PLAN DE ORDENACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES DE LOS VALLES, FAGO, AISA Y BORAU

MEMORIA

I.- NATURALEZA Y ORIGEN.

La naturaleza del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales es la que se establece en el T韙ulo II de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservaci髇 de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, y en el cap韙ulo III de la Ley 6/ 1998, de 19 de mayo, de Espacios Naturales Protegidos de Arag髇.

La redacci髇 del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales de Los Valles, Fago, A韘a y Borau obedece al mandato del Decreto 203/1997, de 9 de diciembre, del Gobierno de Arag髇, por el que se inicia el procedimiento de aprobaci髇 de este Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, dado que en este territorio, tal y como se recoge en la exposici髇 de motivos del citado decreto, concurren diversas circunstancias especiales en relaci髇 con los recursos naturales, las actuaciones humanas, la utilizaci髇 productiva del espacio y la construcci髇 de los asentamientos, que en conjunto conforman una variedad de paisajes y h醔itats de elevada biodiversidad.

II.- OBJETO DEL PLAN DE ORDENACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES.

Es objeto del presente plan:

• a) Analizar los elementos y procesos que caracterizan el medio f韘ico, indicando su estado de conservaci髇 y las l韓eas de actuaci髇 necesarias para su restauraci髇 y mejora si procediera, o bien se馻lar cu醠es ser醤 las pautas de tratamiento para que, dado el estado actual de los elementos y su interrelaci髇 con los ecosistemas, 閟tos no se deterioren.
• b) Apoy醤dose en el an醠isis anterior, deducir las medidas restrictivas o limitaciones de uso necesarias para conseguir la conservaci髇 de los recursos.
• c) Elegir las figuras legales adecuadas para la protecci髇 de los ecosistemas del 醡bito territorial, elaborando el sistema normativo que regule su aplicaci髇 y recoja el conjunto de medidas de conservaci髇, restauraci髇 y mejora de los recursos naturales que lo precisen.
• d) Establecer los criterios y directrices que orienten las pol韙icas sectoriales para que, a partir de ellas, puedan elaborarse los instrumentos t閏nicos precisos para la conservaci髇 y aprovechamiento racional de los recursos naturales.
• e) Asentar las bases de un desarrollo sostenible mediante el establecimiento de planes y programas que concreten, con la participaci髇 de los agentes sociales implicados, el desarrollo de las 醨eas de influencia socioecon髆ica de Los Valles, Fago, A韘a y Borau.

III.- FINES DEL PLAN DE ORDENACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES.

Se establecen como finalidades b醩icas:

• a) La conservaci髇 de los recursos naturales, y en particular, dotar de una protecci髇 espec韋ica a la flora, la fauna, los ecosistemas por ellos formados, la configuraci髇 geol骻ica de la monta馻 y el paisaje, as� como a las edificaciones hist髍icas, que constituyen los elementos de un conjunto de inter閟 natural, paisaj韘tico, r鷖tico e hist髍ico, a proteger y mejorar.
• b) La ordenaci髇 y promoci髇 de las actividades agropecuarias y forestales de sus habitantes, en equilibrio con la conservaci髇 y promoci髇 del medio natural garantizando un aprovechamiento sostenible.
• c) La promoci髇 social y econ髆ica de la poblaci髇 local y la mejora de su calidad de vida, objetivo que coadyuva al primordial de preservar el medio natural y su patrimonio cultural y etnogr醘ico asociado, todo ello constitutivo de unas se馻s de identidad colectivas.
• d) Dar cumplimiento a las obligaciones que se derivan de la declaraci髇 de las Zonas de Especial Protecci髇 para las Aves y de la propuesta de Lugares de Importancia Comunitaria para su integraci髇 en la Red Natura 2000 en el 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales.

IV.- DELIMITACI覰 DEL 罬BITO TERRITORIAL OBJETO DE ORDENACI覰.

El 醡bito territorial del Plan tiene una superficie de 67.946 hect醨eas, que comprenden los t閞minos municipales de Ans�, Valle de Echo, Arags del Puerto, Jasa, Borau y A韘a. De este 鷏timo municipio se excluye la localidad de Candanch�, situ醤dose el l韒ite de esta 醨ea en la l韓ea Collado de Tortiellas y el Pico de la Garganta de A韘a.

Todos los t閞minos municipales se hallan en la provincia de Huesca, en la comarca de la Jacetania. La descripci髇 literal de los l韒ites y las superficies de cada t閞mino municipal est醤 definidas en los Anexos 1 y 2.

V.- DESCRIPCI覰 Y ESTADO DE CONSERVACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES Y DEL ENTORNO SOCIOECON覯ICO.

V.1.- Marco general y medio f韘ico.

V.1.1.- Situaci髇.

El territorio objeto de ordenaci髇 se ubica en el extremo occidental de la cordillera pirenaica altoaragonesa, en la comarca de la Jacetania y en colindancia con la Comunidad Foral de Navarra por el oeste y la frontera francesa al norte.

V.1.2.- Marco clim醫ico.

Desde el punto de vista clim醫ico nos encontramos en territorio sometido a influencias atl醤ticas amortiguadas, que, adem醩, las influencias mediterr醤eas se encuentran algo alejadas. Esta situaci髇 genera un ambiente que corresponde con un clima subcant醔rico con tendencia submediterr醤eo. As�, cuanto m醩 nos acercamos hacia Navarra, aumenta la influencia del car醕ter cant醔rico -m醩 h鷐edo-, y cuanto m醩 nos acercamos al Somport, aumenta car醕ter continental. De igual manera conforme se desciende en latitud aumenta el grado de continentalidad. Si a influencias a馻dimos las elevadas cotas existentes en la mitad septentrional, se explica la presencia de zonas con clima monta馻 atl醤tica que, como se ver� m醩 adelante, posibilita la presencia de unos pastos de altura de gran valor natural socioecon髆ico.

En cuanto a la distribuci髇 de precipitaciones anuales, general hay un fuerte gradiente norte-sur a favor de la concentraci髇 de lluvias en el periodo de oto駉 a primavera, as� como otro gradiente este-oeste en el mismo sentido. Hacia el disminuyen las precipitaciones estivales y aumenta el 韓dice de mediterraneidad.

Los valores medios anuales de precipitaci髇 registrados las estaciones de la zona se sit鷄n en torno a los 1.000 mm bien se detecta un claro efecto barrera a las perturbaciones noroeste que oponen las sierras interiores, al sur de las cuales en cambio, se dan claras situaciones Foh雗. Esta disposici髇 de las cadenas monta駉sas permite establecer dos zonas diferenciadas en cuanto al volumen de precipitaciones: una norte de las sierras interiores con precipitaci髇 superior 1.500 mm/m� , otra segunda zona comprendida entre dichas sierras y los relieves que marginan por el sur la depresi髇 media con precipitaciones entre los 800 y 1.500 mm/ anuales.

En cuanto a la distribuci髇 espacial de las temperaturas medias anuales, las estaciones de cotas m醩 bajas situadas la mitad meridional de la 醨ea (Emb鷑) presentan valores superiores a los 11篊, encontr醤dose las localidades septentrionales en valores situados en el intervalo 9 a 10篊

Teniendo en cuenta las caracter韘ticas del relieve de la zona, estos valores debieran matizarse con los gradientes altitudinales de 1,42 mm/m en el caso de la precipitaci髇 y -0,6篊/ m en el caso de la temperatura. As�, los sectores culminantes de las sierras interiores tendr韆n una temperatura media intervalo de los 0篊 a -2篊.

