridad Mar韙ima promueve un enfoque integral que potencie la actuaci髇 coordinada y cooperativa de las diferentes Administraciones; la adopci髇 de medidas para fortalecer la capacidad de actuaci髇 del Estado en la mar y en su litoral; el impulso de la colaboraci髇 con el sector privado; y, por 鷏timo, el fomento de la cooperaci髇 internacional, en particular a trav閟 de la aplicaci髇 de las iniciativas de la Organizaci髇 Mar韙ima Internacional, la Estrategia de Seguridad Mar韙ima de la Uni髇 Europea y la Estrategia Mar韙ima de la OTAN.

Una de las prioridades en el 醡bito mar韙imo es la seguridad de la flota mercante y pesquera espa駉la en aguas jurisdiccionales e internacionales.

Adem醩, en el marco de la Seguridad Nacional, es indispensable una planificaci髇 preventiva que proporcione respuestas efectivas ante situaciones de complejidad que requieran una actuaci髇 concertada de los diversos organismos implicados en el dominio mar韙imo. Esto supone introducir tecnolog韆s de Inteligencia Artificial en sistemas, plataformas y sensores de vigilancia mar韙ima para la modernizaci髇 de las capacidades mar韙imas.

Espacio a閞eo y ultraterrestre:

Es esencial garantizar la seguridad del espacio a閞eo y ultraterrestre en un marco compartido y orientado a prevenir los riesgos y amenazas que en ellos se desarrollan, as� como neutralizar sus consecuencias, conforme a los principios de eficiencia y m醲ima coordinaci髇, tanto en el empleo de las capacidades de an醠isis y evaluaci髇 como en las de respuesta ante los riesgos y las amenazas.

La seguridad frente a la amenaza de veh韈ulos a閞eos no tripulados precisa de acciones urgentes, dada su proliferaci髇.

El sector espacial es clave para la Seguridad Nacional por los servicios que proporciona. Es preciso desarrollar una pol韙ica de seguridad en el espacio ultraterrestre basada en la cooperaci髇 internacional, que tenga como eje la colaboraci髇 entre todos los actores implicados. En este sentido, Espa馻 debe incorporarse a todas aquellas iniciativas internacionales orientadas a preservar el uso pac韋ico del espacio ultraterrestre, con especial atenci髇 a los programas espaciales de la Uni髇 Europea.

Ante la evoluci髇 acelerada del sector, debe alcanzarse un reparto eficaz y eficiente de competencias espaciales entre los diversos organismos involucrados. La creaci髇 de una Agencia Espacial Espa駉la contribuir� a ordenar las competencias y establecer una pol韙ica nacional que sirva de gu韆, tanto al sector p鷅lico como al privado. As�, se podr� maximizar el rendimiento de las inversiones, fomentar espacios de colaboraci髇 p鷅licos y privados, facilitar el uso dual de las capacidades espaciales y potenciar el sector de la industria espacial nacional de forma clara y coherente. Adem醩, la Agencia representar� internacionalmente a Espa馻 en el sector espacial.

Para la seguridad de los espacios comunes globales:

En el ciberespacio:

L.A.17. Avanzar en la integraci髇 del modelo de gobernanza de la ciberseguridad en el marco del Sistema de Seguridad Nacional.

En el espacio mar韙imo:

L.A. 18. Elaborar escenarios de riesgo y planes de preparaci髇 y respuesta para aquellas situaciones que se consideren de especial inter閟 para la Seguridad Nacional en el 醡bito de la seguridad mar韙ima.

En el espacio a閞eo y ultraterrestre:

L.A. 19. Crear la Agencia Espacial Espa駉la, con un componente dedicado a la Seguridad Nacional, para dirigir el esfuerzo en materia espacial, coordinar de forma eficiente los distintos organismos nacionales con responsabilidades en el sector espacial y unificar la colaboraci髇 y coordinaci髇 internacional.

Estabilidad econ髆ica y financiera

Un contexto econ髆ico justo, estable y seguro es condici髇 necesaria para el progreso y favorece la creaci髇 de empleo, as� como la competitividad de las empresas y la industria espa駉la.

La estrategia econ髆ica para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia est� recogida en el Plan de Recuperaci髇, Transformaci髇 y Resiliencia. Este Plan traza la hoja de ruta para la modernizaci髇 de la econom韆 espa駉la, la recuperaci髇 del crecimiento econ髆ico y la creaci髇 de empleo tras la crisis de la COVID-19, as� como para responder a los retos de la pr髕ima d閏ada.

Las medidas que se adopten han de ir acompa馻das de una pol韙ica fiscal robusta y progresiva de acuerdo con el principio de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera y que promueva medidas contra la evasi髇 de impuestos, el blanqueo de capitales y la corrupci髇.

Asimismo, para ejecutar una pol韙ica preventiva y anticipar posibles crisis, es importante monitorizar los riesgos sist閙icos y la publicaci髇 de alertas sobre aspectos que puedan afectar a la estabilidad financiera.

Por otra parte, la sostenibilidad del crecimiento econ髆ico a medio plazo requiere impulsar la modernizaci髇 y la productividad del ecosistema industrial espa駉l. Este aspecto cobra tambi閚 sentido en relaci髇 a determinados activos estrat間icos para la Seguridad Nacional que son objeto de inversi髇 directa extranjera. La tecnolog韆, la salud, el sector aeroespacial o las energ韆s renovables, 醨ea esta 鷏tima en la que Espa馻 ocupa una posici髇 de liderazgo, son sectores industriales estrat間icos para la seguridad. Se han de potenciar, desde una econom韆 abierta, en l韓ea con el marco normativo europeo y el mecanismo de coordinaci髇 de la Uni髇 Europea, pero tambi閚 con vistas a asegurar la cadena de valor, contribuir a una mayor autonom韆 estrat間ica y, por tanto, a una mayor resiliencia en situaciones de crisis.

Para la estabilidad econ髆ica y financiera:

L.A. 20. Potenciar la modernizaci髇 y la productividad del ecosistema espa駉l industrial, mediante el impulso de la competitividad de sectores estrat間icos clave para la Seguridad Nacional, en l韓ea con lo establecido en el Plan de Recuperaci髇, Transformaci髇 y Resiliencia.

Lucha contra el crimen organizado y la delincuencia grave

Las pol韙icas p鷅licas contra la criminalidad organizada y la delincuencia grave deben orientarse hacia la identificaci髇 temprana de la actividad delictiva, su prevenci髇, persecuci髇 y represi髇 efectivas. Para ello, se debe promover la actuaci髇 coordinada de los Servicios de Inteligencia, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y autoridades fiscal y judicial. A la lucha directa contra la criminalidad desde las instituciones p鷅licas, debe sumarse adem醩 la concienciaci髇 social sobre el fen髆eno delictivo. En este sentido, en marzo de 2020 se aprob� el Plan Estrat間ico contra la Criminalidad.

Para neutralizar la econom韆 del crimen organizado, se necesitan instrumentos que mejoren la inteligencia y la detecci髇, adem醩 de nuevas capacidades de ciberseguridad. Para ello, hay que establecer un plan estrat間ico que incluya el blanqueo de capitales y la recuperaci髇 y localizaci髇 de activos.

El desarrollo de un plan contra la trata y la explotaci髇 de seres humanos, especialmente de mujeres y ni馻s, contribuir� a hacer frente a las desigualdades sociales que genera la criminalidad y a la situaci髇 de vulnerabilidad en la que se encuentran ciertos colectivos respecto a los delitos de odio.

Adem醩, es indispensable establecer planes espec韋icos de actuaci髇 contra el crimen organizado en las 醨eas geogr醘icas especialmente proclives a su implantaci髇, actuaci髇 y arraigo, como se ha hecho con el plan para el Estrecho de Gibraltar.

Por otro lado, se requiere impulsar nuevas v韆s de prevenci髇, investigaci髇 y an醠isis de la vinculaci髇 entre el crimen organizado y el terrorismo.

Para la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia grave:

L.A. 21. Elaborar un plan estrat間ico de lucha contra el enriquecimiento il韈ito de las organizaciones criminales y los delincuentes.

L.A. 22. Desarrollar un plan estrat間ico espec韋ico nacional contra la trata y la explotaci髇 de seres humanos.

Ordenaci髇 de flujos migratorios

La ordenaci髇 de los flujos migratorios y la lucha contra las redes de migraci髇 irregular y trata de seres humanos deben ser elementos de permanente atenci髇 por parte de las Administraciones P鷅licas, con la implicaci髇 del tercer sector y la sociedad civil.