En relaci髇 con la nivometeorolog韆 y los desprendimientos de aludes, se detecta la presencia de varios corredores de alud, si bien se desconoce el nivel de actividad de los mismos en 鷏timos a駉s.

V.1.3.- Geolog韆 y geomorfolog韆.

• A) Unidades morfoestructurales.
  • * Pirineo axial: constituye el eje central de la cordillera pirenaica, parcialmente despojada de la cobertera mesozoica, desplazada en la vertiente espa駉la hacia el sur. Forma principal divisoria de aguas entre la vertiente espa駉la francesa, extendi閚dose desde la cabecera del valle de Echo hasta el puerto de Bujaruelo. Geol骻icamente est� compuesta por materiales p閞micos y del Paleozoico Herc韓ico, en la destacan cordales abruptos constituidos por calizas de Dev髇ico Superior - Carbon韋ero Inferior. Su estructura compleja por tratarse de terrenos que han sufrido dos orogenias, sin una continuidad y paralelismo con la direcci髇 general la cordillera. En el caso de los Valles, esta discontinuidad constata perfectamente: no aflora en la cabecera del Veral, 鷑icamente lo hace en la del Arag髇 Subord醤, ocupando sector septentrional, coincidente con el territorio identificado por los siguientes enclaves geogr醘icos: vertiente norte Sierra Bernera, Castillo de Acher, Acherito, Aguas Tuertas Ib髇 de Estan閟. Dentro de la amplia gama de formas de relieve a que las mismas han dado lugar, entre los materiales sedimentarios paleozoicos, es posible diferenciar a grandes rasgos dos soluciones morfoestructurales:
    • - Las calizas dev髇icas originan grandes escarpes con peque駉s rellanos en las cumbres a 2.000-2.900 m de altitud.
    • - Los afloramientos de arcillas y pizarras han favorecido la g閚esis de grandes valles en direcci髇 Oeste-Este siguiendo la estructura general de la cordillera, tal como se detecta en el valle de Guarrinza.

    En esta zona se incluye adem醩 el conjunto detr韙ico del Permotr韆s con colores rojizos muy caracter韘ticos tal como el Castillo de Acher en el alto valle de Echo. Al lado de las cumbres se abren circos y valles glaciares profundos.

  • * Sierras interiores: aparecen adosadas por el sur a la zona axial, formando un estrecho y alargado cordal de crestas dispuesto de oeste a este a partir de calizas y areniscas calc醨eas, que se depositaron durante el Cret醕ico y Terciario Inferior y posteriormente emergidas durante la primera fase de la orogenia pirenaica. Alcanza las mayores cotas, cotas que con frecuencia superan los 2.500 m.s.n.m. (Bisaur韓 2.670 m, los Aspes 2.643 m, La Mesa de los Tres Reyes 2.428 m, Pe馻 Forca 2.391 m, Ezcaurri 2.050 m) y el paso a trav閟 de las sierras se realiza siguiendo ca駉nes encajados abiertos por los r韔s, como la Foz de la Boca del Infierno en el r韔 Arag髇 Subord醤.

    Una caracter韘tica de este sector es la existencia de un importante sistema k醨stico (macizo de Larra y de la Pierre San Mart韓). Este sistema desarrollado de forma espectacular en la superficie de las calizas del Cret醕ico Superior, causa una escorrent韆 pr醕ticamente nula, situ醤dose las principales redes de drenaje de la vertiente espa駉la en materiales Paleozoicos (r韔 Arag髇 Subord醤) o margas del Cret醕ico (valle de Zuriza)

  • * Flysch: aparece al sur de las sierras interiores, como una franja de gran anchura que desciende desde las sierras interiores (2.000 a 2.100 m de altitud) hasta la Canal de Berd鷑 (800 a 1.000 m) Se trata de un relieve de colinas y alineaciones de cumbres redondeadas y vertientes muy homog閚eas debido a la plasticidad que le confiere la litolog韆 consistente en la alternancia en capas muy delgadas de areniscas y margas. Puntualmente sus caracter韘ticas litol骻icas, estructurales, geomorfol骻icas y topogr醘icas, se ven modificadas por la aparici髇 de megacapas calc醨eas de edad eocena que estratigr醘icamente pertenecen posiblemente a la base del Flysch y son responsables de la existencia de geotopos singulares. Algunas de las foces de estos valles coinciden con estas megacapas en los puntos que son atravesados por la red fluvial.

    Frente a las zonas axiales y sierras interiores donde la acci髇 glaciar fue la principal responsable de la evoluci髇 de vertientes, en el flysch son la acci髇 fluvial y los movimientos en masa los factores que caracterizan el relieve.

• B) Estratigraf韆. Los materiales m醩 antiguos corresponden a rocas sedimentarias paleozoicas herc韓icas del Dev髇ico y del Carbon韋ero. Sobre 閟tas se disponen discordantes las series detr韙icas rojas del P閞mico, con distribuci髇 muy discontinua y muy localizada en el sector m醩 septentrional. Discordantes sobre estas o directamente sobre el Paleozoico Herc韓ico, yacen las rocas sedimentarias del Cret醕ico Superior, calc醨eas en su parte inferior y de car醕ter m醩 terr韌eno en su parte superior. Le suceden materiales carbon韋eros y lut韙ico arenosos turbid韙icos del Paleoceno y Eoceno; 閟tos en el sector m醩 meridional, afloran en la culminaci髇 anticlinal de la Foz de Bini閟.
• C) Tect髇ica. La zona se caracteriza por estructuras alpinas de cabalgamiento y plegamiento vergentes hacia el sur. La zona axial corresponde a un 醨ea de estructura alpina antiformal caracterizada por los afloramientos de rocas paleozoicas y un 醨ea donde se encuentran los materiales del Cret醕ico y Terciario, integrantes del sector septentrional de la cuenca de Jaca. Las rocas paleozoicas dev髇icas o carbon韋eras est醤 afectadas por dos etapas de deformaci髇: la orogenia herc韓ica (de edad carbon韋era), y la orogenia alpina (de edad pale骻ena). El P閞mico fosiliza las estructuras herc韓icas, estando este y los materiales que le siguen, afectados solamente por la orogenia alpina, que di� lugar a la cordillera pirenaica. Algunas estructura herc韓icas, pudieron ser reorientadas o reactivadas durante la deformaci髇 alpina, de manera que se pueden observar pliegues herc韓icos que localmente tienen un clivaje que puede ser alpino.
• D) Hidrogeolog韆.

  El factor litol骻ico es el principal determinante en la definici髇 de los niveles acu韋eros, ya que la mayor parte de la din醡ica hidrogeol骻ica est� relacionada con los procesos de karstificaci髇 que se han desarrollado en el territorio. Los sistemas k醨sticos de mayor entidad se encuentran en la parte noroeste y nordeste: sistema k醨stico de Larra, acu韋ero cret醕ico- paleoceno (con importantes surgencias en la cabecera del Arag髇 Subord醤) y acu韋ero del Eoceno (con manantiales en cabecera del r韔 Estarr鷑, r韔 Osia y barranco de los Cambones).

• E) Procesos geomorfol骻icos. Analizados desde el punto de vista de su origen, pueden considerarse vinculados directamente a la geolog韆 de la zona (formas estructurales) o bien directamente relacionados con el modelado cuaternario (formas y dep髎itos de origen glaciar y periglaciar, formas k醨sticas, evoluci髇 de vertientes y dep髎itos aluviales), existiendo una amplia representaci髇 de ambos tipos en la totalidad del territorio.