La articulaci髇 de mecanismos que mejoren la eficiencia y la integraci髇 de todos los esfuerzos y las capacidades de las Administraciones P鷅licas redundar� en una mayor eficacia y coherencia en la gesti髇 migratoria.

Desde una perspectiva integral y preventiva, la colaboraci髇 con los pa韘es de origen y tr醤sito es un aspecto indispensable e insustituible para reducir los movimientos migratorios irregulares hacia Espa馻. Por ello, resulta esencial reforzar y aumentar los convenios de colaboraci髇 en el 醡bito bilateral y en el marco de la Uni髇 Europea, en especial en el Magreb, Sahel y 羏rica occidental. Adem醩, establecer nuevas v韆s de migraci髇 regular y mejorar las existentes es una parte esencial del compromiso con los pa韘es africanos.

La vigilancia y el control de las fronteras es un elemento fundamental en este 醡bito. Por un lado, es una responsabilidad compartida, incluidos los pa韘es de origen y tr醤sito, a los que se debe asistir para incrementar sus capacidades y medios. Por otro lado, en cuanto las fronteras exteriores de la Uni髇 Europea, la inmigraci髇 irregular es una responsabilidad no solo de los pa韘es frontera de la Uni髇, sino que concierne a todos los socios europeos. Adem醩 de las rutas mar韙imas y terrestres, es imperativo atender a las llegadas a閞eas, tanto desde 羏rica como desde otros continentes, a los movimientos secundarios hacia o desde Espa馻 y a la prolongaci髇 ilegal de estancia que deriva en inmigraci髇 irregular.

Igualmente, es importante la identificaci髇 temprana de grupos vulnerables, as� como de eventuales beneficiarios de protecci髇 internacional, y la mejora de los centros adecuados para su atenci髇.

La optimizaci髇 de las capacidades de salvamento y rescate en la mar, la atenci髇 humanitaria, la recepci髇 y rese馻 y el tratamiento de los inmigrantes durante todo el ciclo migratorio, incluidos los procesos de determinaci髇 de estatus de los solicitantes de protecci髇 internacional, requieren actualizar la legislaci髇 nacional.

La inclusi髇 de los migrantes es un vector fundamental para lograr una sociedad m醩 pr髎pera, cohesionada y resiliente. Para la consecuci髇 de este objetivo, es imprescindible mejorar la coordinaci髇 entre los tres niveles de la Administraci髇 General del Estado y establecer pol韙icas p鷅licas dirigidas a erradicar cualquier forma de discriminaci髇, racismo o xenofobia.

Para la ordenaci髇 de flujos migratorios:

L.A. 23. Establecer un sistema integral y colaborativo de informaci髇 a nivel de la Administraci髇 General del Estado, que permita conocer en tiempo oportuno la situaci髇 de los flujos de inmigraci髇, los recursos comprometidos en su gesti髇, as� como las necesidades identificadas.

L.A. 24. Fortalecer la relaci髇 y los acuerdos con los pa韘es de origen y tr醤sito para lograr una migraci髇 ordenada e impedir el tr醘ico de seres humanos.

Seguridad energ閠ica y transici髇 ecol骻ica

La transici髇 energ閠ica hacia un modelo m醩 sostenible, que incorpore un mayor porcentaje de energ韆s renovables y contribuya a lograr la neutralidad clim醫ica y una mayor autonom韆 estrat間ica, introduce nuevas oportunidades y retos en el escenario energ閠ico, que se suman a la necesidad de garantizar la seguridad del abastecimiento y transporte de hidrocarburos en los pr髕imos a駉s.

Las energ韆s renovables y las infraestructuras del sistema energ閠ico, en particular las redes el閏tricas que las transportan, tienen repercusiones geopol韙icas propias. As�, las tecnolog韆s asociadas a la transici髇 energ閠ica, las instalaciones y los nuevos materiales, como las tierras raras, est醤 ganando protagonismo frente a recursos m醩 tradicionales como el petr髄eo y el gas.

Los cambios en la matriz energ閠ica conllevan la incorporaci髇 de nuevas tecnolog韆s y, en consecuencia, la ampliaci髇 y/o profundizaci髇 de la dependencia de las mismas.

El nuevo paradigma energ閠ico obliga a una revisi髇 de la Estrategia de Seguridad Energ閠ica Nacional 2015, para una adecuada actualizaci髇 y encaje en este marco, donde adem醩 se han de tener en consideraci髇 el Pacto Verde Europeo y los Acuerdos de Par韘 de 2015.