  Los aspectos estructurales constituyen los rasgos m醩 importantes del relieve pirenaico, configurando las grandes unidades de su morfolog韆. La presencia de escarpes, la peculiaridad de las divisorias o el perfil de las laderas tienen que ver con la resistencia de las rocas y con la inclinaci髇 y ritmo de estratificaci髇 de las capas. Se distingue muy bien entre el relieve del Pirineo Axial, el de las Sierras Interiores y el de la zona del flysch, cuyos contrastes definen muy bien la morfolog韆 de los valles.

  En cuanto al modelado cuaternario, las formas y dep髎itos de origen glaciar revelan la gran importancia de la acci髇 de los hielos en el Pirineo durante esa etapa: circos glaciares festoneando las divisorias m醩 elevadas, amplias artesas y otras formas erosivas y dep髎itos representativos de origen glaciar demuestran que en la vertiente sur de esta cordillera se desarrollaron potentes lenguas de hielo cuya extensi髇 m醲ima se conoce con bastante aproximaci髇.

  En cuanto a las formas k醨sticas, buena parte del territorio est� ocupado por calizas y sobre ellas se ha desarrollado un modelado k醨stico debido a la disoluci髇 de la roca por el agua de lluvia cargada de anh韉rido carb髇ico; este modelado implica la presencia de formas caracter韘ticas en superficie, y de simas y cuevas en profundidad, conductos de circulaci髇 del agua subterr醤ea dentro del macizo.

  Por 鷏timo, en lo referente a la evoluci髇 de vertientes y dep髎itos aluviales, en las 醨eas de roquedo menos resistente es donde los procesos de vertiente han desarrollado una actividad m醩 intensa, coincidiendo tambi閚 con los sectores que soportan un menor control estructural, sobre todo el sector correspondiente al flysch eoceno; es all� donde encontramos la mayor diversidad de fen髆enos de evoluci髇 de vertientes, unos relacionados con movimientos de masa y otros con el arroyamiento superficial.

V.1.4.- Edafolog韆.

En general, los suelos est醤 poco evolucionados, salvo los situados en fondos de valle y en otros emplazamientos dedicados a la agricultura. En cuanto a la superficie no labrada, existe una amplia gama de suelos en funci髇 del tipo de roca y clima. Por encima de los 1.600 m el clima es muy fr韔, con prolongada innivaci髇 lo que determina una escasa evoluci髇 del suelo. A cotas inferiores, sobre roca caliza, se desarrollan suelos de tipo rendzina y, con mayor evoluci髇, aparece un horizonte estructural. Sobre roca sil韈ea el horizonte superior presenta una escasa saturaci髇 de bases y por tanto pH relativamente bajo.

La erosi髇 media en las zonas m醩 septentrionales, situadas al norte de las sierras interiores, no es elevada (p閞didas de suelo inferiores a 12 Tm/Ha/a駉). Sin embargo, en suelos de litolog韆 m醩 fr醙il, formados sobre los materiales del Flysch, los niveles de erosi髇 se sit鷄n en torno a las 25 Tm/Ha/a駉.

V.1.5.- Red hidrogr醘ica.

Nos encontramos ante una red hidrogr醘ica con r韔s t韕icos de monta馻, con importantes variaciones de caudal a lo largo del a駉, dependiendo de la reserva nival. La red est� conformada por los r韔s Majones, Veral, Arag髇 Subord醤, Osia, Estarr鷑 y Lubierre. En los tramos altos de cabecera, los cursos fluviales presentan pendientes superiores al 2%, anchuras inferiores a los seis metros, y profundidades someras, con lechos formados fundamentalmente por bloques, los m醨genes aparecen con poca vegetaci髇, aumentando aguas abajo con la presencia de sauces (Salix purpurea y Salix elaeagnos). En los tramos medios la pendiente disminuye al 1%. El cauce presenta anchuras mayores pudiendo llegar a alcanzar los 100 metros. Dominan aguas r醦idas, y la estabilidad de las orillas es buena, formada por grandes extensiones de gravas, gravillas y finos f醕ilmente erosionables. La vegetaci髇 de ribera la constituyen sauces y chopos. En los tramos finales la pendiente desciende alrededor del 0,8% y la anchura del cauce se sit鷄 en torno a los 18 metros. El lecho lo componen rocas grandes, gravas y gravillas en proporciones bastante parejas. Las riberas presentan chopos y sauces de talla arb髍ea, con otras especies acompa馻ntes, si bien estas comunidades se hallan muy degradadas.

V.2.- Biocenosis.

V.2.1.- Flora.

La flora del territorio considerado re鷑e alrededor de 1.200 especies de plantas vasculares, lo cual -teniendo en cuenta la localizaci髇 de la zona en la cordillera pirenaica y la superficie a la que hace referencia el dato indicado- permite afirmar que la riqueza flor韘tica del territorio se sit鷄 en valores normales para los territorios monta駉sos del norte peninsular, mientras que resulta mucho m醩 elevada que la que se encuentra en territorios vecinos con menores desniveles altitudinales y microambientes.

A grandes rasgos, las proporciones de los grupos corol骻icos (30% eurosiberiano, 13% orofitas, 7% boreo-alpinas, 20% mediterr醤eos, 7% endemismos, 23% cosmopolitaspluriregionales o ne骹itos) son similares a las de los territorios vecinos del Pirineo, aunque l骻icamente reflejan una mayor influencia atl醤tica que las de los valles del Pirineo central, y un menor n鷐ero respecto a estos 鷏timos de las plantas boreoalpinas caracter韘ticas de la alta monta馻 pirenaica.

En cuanto a la forma biol骻ica de las plantas, merece la pena destacar que la mayor parte de las plantas del territorio (51,6%) corresponden a los hemicript骹itos, lo que traduce la importancia en el paisaje de las comunidades de pastos y prados donde predominan estas formas de vida, especialmente en pastos alpinos y subalpinos.

Las restantes formas biol骻icas presentes se distribuyen en porcentajes similares entre s�: ter骹itos 15,5%; ge骹itos 12,4%; cam閒itos 10,9% y faner骹itos 9,4%.

En lo relativo a la presencia de elementos flor韘ticos de inter閟, de cara a la valoraci髇 del territorio, se considera que:

• * Entre las 1.200 especies presentes, 232 se consideran raras. De ellas 57 adem醩 de ser muy raras en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, tambi閚 lo son en el Pirineo y en la totalidad de su 醨ea de distribuci髇. De las 232 especies consideradas raras, el 24% se encuentran en los pastos y el 16,8% en los bosques h鷐edos montanos. Los pastos supraforestales y los cantiles y gleras albergan el 13,3% y 12,9% respectivamente.
• * Existen 7 taxones end閙icos en el 醨ea de estudio con 醨ea central en el Alto Pirineo Occidental, de los que buena parte de sus poblaciones se encuentran en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales (Aconitum variegatum subsp pyrenaicum, Androsace hirtella, Lathyrus vivantii, Petrocoptis hispanica, Saxifraga hariotii, Thalictrum macrocarpum, Valeriana longifloar subsp longiflora). Presentan distintos grados de vulnerabilidad y presencia, y en la mayor parte de los casos se trata de plantas rup韈olas que viven en las fisuras de los cantiles o bien en las comunidades megaf髍bicas en la franja m醩 septentrional del territorio. Se han detectado 39 taxones end閙icos del Pirineo en el 醡bito del Plan. La mayor parte de ellos habitan en los ambientes supraforestales, bien formando parte de la vegetaci髇 de los pastos o de los cantiles y pedregales.
• * 43 taxones presentan l韒ite absoluto de su 醨ea de distribuci髇 en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, de las que la mayor parte corresponden a especies pirenaicas o alpino-pirenaicas.

V.2.2.- Vegetaci髇.

Las caracter韘ticas clim醫icas y el relieve de la zona permiten establecer dos grandes bloques en cuanto a la vegetaci髇 presente: la correspondiente a los pisos montano y subalpino, con masas arboladas y sus comunidades derivadas, y la supraforestal, que corresponder韆 al piso alpino, si bien debido a las pr醕ticas hist髍icas ha invadido pisos inferiores, donde encontramos la mayor parte de los pastos presentes en la zona del 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales.

A continuaci髇 se describe de modo somero cada una de las agrupaciones presentes:

• A) Masas arboladas y comunidades derivadas:
  • * Carrascales: ocupan los lugares m醩 secos y c醠idos del territorio, asentados sobre suelos ricos en bases y exposiciones generalmente soleadas. Constituyen el nivel mesomediterr醤eo situado en las zonas de menor altitud o enclaves m醩 elevados con topoclimas secos. Van siempre acompa馻dos por el boj, y en el estrato arbustivo presentan adem醩 Rhamnus alaternus, Phillyrea media, Pistacia terebinthus, Juniperus oxycedrus, Colutea arborescens y Euphorbia characias. En los pastos derivados predomina Brachypodium retusum, Thymus vulgaris, Lavandula latifolia y Coris monspeliensis entre otras. Las manchas mejor conservadas se encuentran en las solanas al sur de la Foz de Bini閟 y en las coronas cercanas al Puente de La Reina, pero la carrasca asciende hasta la Boca del Infierno y otros enclaves norte駉s acompa馻da de diversas especies term骹ilas. Tambi閚 destacan enclaves algo m醩 frescos en el fondo de la Foz de Bini閟 y Fago donde aparecen ejemplares aislados de encina acompa馻dos de coscoja, Phillyrea angustifolia, Lonicera implexa y Ephedra nebrodensis.
  • * Quejigares de roble marcescente: se sit鷄n en cualquier exposici髇, pero cuanto m醩 al norte, m醩 en solana, entre 1.000 m y 1.400 m. Ocupan suelos frescos aunque algo secos, de naturaleza limosa o arcillosa, ricos en bases. Como acompa馻ntes m醩 caracter韘ticos se encuentran los siguientes 醨boles y arbustos: Coronilla emerus, Cytisus sessiliflorus, Acer opalus, Acer campestris, Sorbus aria, Viburnum lantana, Ligustrum vulgare, Amelanchier ovalis y, como en buena parte del territorio, el boj. Los pastos derivados corresponden al lastonar de Brachypodium pinnatum con Aphyllantes monspeliens. En estos bosques la influencia cant醔rica se detecta por la presencia de especies como Helictotrichon cantabricum, Thymelaea ruizii, Genista hispanica subsp occidentalis o Erica cinerea. Debido a la explotaci髇 sistem醫ica de los quejigares para la creaci髇 de dehesas boyales, la saca de lotes de le馻 o la roturaci髇 para cultivos, gran parte de la superficie ocupada por los quejigos, ha desaparecido, y estos terrenos han sufrido importantes problemas erosivos. Con el objetivo de paliar esta situaci髇 en algunas zonas se acometieron trabajos de repoblaci髇 forestal, que hoy en d韆 suponen la presencia de masas arboladas de Pinus nigra.
  • * Pinares de pino albar del piso montano: se sit鷄n en los ambientes menos h鷐edos del piso montano, y generalmente en exposiciones soleadas. Ocupan grandes superficies debido a su car醕ter heli骹ilo, colonizador y pionero, indiferente a la naturaleza del sustrato, de manera que ocupa cualquier claro en el bosque y llega desde los 500 a los 1.600 metros. Se encuentran en zonas de umbr韆 media y alta entre los 1.000 y 1.600 metros mezclados con hayas y abetos o bien solanas de suelo algo profundo. En el primer caso se trata de los pinares calificados como pinares musgosos que marcan la transici髇 a los bosques h鷐edos, acompa馻do de muchas especies acid骹ilas, en contrapartida con los pinares m醩 xer骹ilos que se馻lan la transici髇 hacia el quejigal seco.
  • * Hayedos, abetales y bosques mixtos: estos bosques se馻lan la influencia oce醤ica del Cant醔rico y presentan numerosas especies nemorales. Dentro de este complejo de vegetaci髇 pueden distinguirse:
    • - Los hayedos con mayor car醕ter atl醤tico que ocupan laderas y hondonadas con suelos profundos, muchas veces muy acidificados y topoclimas h鷐edos con nieblas abundantes. Es frecuente la presencia del abeto en este tipo de bosque que puede llegar a ser dominante en los fondos de valle y otras zonas de acumulaci髇 de suelo.
    • - Los hayedos con boj de car醕ter m醩 submediterr醤eo, habitan las zonas l韒ite por la humedad para la presencia de haya, con precipitaciones anuales cercanas a los 1.000 mm/m� y pueden colonizar suelos pedregosos con la compa耥a del boj y de otros arbustos que se encuentran y tambi閚 en la cohorte del pinar musgoso e incluso del quejigal. Con mucha frecuencia aparece en estos bosques el pino albar (Pinus sylvestris) y es com鷑 la introgresi髇 del pinar musgoso en este tipo de hayedo, no siendo rara la presencia de acebo en estas situaciones.
    • - Bosques mixtos en fondo de valle, pies de cantil y laderas inestables donde forman comunidades permanentes con un buen n鷐ero de especies arb髍eas: arces, tilo, olmo de monta馻 y fresno m醩 avellanos y algunas zarzamoras (Rubus spp.). Sobre laderas pedregosas se encuentran peque馻s manchas de abedul (Betula pendula) y temblones (Populus tremula). En los claros de estos bosques h鷐edos y al pie de cantiles sombr韔s aparecen formaciones arbustivas y de megaforbios que hay que rese馻r por la riqueza flor韘tica y la presencia de numerosas plantas muy raras.
  • * Bosques subalpinos de pino negro: corresponde al bosque clim醕ico del piso subalpino en orientaciones m醩 o menos soleadas y con escasa innivaci髇. El pino negro coloniza bien los suelos pedregosos y en ocasiones aparece acompa馻do de la gayuba, Juniperus communis, Cotoneaster integerrimus y Festuca gautieri.
  • * Vegetaci髇 de ribera: se distinguen dos tipos dependiendo de la altitud. En las zonas altas del territorio por encima de Ans�, en el Barranco del Infierno, Arags y A韘a aparecen algunos bosquetes que bordean los cauces estrechos de los r韔s y est醤 formados por los caducifolios descritos en el bosque mixto montano.
  Hasta los 1.000 m de altitud, la vegetaci髇 de las riberas se reduce, en el mejor de los casos, a formaciones arbustivas de sargas o sauces. En estos salguerales encontramos Salix elaeagnos subsp. angustifolia y Salix purpurea que forman poblaciones muy llamativas en invierno por su colorido y alcanzan una extensi髇 destacable en el r韔 Estarr鷑, entre A韘a y Las Tiesas, en el r韔 Osia, entre Arags y Jasa y m醩 abajo de esta 鷏tima poblaci髇 y en algunos tramos del Arag髇 Subord醤, entre Siresa y La Boca del Infierno.

  Junto a los regatos de agua, surgencias y en otros suelos siempre h鷐edos, se encuentra una vegetaci髇 muy caracter韘tica (al. Molinio-Holoschoenion) con las siguientes especies: Holoschoenus vulgaris, Cirsium monspessulanum, Mentha longifolia, Molinia coerulea, Lysimachia ephemerum, Lythrum salicaria, Eupatorium cannabinum, Juncus articulatus, Juncus inflexus, Prunella vulgaris, entre otras.