El Plan Nacional de Adaptaci髇 al Cambio Clim醫ico 2021-2030 es el instrumento de planificaci髇 b醩ico para promover la acci髇 coordinada y coherente entre departamentos ministeriales, Comunidades Aut髇omas y entes locales.

Para la seguridad energ閠ica y transici髇 ecol骻ica:

L.A. 25. Actualizar la Estrategia de Seguridad Energ閠ica Nacional para establecer objetivos y l韓eas de acci髇 de acuerdo con el contexto de transici髇 ecol骻ica, energ閠ica y econ髆ica.

Tercer eje: Una Espa馻 que participa en la preservaci髇 de la paz y seguridad internacional y defiende sus intereses estrat間icos

Espa馻 es firme defensora del respeto y cumplimiento del Derecho Internacional. Al mismo tiempo, reconoce la necesidad de algunas reformas del sistema internacional. En particular, aboga por una revisi髇 del sistema de las Naciones Unidas, eje central de la acci髇 multilateral concertada para la prevenci髇 de conflictos, la acci髇 humanitaria y la consecuci髇 de la paz, para lograr una organizaci髇 m醩 醙il y eficaz, adaptada a los desaf韔s mundiales actuales.

Asimismo, los mecanismos de gobernanza global son oportunos para gestionar bienes p鷅licos como la salud p鷅lica, la seguridad y sanidad alimentaria o el medioambiente.

Un enfoque preventivo y cooperativo de la seguridad es el principal criterio del compromiso de Espa馻 con la comunidad internacional. Adem醩, Espa馻 promueve un enfoque integral en la resoluci髇 de conflictos en el exterior, basado en una cooperaci髇 multidimensional que fortalezca la gobernanza, la seguridad y el progreso.

Espa馻 incorpora la igualdad de g閚ero como un elemento distintivo de su acci髇 exterior, as� como el cumplimiento de la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad, con el objetivo de avanzar hacia la igualdad real y efectiva en el plano internacional.

Multilateralismo reforzado

Espa馻 es un pa韘 comprometido con la paz y seguridad internacional. Ning鷑 pa韘 por s� solo puede hacer frente a amenazas globales del siglo XXI como la lucha contra las pandemias o contra los efectos del cambio clim醫ico. Una acci髇 concertada sobre la base de un multilateralismo m醩 fuerte resulta necesaria con la Organizaci髇 de Naciones Unidas como principal referencia a nivel mundial. Las iniciativas orientadas a que la Organizaci髇 Mundial de la Salud sea un instrumento m醩 eficaz forman parte de la propuesta espa駉la. Adem醩, se ha de impulsar un control de armamentos que responda al mundo multipolar e incorpore a China.

Para el multilateralismo reforzado:

L.A. 26. Potenciar la diplomacia preventiva y el papel de Espa馻 como actor activo y comprometido en la mediaci髇 de conflictos en el exterior.

L.A. 27. Contribuir a la intensificaci髇 del apoyo al r間imen internacional de no proliferaci髇 de armas de destrucci髇 masiva y desarme, a trav閟 de la actualizaci髇 de el r間imen internacional de control, exportaci髇 y verificaci髇.

L.A. 28. Impulsar la implementaci髇 de los objetivos del II Plan Nacional de Acci髇 de Mujeres, Paz y Seguridad de integrar la perspectiva de g閚ero y hacer realidad la participaci髇 significativa de las mujeres en la prevenci髇, gesti髇 y resoluci髇 de conflictos y la consolidaci髇 de la paz.

Autonom韆 estrat間ica europea

La autonom韆 estrat間ica implica un mayor peso geopol韙ico de la Uni髇 Europea en la esfera mundial, que puede ser utilizado para equilibrar asimetr韆s de influencia entre grandes actores, promover una gobernanza justa frente a retos globales como el desarrollo tecnol骻ico, el cambio clim醫ico o la lucha contra las pandemias y defender sus valores e intereses.

La autonom韆 estrat間ica trasciende el 醡bito de la defensa. La construcci髇 del marco europeo de la seguridad sanitaria, las acciones para aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro, el avance en la seguridad energ閠ica o el impulso hacia una soberan韆 tecnol骻ica forman parte, entre otros, del amplio espectro de pol韙icas tendentes al fortalecimiento de la seguridad europea y del papel de la Uni髇 como actor global. En este sentido, es clave la reducci髇 de las dependencias estrat間icas de materias primas y componentes esenciales de las cadenas de valor industriales, a trav閟 de la diversificaci髇 de la producci髇 y el suministro, el mantenimiento de reservas y el impulso a la producci髇 e inversi髇 en Europa.