  El resto de los cauces fluviales aparecen muy alterados y sin cubierta vegetal o bien invadidos por plantas term骹ilas y nitr骹ilas procedentes de los campos abandonados tales como Genista scorpius, Silene vulgaris, Polygonum spp., Amaranthus spp., Chenopodium album, etc.

  Como comunidades derivadas de las citadas encontramos:

  • * Bujedos (Buxus sempervirens): los matorrales de boj, m醩 o menos densos y acompa馻dos muchas veces por enebros (Juniperus communis o Juniperus oxycedrus) y otros arbustos, son muy abundantes por constituir la fase arbustiva de sustituci髇 de carrascales, quejigales, pinares y hayedos en gran parte del territorio.
  • * Matorrales de eriz髇 (Echinospartum horridum): es caracter韘tico del piso montano seco y coloniza suelos esquel閠icos en laderas y crestones, donde forma comunidades permanentes, sobre todo en el Valle de A韘a y Arags, enrareci閚dose hacia el Oeste por la influencia cant醔rica. El eriz髇 coloniza zonas quemadas, generalmente en compa耥a del boj, al presentar ambas especies gran capacidad de rebrotar tras el fuego.
  • * Prebrezales: son matorrales de peque駉s arbustos y sufr鷗ices que colonizan las solanas reforestadas del alto valle de Ans� y llegan hasta La Reclusa de Siresa indicando la influencia subcant醔rica: Genista hispanica subsp. occidentalis, Erica vagans, Calluna vulgaris, Thymelaea ruizii y Pteridium aquilinum son caracter韘ticas de este matorral, que corresponde a la serie de degradaci髇 del quejigal situado en el piso montano inferior, sobre suelos acidificados.
  • * Piornales: aunque ocupando peque馻s superficies, hay que destacar por su originalidad en nuestro territorio y en el Pirineo, los matorrales de Genista florida subsp. polygaliphylla sola o acompa馻da de Genista balansae (Cytisus purgans) que aparecen sobre los afloramientos rocosos del Permotr韆s en el Barranco de Acherito de Ans� y en Oza-Guarrinza, Barranco de la Espata y Barranco Estriviella en el t閞mino municipal de Valle de Echo, entre 1.300 y 1.600 m de altitud y ocupando claros y orlas forestales de abeto, pino y haya.
  • * Matorrales subalpinos de enebro: son matorrales m醩 o menos densos de Juniperus communis que se extienden entre los 1.800 y los 2.200 metros e indican, al menos en la franja inferior, el antiguo dominio del bosque de pino negro. Durante muchos a駉s, las pr醕ticas pastorales incendiaban peri骴icamente estos matorrales para proporcionar pastos al ganado, pero actualmente la disminuci髇 de la ganader韆 hace posible la recuperaci髇 de esta vegetaci髇 que es muy conspicua en muchas zonas de los puertos de verano.
  • * Prados de siega: son comunidades herb醕eas creadas y mantenidas por el hombre como complemento a la explotaci髇 ganadera. Se ubican en las zonas m醩 frescas del piso montano, entre 1.000 y 1.600 metros de altitud, aprovechando los suelos profundos que mantienen la humedad en verano, lo que permite optimizar la recogida de hierba. Contienen una destacable riqueza flor韘tica que puede superar las cincuenta especies en pocos metros cuadrados. La composici髇 flor韘tica es muy variable y est� condicionada en gran medida por las pr醕ticas humanas tales como el estercolado, riego, fechas de siega, pastoreo, etc. Las principales zonas de prados se sit鷄n en los valles de A韘a y Echo, por encima de estos pueblos, imprimiendo un sello caracter韘tico al paisaje de monta馻 y se馻lando su tradici髇 ganadera. El abandono de estos prados ante la disminuci髇 de la ganader韆 permite la r醦ida colonizaci髇 arbustiva y la m醩 lenta por las especies forestales sin excesivos riesgos de erosi髇 pero con un importante impacto paisaj韘tico.
• B) Vegetaci髇 supraforestal:
  • * Vegetaci髇 de fisuras y rellanos de cantil: engloba las comunidades rup韈olas de rocas calizas del Pirineo y otras monta馻s alpinas. Por encima de los 2.000 m, y ocasionalmente a partir de los 1.800 m, encontramos comunidades con especies caracter韘ticas: Valeriana globularifolia, Campanula cochlearifolia, Potentilla nivalis, Saxifraga paniculata, Agrostis schleicheri y Asplenium viride. Situada altitudinalmente por debajo de la anterior aunque algunas de sus plantas caracter韘ticas pueden ascender hasta los 2.400 m. Se encuentran Potentilla alchimilloides, Asperula hirta, Hypericum nummularium y Saxifraga longifolia.

    Ambas comunidades aparecen indistintamente sobre las rocas calizas o las areniscas y presentan una cobertura vegetal muy baja (siempre inferior al 5%). Al pie de estos cantiles se observan manchas de muy escasa superficie de Cystopteris fragilis, Viola biflora, Kernera saxatilis y Erinus alpinus en los que suelen abundar especies nitr骹ilas por ser ambientes frecuentados por el ganado.

  • * Vegetaci髇 de gleras y pedregales: la cobertura vegetal es muy baja (1-5%) debido a los movimientos del sustrato y se distinguen dos comunidades bien caracterizadas flor韘ticamente y que ocupan ambientes diferenciados:
    • - En laderas pedregosas m髒iles con fuertes pendientes (30-50�) y aporte peri骴ico de gelifractos, por encima de 1.900 m, donde las plantas m醩 caracter韘ticas son: Crepis pygmaea, Festuca pyrenaica, Veronica nummularia, Linaria alpina, Carduus carlinoides, Saxifraga oppositifolia, Saxifraga aizoides y Cirsium glabrum.
    • - Sobre sustratos pedregosos y pendientes m醩 moderadas que las ocupadas por la anterior, y alcanzando los 2.100 y 2.500 m, se encuentran Saxifraga ajugifolia, Epilobium anagallidifolium, Ranunculus alpestris, Hutchinsia alpina y Saxifraga aizoides son las plantas predominantes.
  • * Vegetaci髇 de suelos inundados, fuentes y regatos: el primer tipo de vegetaci髇 corresponde a terrenos llanos con suelos permanentemente inundados que, a veces, corresponden a antiguos ibones colmatados: Aguas Tuertas y La Paul de Bernera en el Valle de Arags son los mejores enclaves. Esta comunidad presenta un alto recubrimiento vegetal (cercano al 100%) y puede asimilarse a la as.Caricetum nigrae, Carex nigra, Scirpus caespitosus, Leontodon duboisii, Carex ovalis son las plantas m醩 caracter韘ticas que aparecen mezcladas con otras procedentes de las zonas m醩 bajas como Molinia coerulea, Deschampsia caespitosa, Juncus articulatus y Juncus inflexus.

    Junto a corrientes de agua y fuentes permanentes o temporales, sobre suelos eutrofos y con alto recubrimiento de vegetaci髇 (cercano al 100%) donde puede haber una gran presencia de musgos, encontramos Carex davalliana, Primula farinosa, Carex lepidocarpa, Pinguicula vulgaris, Pinguicula grandiflora, Tofieldia calyculata, Parnassia palustris y Eleocharis quinqueflora. En el territorio, esta comunidad aparece en superficies muy peque馻s y fragmentarias.

  • * Pastos pedregosos oromediterr醤eos de crestas y laderas: es la vegetaci髇 de crestas crioturbadas y laderas pedregosas con pendientes de hasta el 30� y suelos moderadamente m髒iles. La cobertura var韆 seg鷑 la pendiente pero rara vez alcanza el 40% y en muchos casos no supera el 20%. Las plantas caracter韘ticas son: Festuca gautieri, Helictotrichon sedenense, Sideritis hyssopifolia, Androsace villosa, Koeleria vallesiana y Vitaliana primuliflora. Esta comunidad est� muy extendida en la zona hasta los 2.000 m de altitud.
  • * Pastos de collados y crestas alpinas: se trata de los pastos calc韈olas t韕icos del piso alpino de los Alpes y Pirineos caracterizados por Elyna myosuroides, Carex rupestris, Oxytropis pyrenaica, Antennaria carpatica, Gentiana nivalis, Dryas octopetala y otras especies comunes con la comunidad anterior. La cobertura vegetal es alta (cercana al 80%) y ocupa suelos profundos descubiertos de nieve tempranamente. En el territorio se encuentra exclusivamente por encima de 2.300 m y encuentra aqu� el l韒ite occidental absoluto de la comunidad.
  • * Pastos densos sobre suelos profundos e innivados: se distinguen dos comunidades:
    • - En laderas con pendientes suaves o moderadas (hasta el 20%) y suelos profundos (entre 20 y 60 cm), con humedad permanente. La cobertura vegetal es casi continua y se extiende por encima de los 2.000 m hasta las cumbres. Las plantas caracter韘ticas son: Trifolium thalii, Festuca nigrescens subsp. microphylla, Alchemilla gr. plicatula, Armeria pubinervis, Carex parviflora.
    • - Sustituyendo a la comunidad anterior en ambientes tambi閚 muy innivados pero sobre sustratos pedregosos, entre 1.800 y 2.500 m y pudiendo la cobertura vegetal superar el 90%: Horminum pyrenaicum, Primula elatior subsp. intricata, Alchemilla plicatula, Armeria pubinervis. Hay que destacar la escasa presencia o la falta total de gram韓eas, tan abundantes en el resto de los pastos.
  • * Cervunales: se distinguen dos tipos de comunidades:
    • - Sobre suelo profundo, acidificado generalmente en pendientes de 20-40�, con orientaciones solanas y entre 1.900 y 2.600 m de altitud. La cobertura de la vegetaci髇 es cercana al 100%. Las especies dominantes son, Festuca eskia, Festuca nigrescens subsp. microphylla, Agrostis rupestris, Jasione laevis, Luzula nutans, Campanula scheuzerii y otras plantas comunes con los cerrillares.
    • - Espor醖icamente, en ambientes similares a la comunidad anterior, entre 1.800 y 2.300 m aparecen un tipo de cervunales caracterizados la dominancia de Festuca paniculata, con coberturas cercanas al 100%. Esta especie se comporta como colonizadora ante la escasa presi髇 actual de pastoreo y parecen estar invadiendo lentamente laderas con suelo profundo por todo el territorio.
  • * Cerrillares: son los pastos mes骹ilos y acid骹ilos dominantes en buena parte de los puertos sobre suelos profundos y poco permeables, con cobertura de la vegetaci髇 del 100%. En el territorio, esta comunidad encuentra su l韒ite altitudinal hacia los 2.300 m, siendo sustituidos altitudinalmente por los pastos densos del Primulion intricatae. En funci髇 de su distribuci髇 altitudinal, pueden distinguirse dos comunidades:
    • - Por debajo de los 2.000 m encontramos los cerrillares t韕icos que colonizan grandes extensiones, tanto en zonas llanas como en pendientes de hasta 30� y que est醤 caracterizados por: Nardus stricta, Festuca nigrescens, Deschampsia flexuosa, Anthoxanthum odoratum, Meum athamanticum, Potentilla erecta y Ranunculus amplexicaulis. En muchas ocasiones estos pastos forman mosaico con los mes骹ilos del Mesobromion erecti.
    • - Situada por encima de 2.000 m y por tanto, relacionada con mayor innivaci髇, encontramos Carex macrostylon, Plantago alpina y Alopecurus gerardi son las plantas m醩 caracter韘ticas que acompa馻n a muchas de las mencionadas en la anterior asociaci髇. En este nivel altitudinal (2.000- 2.400 m), encontramos pastos densos colonizadores de suelos profundos relictos, compartidos en ocasiones por esta comunidad y las de la as. Trifolio-Festucetum nigrescentis de la al.Primulion intricatae.

    Tanto estos pastos como los del apartado anterior aparecen con frecuencia formando mosaico con manchas del regaliz de monta馻 (Trifolium alpinum).

  • * Pastos mes骹ilos de Bromas erectus: se trata de la comunidad pasc韈ola m醩 extendida por debajo de los 2.000 m, junto con los cerrillares, y constituyen los pastos explotados por las vacas principalmente. Se encuentran en zonas llanas o de escasa pendiente, sobre suelos neutros o algo acidificados y alcanzan recubrimientos cercanos al 100%, siendo sus plantas m醩 caracter韘ticas: Festuca gr. rubra, Agrostis capillaris, Briza media, Koeleria cristata, Danthonia decumbens, Lotus corniculatus, Trifolium montanum, Galium verum, Rhinantus mediterraneus, Achillea millefolium, Anthyllis vulneraria, Sanguisorba minor y Cirsium acaule
  • * Comunidades de ventisqueros: se encuentran en suelos pedregosos, con innivaci髇 muy prolongada (per韔do vegetativo menor de 3 meses) y por tanto, situados en las zonas m醩 elevadas. La cobertura vegetal es muy variable aunque puede alcanzar el 75% y las plantas m醩 t韕icas son: Salix pyrenaica, Carex pyrenaica, Cardamine alpina, Cerastium cerastioides, Sibbaldia procumbens, Gnaphalium supinum, Veronica alpina, Ranunculus alpestris y Veronica aphylla. En la zona de estudio, esta comunidad ocupa tambi閚 superficies muy reducidas.
  • * Majadas y pastos nitr骹ilos: los reposaderos de ganado, aun no ocupando aqu� grandes extensiones, son muy abundantes entre los pastos mes骹ilos y los cervunales y est醤, l骻icamente, relacionados con el comportamiento y el manejo del ganado (saladeros, abrevaderos, caba馻s de los pastores). Alcanzan los 2.300 m de altitud y presentan recubrimientos vegetales elevados. Las plantas m醩 t韕icas son: Cirsium eriophorum, Carduus nutans, Chenopodium bonus-henricus, Sisymbrium austriacum subsp. crysanthum, Geranium pyrenaicum, Rumex crispus, Dactylis glomerata, Barbarea intermedia, Urtica dioica, Stellaria media y Silene vulgaris.

Los pastos muy pisoteados y estercolados se sit鷄n cerca de las majadas y alcanzan los 2.300 m. Las especies m醩 caracter韘ticas son: Poa supina, Taraxacum pyrenaicum, Dactylis glomerata, Trifolium repens y Polygonum aviculare.

De las agrupaciones vegetales mencionadas, es preciso llamar la atenci髇 sobre el inter閟 que presentan las formaciones arboladas de bosques altimontanos: pinares de pino negro, (pr髕imos al l韒ite de su distribuci髇), hayedos y abetales, as� como los bosques mixtos, carrascales y quejigales.

V.2.3.- Fauna.