Un pilar esencial de la seguridad europea es ahondar en la complementariedad entre la Uni髇 Europea y la OTAN. Una Europa con mayores capacidades contribuye a una Alianza Atl醤tica m醩 fuerte y viceversa. La asunci髇 por parte de los aliados europeos de una mayor cuota de responsabilidad en materia de seguridad y defensa refuerza el compromiso asumido.

Otro aspecto relevante es el desarrollo de una mayor cooperaci髇 policial, militar, de inteligencia y judicial en la Uni髇 Europea para luchar contra el terrorismo, el crimen organizado y la delincuencia grave.

Para la autonom韆 estrat間ica europea:

L.A. 29. Promover un liderazgo decidido en la formulaci髇 y el desarrollo de la Pol韙ica Com鷑 de Seguridad y Defensa, en l韓ea con las conclusiones que se obtengan del proceso de revisi髇 de la seguridad europea.

L.A. 30. Contribuir a reforzar las capacidades estrat間icas aut髇omas de la Uni髇 Europea, incluida la construcci髇 de la Europa de la Defensa y el desarrollo de capacidades industriales y tecnol骻icas europeas.

Mayor protagonismo en la OTAN

La defensa colectiva es un elemento central para la Seguridad Nacional. El compromiso de Espa馻 con el multilateralismo como mejor v韆 para proteger intereses y valores frente a las amenazas compartidas a la seguridad encuentra su mejor garant韆 en la participaci髇 espa駉la en la OTAN. Una visi髇 integral de los riesgos y amenazas a la seguridad, que incorpore los desaf韔s que presenta el flanco sur, ha de tener su debido reflejo en la reflexi髇 estrat間ica que est� acometiendo la Organizaci髇.

Para un mayor protagonismo en la OTAN:

L.A. 31. Participar activamente en la revisi髇 estrat間ica acometida por la OTAN de acuerdo a las siguientes acciones:

• a) Promover una mayor convergencia con la Uni髇 Europea en pol韙icas tecnol骻icas.
• b) Enfatizar la importancia del flanco Sur, particularmente del Sahel, para la seguridad europea y transatl醤tica.
• c) Mantener la contribuci髇 espa駉la a las operaciones OTAN en Europa oriental y al sistema de defensa antimisiles como vector de disuasi髇.

Preservaci髇 del medio ambiente, desarrollo sostenible y lucha contra el cambio clim醫ico

Los efectos del cambio clim醫ico son una de las amenazas m醩 acuciantes para la Seguridad Nacional por su impacto transversal en 醡bitos tan heterog閚eos como la seguridad energ閠ica, las emergencias y cat醩trofes o los conflictos y desplazamientos de personas a consecuencia de la degradaci髇 medioambiental y los desastres naturales.

En particular, un importante nexo con la seguridad se encuentra en los posibles conflictos derivados de los efectos del cambio clim醫ico en los pa韘es m醩 vulnerables. Por ello, en el Plan Nacional de Adaptaci髇 al Cambio Clim醫ico se aboga por pol韙icas preventivas de ayuda al desarrollo, que pongan el foco en la construcci髇 de la resiliencia a trav閟 de la detecci髇 temprana. A tal fin resulta necesaria la identificaci髇 de los lugares m醩 vulnerables al cambio clim醫ico para priorizar la acci髇.

Los compromisos adquiridos en los Acuerdos de Par韘 de 2015 y la Agenda 2030 encuentran en el Plan Nacional de Acci髇 para la implementaci髇 de la Agenda 2030 la principal referencia para avanzar en la lucha contra la crisis clim醫ica.

Para la preservaci髇 del medio ambiente, el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio clim醫ico:

L.A. 32. Integrar la Agenda 2030 en las pol韙icas de cooperaci髇 al desarrollo, para contribuir a reforzar las capacidades de los pa韘es m醩 vulnerables a prepararse frente al cambio clim醫ico.

L.A. 33. Desarrollar los objetivos del 醨ea 玴az, seguridad y cohesi髇 social� del Plan Nacional de Adaptaci髇 al Cambio Clim醫ico 2021-2030 relacionados con la prevenci髇 de posibles conflictos mediante su detecci髇 temprana, con el fin de reconocer aquellas situaciones que puedan suponer amenazas para la paz y la seguridad internacional.

CAP蚑ULO 5
El Sistema de Seguridad Nacional y la Gesti髇 de Crisis

El quinto cap韙ulo de la Estrategia presenta un modelo integrado para hacer frente a las situaciones de crisis de forma preventiva, 醙il y eficaz en el marco del Sistema de Seguridad Nacional.

El Sistema de Seguridad Nacional es el conjunto de 髍ganos, organismos, recursos y procedimientos que posibilitan la acci髇 del Estado en el ejercicio de las funciones para proteger la libertad y el bienestar de sus ciudadanos, garantizar la defensa de Espa馻 y sus principios y valores constitucionales, y contribuir junto a socios y aliados a la seguridad internacional.

El Consejo de Seguridad Nacional es la pieza angular del Sistema y es el 髍gano responsable de la direcci髇 y la coordinaci髇 de las actuaciones para la gesti髇 de situaciones de crisis. Estas actuaciones est醤 dirigidas a:

• – Detectar y valorar los riesgos y amenazas concretos para la Seguridad Nacional.
• – Facilitar el proceso de toma de decisiones.
• – Asegurar una respuesta 髉tima y coordinada de los recursos del Estado que sean necesarios.

Para llevarlas a cabo, el Consejo de Seguridad Nacional est� asistido por un Comit� Especializado de car醕ter 鷑ico para el conjunto del Sistema: el Comit� de Situaci髇.

El Comit� de Situaci髇 estar� apoyado por el resto de comit閟 especializados, en sus respectivos 醡bitos sectoriales, en todo lo relacionado con la valoraci髇 de riesgos y amenazas, en el an醠isis de los posibles escenarios de crisis, en especial de aquellos susceptibles de derivar en una situaci髇 de inter閟 para la Seguridad Nacional, y en la evaluaci髇 de los resultados.

Un modelo avanzado de Gesti髇 de Crisis

En un entorno de seguridad caracterizado por su elevada complejidad y un ritmo acelerado de cambio, se incrementa la probabilidad de que se produzcan eventos de dif韈il previsi髇 y de gran impacto para la seguridad. Su prevenci髇 y gesti髇 demandan instrumentos de detecci髇 y alerta temprana capaces de integrar y analizar toda la informaci髇 disponible.

Enfoque integral que garantice la resiliencia

Un enfoque integral basado en la resiliencia cubre todas las fases de la gesti髇 de crisis, desde un estado de normalidad hasta la recuperaci髇 tras una situaci髇 de crisis. Esta aproximaci髇 implica implementar estructuras y procesos 醙iles que permitan la adopci髇 de pol韙icas anticipatorias, con la ayuda de la digitalizaci髇 del sistema.

Adem醩, el concepto de resiliencia supone una integraci髇 multinivel en el modelo de gesti髇 de crisis, que incorpora tanto la coordinaci髇 entre todas las Administraciones p鷅licas (estatal, auton髆ica y local), como entre los ministerios, el sector privado y cient韋ico y la sociedad civil.

A estos fines, y alineado con desarrollos similares en la Uni髇 Europea y la OTAN, el Comit� de Situaci髇 garantizar�, en el marco de la gesti髇 de crisis, el enfoque integral gubernamental y social para aumentar la capacidad de resiliencia frente a todo el espectro de los riesgos y las amenazas a la Seguridad Nacional, con especial atenci髇 a las estrategias h韇ridas, dado el car醕ter multidimensional y coordinado de este tipo de amenazas, que persiguen atentar contra la estabilidad de los Estados y las instituciones.

Estructuras y procesos

En el marco del Sistema de Seguridad Nacional, la direcci髇 y coordinaci髇 de la gesti髇 de crisis es funci髇 del Consejo de Seguridad Nacional, asistido por el Comit� de Situaci髇.

El Departamento de Seguridad Nacional apoya al Comit� de Situaci髇 mediante la integraci髇 y el an醠isis de informaci髇 procedente de todas las autoridades y organismos, la alerta temprana, el seguimiento de la situaci髇 y el asesoramiento t閏nico preventivo y las acciones de respuesta. Este apoyo se materializar� a trav閟 de los mecanismos de enlace y coordinaci髇 del Sistema de Seguridad Nacional, tanto de car醕ter permanente como de coordinaci髇 reforzada. As�, se podr� activar una c閘ula de coordinaci髇, formada por representantes de todos los ministerios y organismos implicados en la respuesta y conducci髇 de la crisis.