Como aspectos m醩 destacables para cada uno de los grupos de fauna presentes podemos citar los siguientes:

• A) Invertebrados. En cuanto a invertebrados, se dispone de escasa informaci髇, aunque se conoce la presencia de especies de inter閟, en concreto dos especies de cole髉teros ceramb韈idos, Rosalia alpina y Cerambyx cerdo, y tres de lepid髉teros, Maculina arica, Parnassius apollo, Parnassius mnemosyne. Asimismo, se conoce la presencia de al menos seis endemismos pirenaicos de cole髉teros car醔idos y dos endemismos cantabropirenaicos de lepid髉teros.
• B) Peces. En cuanto a la ictiofauna se detecta la presencia de siete especies: trucha com鷑 (Salmo trutta fario), barbo com鷑 (Barbus graellsii), barbo culirroyo (Barbus hasii), madrilla (Chondrostoma toxostoma), piscardo (Phoxinus phoxinus), bermejuela (Chondrostoma arcasii), y pez lobo (Barbatula barbatula). Podemos caracterizar los tramos altos como salmon韈olas, los tramos medios como de transici髇 con un mayor n鷐ero de especies, y en los tramos bajos, se tiende a alcanzar una dominancia de los barbos. Entre las especies presentes destaca la trucha com鷑 por su inter閟 como especie deportiva y la bermejuela como especie catalogada, localizada 鷑icamente en el r韔 Lubierre.
• C) Herpetofauna. El conocimiento de la herpetofauna puede considerarse actualmente como incompleto. La reciente identificaci髇 de una nueva especie de anfibio, la rana pirenaica (Rana pyrenaica) y la reclasificaci髇 de la lagartija montana del Pirineo (Lacerta bonnali) como una nueva especie, son clara muestra de ello.

  Los anfibios, se encuentran representados por al menos trece especies. Vinculados a medios h鷐edos, para su supervivencia requieren humedad ambiental y masas de agua, as� como temperaturas moderadas o una combinaci髇 de temperaturas altas y aguas permanentes. Los reptiles est醤 representados con 20 especies.

  La distribuci髇 espacial de estas especies puede definirse en los siguientes t閞minos:

  • * Piso basal: la salamanquesa com鷑 (Tarentola mauritanica) y la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) muestran un comportamiento muy term骹ilo y xer骹ilo s髄o presentes en enclaves mediterr醤eos localizados en el 醨ea m醩 meridional entre los 500 y 600 m. La excepcional presencia de ambientes adecuados para estas especies tiene como consecuencia su escasa representaci髇.
  • * Piso colino: entre los 600 y 900 m, se distribuyen especies que caracterizan el piso colino. Son especies de car醕ter term骹ilo aunque un poco m醩 higr骹ilas, incluyendo la mayor韆 de los ofidios: culebra de escalera (Elaphe escalaris), culebra de Esculapio (Elaphe longuissima), culebra de collar (Natrix natrix), culebra viperina (Natrix maura), culebra bastarda (Malpolon monspessulanus),culebra lisa meridional (Coronella girondica), v韇ora hocicuda (Vipera latasti). Tambi閚 estan presentes esliz髇 trid醕tilo (Chalcides chalcides), sapillo moteado (Pelodytes punctatus), lagarto ocelado (Lacerta lepida), lagartija ib閞ica (Podarcis hispanica), ranita de San Ant髇 (Hyla arborea), sapo corredor (Bufo calamita). En este territorio y ligadas a los h醔itats acu醫icos y de car醕ter term骹ilo se describen: rana com鷑 (Rana perezi), culebra de collar, culebra viperina, trit髇 jaspeado (Triturus marmoratus).
  • * Piso montano: se distinguen varios tramos:
    • - En el intervalo altitudinal que va de los 900 a los 1.000 m se puede encontrar preferentemente, lagarto viridis (Lacerta viridis), sapo com鷑 (Bufo bufo), luci髇 (Anguis fragilis) y v韇ora hocicuda. Son especies con unas exigencias ecol骻icas poco estrictas y una importante variaci髇 altitudinal. Lagarto verde y luci髇 son especies higr骹ilas y sapo com鷑 presenta una mayor independencia del agua.
    • - Entre los 1000 y 1.200 m, la franja media montana, se localizan la culebra verdiamarilla (Coluber viridiflavus), sapo partero (Alytes obstetricans), trit髇 palmeado (Triturus helveticus), lagartija de turbera (Lacerta viv韕ara), culebra lisa europea (Coronella austriaca) y v韇ora 醩pid (Vipera aspis).
    • - El trit髇 pirenaico (Euproctus asper) y la rana pirenaica (Rana pyrenaica) presentan una distribuci髇 exclusiva de este espacio montano. Son especies con elevada higrofilia y resistencia al fr韔. Sin embargo, trit髇, culebra lisa europea y v韇ora 醩pid pueden encontrarse a altitudes mucho m醩 bajas.
  • * Alta monta馻: una 鷑ica especie, la lagartija pirenaica, muestra una distribuci髇 altitudinal extrema dentro del intervalo 1800-2600 m. Constituye un endemismo pirenaico adaptado a gran altitud y que puede soportar condiciones de temperatura extremas, mostrando una alta tolerancia t閞mica y sobreviviendo en un ambiente con un periodo vegetativo muy limitado a lo largo del a駉.
• D) Aves. De las 179 especies citadas en el Alto Arag髇 Occidental, alrededor de 129 nidifican en el territorio del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales. Si se tiene en cuenta que en Arag髇 se contabilizan 209 especies nidificantes, se concluye que el 61,7% quedan representadas en este espacio.

  De las especies presentes, 78 son sedentarias, lo que constituye el 43,5% del total. En la temporada estival este territorio recibe la presencia de 61 especies. Se han localizado 17 migradores invernales y 23 especies divagantes o en paso.

  La diversidad de condiciones ambientales presentes en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales posibilita la presencia de este gran n鷐ero de especies:

  • * Piso colino: hasta los 800 m con climatolog韆 submediterr醤ea, con carrascales, quejigales y matorrales secos. En carrascales se hallan curruca mirlona (Sylvia hortensis); en quejigales: c醨abo (Strix aluco), paloma zurita (Columba oenas), pito real (Picus viridis), pico picapinos (Dendrocopos major), herrerillo com鷑 (Parus caeruleus), carbonero com鷑 (Parus major), herrerillo capuchino (Parus cristatus) y carbonero garrapinos (Parus ater) entre otros; en matorrales secos se encuentra curruca carrasque馻 (Sylvia cantillans), perdiz roja (Alectoris rufa), tarabilla com鷑 (Saxicola torquata), escribano norte駉 (Emberiza hortulana) y escribano montesino (Emberiza cia), y en campos de cultivo: aguilucho cenizo (Circus pygargus), aguilucho p醠ido (Circus cyaneus) y otras. Los roquedos acogen al cern韈alo vulgar (Falco tinnunculus), la paloma brav韆 (Columba livia), la collalba negra (Oenanthe leucura) y el roquero solitario (Monticola solitarius).
  • * Piso montano: bosques de pino silvestre, abetales y hayedos, alcanzando los 1.600 m de altitud. En los tramos inferiores se encuentran el mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli), el reyezuelo sencillo (Regulus regulus), el milano real (Milvus milvus) y ratonero com鷑 (Buteo buteo). En transici髇 a pinares m醩 h鷐edos, aparece el pito negro (Dryocopus martius), el zorzal com鷑 (Turdus philomelos) y el trepador azul (Sitta europaea). En bosques de hayedo abetal se encuentra la 鷑ica poblaci髇 aragonesa de pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotus), as� como el trepador azul (Sitta europaea), el camachuelo com鷑 (Pyrrhula pyrrhula), el carbonero palustre (Parus palustris) y el mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix). Raramente y seleccionando los bosques m醩 maduros y tranquilos se encuentra el urogallo (Tetrao urogallus). Todas estas especies se encuentran presentes en la cabecera del valle de Ans�, siendo este uno de los enclaves m醩 ricos de fauna orn韙ica de todo el Pirineo.
  • * Piso subalpino: y en el l韒ite del arbolado, encontramos el azor (Accipiter gentillis), el gavil醤 (Accipiter nisus), el c醨abo (Strix aluco). En los valles de Echo y Ans� adem醩 parece estar presente la lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus), especie rel韈tica. Tambi閚 se encuentran presentes: el agateador norte駉 (Certhia familiaris), el escribano cerillo (Emberiza citrinella), etc. Los pastos subalpinos albergan la perdiz pardilla (Perdix perdix), el mirlo capiblanco (Turdus torquatus), acentor alpino (Prunella collaris), bisbita ribere駉 (Anthus spinoletta), chova piquigualda (Phyrrocorax graculus) y verder髇 serrano (Serinus cinitrella).
  • * Piso alpino: ocupados de modo caracter韘tico por: la perdiz nival (Lagopus mutus), gorri髇 alpino (Montifringilla nivalis) y treparriscos (Tichodroma muraria).
  • * Acantilados y roquedos: encontramos buitre com鷑 (Gyps fulvus), varias parejas de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), alimoches (Neophron percnopterus), 醙uilas reales (Aquila chrysaetos), halc髇 peregrino (Falco peregrinus), cern韈alo vulgar (Falco tinnunculus) y otras aves de menor porte.
  • * Masas de agua y cursos fluviales: aparecen especies claramente ligadas a sotos y medios acu醫icos como el mirlo acu醫ico (Cinclus cinclus) y la lavandera cascade馻 (Motacilla cinerea).