Adem醩, el Departamento de Seguridad Nacional se constituye como punto de entrada y relaci髇 con los sistemas de gesti髇 de crisis a nivel pol韙ico-estrat間ico de la Uni髇 Europea (Dispositivo de Respuesta Pol韙ica Integrada a las Crisis) y de la OTAN, salvo en lo relativo a las implicaciones de la Defensa Nacional o en materia de Protecci髇 Civil.

A los efectos de una adecuada preparaci髇 y adiestramiento, conviene realizar ejercicios de gesti髇 de crisis en el plano pol韙ico-estrat間ico con car醕ter peri骴ico. Estos ejercicios tendr醤 como objetivo general activar la estructura y los procedimientos del Sistema de Seguridad Nacional, ejercitando la gesti髇 de crisis ante una situaci髇 de inter閟 para la Seguridad Nacional.

Asimismo, los miembros del Sistema de Seguridad Nacional participar醤 en los ejercicios de las organizaciones internacionales cuando as� sea preciso.

Desarrollo del Sistema

Para el desarrollo de capacidades nacionales para hacer frente a situaciones de crisis, se acometer醤 las siguientes iniciativas:

• – Cat醠ogo de recursos de la Seguridad Nacional. Se elaborar� un cat醠ogo din醡ico de recursos de los sectores estrat間icos del Estado que puedan ser puestos a disposici髇 de las autoridades competentes. En su elaboraci髇 participar� tanto el sector p鷅lico como el privado.

  A dichos efectos, las Comunidades Aut髇omas elaborar醤 sus cat醠ogos espec韋icos de recursos, que se integrar醤 en el estatal, sobre la base de sus propias competencias y la informaci髇 facilitada por el Gobierno.

• – Planes de preparaci髇 y disposici髇 de recursos. Se elaborar醤 para aquellos escenarios aprobados por el Consejo de Seguridad Nacional que, en base al an醠isis de los riesgos y las amenazas, as� lo aconsejen.
• – Sistema de Alerta Temprana basado en indicadores. El modelo integrado para hacer frente a las situaciones de crisis, de forma preventiva, 醙il y eficaz, est� basado en un sistema que permita la toma de decisiones sobre la base de la informaci髇 proporcionada por unos datos objetivos de determinaci髇 de impactos y la evidencia cient韋ica. A tales efectos, se desarrollar� un sistema de indicadores cr韙icos de los distintos 醡bitos de la Seguridad Nacional, cuya monitorizaci髇 y an醠isis permitan desplegar acciones preventivas y, llegado el caso, la ejecuci髇 de medidas de respuesta y conducci髇 en tiempo oportuno.
• – Integraci髇 de la informaci髇 de Seguridad Nacional. Se adoptar醤 soluciones tecnol骻icas basadas en la gesti髇 del conocimiento, y tambi閚, con t閏nicas de Inteligencia Artificial, para la evaluaci髇 de la situaci髇 de seguridad y el apoyo al an醠isis estrat間ico. Estos desarrollos permitir醤 la integraci髇 y el an醠isis de toda la informaci髇 relevante, su distribuci髇 y puesta a disposici髇 de todos los actores intervinientes en la gesti髇 de la crisis, as� como la interoperabilidad de los sistemas involucrados.
• – Desarrollo de las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno. A trav閟 de las comunicaciones especiales, se establecer� un instrumento de gesti髇 para el Sistema de Seguridad Nacional, que se configura como elemento de coordinaci髇 y para el intercambio de informaci髇 clasificada en materia de gesti髇 de crisis.
• – Integraci髇 de las Comunidades y Ciudades Aut髇omas en el Sistema de Seguridad Nacional. Corresponde a la Conferencia Sectorial para asuntos de la Seguridad Nacional asumir las funciones como 髍gano de cooperaci髇 entre el Estado y las Comunidades Aut髇omas en aquellas cuestiones de inter閟 com鷑 relacionadas con la Seguridad Nacional.

El acceso a las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno de todos los actores intervinientes en una situaci髇 de crisis es un requisito imprescindible para su integraci髇 efectiva en el Sistema de Seguridad Nacional. De esta forma, en los pr髕imos cinco a駉s se desarrollar� un plan de extensi髇 progresiva de esta red.