    Atendiendo a los biotopos presentes, puede considerarse que los bosques de con韋eras albergan una representaci髇 de m醩 del 40% de las aves nidificantes. El 20% nidifica en hayedos, bosques de galer韆, quejigales y carrascales. En el intervalo de 15% a 20% se sit鷄n las especies que nidifican en matorral, roquedos y zonas de pasto de monta馻.

• E) Mam韋eros. En el 醡bito del presente Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales se ha detectado la presencia de 57 especies de mam韋eros. Una treintena de estas especies son micromam韋eros. Ello supone que el 83% del total de la pen韓sula ib閞ica encuentra representaci髇 en la zona que nos ocupa. De ellos cabe destacar la presencia de varias especies ligadas a la existencia de determinadas caracter韘ticas del medio presentes en los tramos medios y altos de los r韔s as� como en los pastos alpinos y subalpinos. Asimismo, hay que remarcar que existen citas de desm醤 del Pirineo (Galemys pyrenaicus), en el Ib髇 de Acherito y en el r韔 Veral, unos 7 Km aguas arriba de Ans�.

  La marmota, que ha penetrado en la zona a partir de introducciones realizadas en la vertiente francesa en el a駉 1948, se encuentra presente en el piso subalpino deforestado con suficiente suelo y pasto, en cotas entre los 1.600 y 2.400 m.

  La fecha de introducci髇 de la marmota en el Pirineo es 1948, en el Vallon de Barrada. Ha habido m醩 de 600 animales liberados durante unos 40 a駉s

  Los quir髉teros es el grupo taxon髆ico menos estudiado. Se conoce la presencia de al menos cuatro especies ligadas a masas forestales: el murci閘ago bigotudo (Myotis mystacinus), capturado en el valle de Ans� constituye la primera cita en Arag髇, el n骳tulo peque駉 (Nyctalus leisleri), el n骳tulo gigante (Nyctalus lasiopterus) y el murci閘ago de bosque (Barbastella barbastellus). Otros quir髉teros ocupan refugios muy variados: bordas, puentes, abrigos en roca, cuevas, etc.

  Tambi閚 se encuentran presentes el gato mont閟 (Felis silvestris), el tej髇 (Meles meles), el armi駉 (Mustela erminea), el tur髇 (Mustela putorius), la marta (Martes martes) y la gineta (Genetta genetta) entre otros. La nutria (Lutra lutra) presenta una poblaci髇 muy reducida en los tramos mejor conservados y m醩 inaccesibles del r韔 Veral.

  El oso pardo (Ursus arctos) mantiene una peque馻 poblaci髇, repartida entre las dos vertientes del Pirineo occidental. Su 醨ea de actividad discurre desde la alta monta馻 a los fondos de valle, los bosques (hayedo-abetal-pinar) y los pastos alpinos y subalpinos. Su dieta se compone fundamentalmente de vegetales e insectos, aproximadamente el 10% ser韆n prote韓as de or韌en animal. La supervivencia de esta especie exige espacio vital, recursos alimentarios suficientes e inexistencia de molestias. El reducido n鷐ero de ejemplares existentes en esta 醨ea y la confluencia de numerosas actividades plantea dudas sobre su viabilidad futura y obliga a determinar condiciones para asegurar su supervivencia.

  Por otro lado, la situaci髇 de los ungulados en el territorio muestra un nivel satisfactorio, habi閚dose detectado un proceso de recuperaci髇 en los niveles de jabal�, corzos, ciervo y sarrio.

  El sarrio (Rupicapra pyrenaica pyrenaica), presenta poblaciones en aumento, comparando su situaci髇 actual con la de sus primeros censos, aunque las las densidades son muy variables por macizos. Las poblaciones de sarrio en los macizos de Larra-Lapaquiza, Ezcaurri, Pe馻 Forca-Los Alanos, Bisaur韓 y Anayet superan los 4000 ejemplares; y de estos m醩 del 50% se encuentran en el macizo de Bisaur韓.

V.3.- El paisaje.

La comprensi髇 de los paisajes de este territorio se fundamenta en la acusada compartimentaci髇 del relieve, las variadas unidades morfoestructurales, la contrastada vegetaci髇 con presencia de los dominios mediterr醤eo y eurosiberiano, el escaso desarrollo de los fondos de valle, la escasez de cultivos actuales, las infraestructuras antr髉icas relativamen- te modestas y unos usos de suelo localmente muy intensos. Junto a esta relativa modestia de elementos antr髉icos de gran magnitud hay que destacar la inexistencia de pueblos abandonados con lo cual no se tiene la sensaci髇 de desolaci髇 que se percibe en otras zonas de monta馻 con esta problem醫ica. Las diferentes unidades morfoestructurales presentes determinan grandes tipolog韆s de relieve, con gran peso a la hora de caracterizar los paisajes.

La vegetaci髇 supone otro de los rasgos dominantes estableci閚dose una neta separaci髇 entre los dominios del encinar, en los enclaves mediterr醤eos de solana meridionales, del pinar-quejigal de las 醨eas centro meridionales, sobre buena parte de las sierras flyschoides y del hayedo-abetal en las septentrionales, adem醩 del pastizal subalpino, tanto en sus enclaves clim醕icos de altitud como invadiendo espacios del piso montano en la cabecera de los valles principales.

La situaci髇 de la red fluvial en sentido Norte-Sur delimita grandes valles de id閚tica disposici髇 que atraviesan las diferentes unidades morfoestructurales. Estos valles se hallan separados entre s� por importantes divisorias hidrogr醘icas, topogr醘icas y, en definitiva, paisaj韘ticas. De este modo cabe considerar a cada valle como unidades paisaj韘ticas adaptadas a los l韒ites topogr醘ico-visuales: valle de Fago, valle del Veral, valle del Arag髇 Subord醤, valle del Osia, valle del Lubierre y valle del Estarr鷑.

Un an醠isis detallado de estas unidades paisaj韘ticas detecta la presencia de enclaves de calidad en la pr醕tica totalidad de las mismas: los n鷆leos urbanos en general bien conservados, entre los que destacan Fago, Ans�, Echo y Siresa; los entornos rurales bien conservados, como el caso de A韘a; las foces y otros elementos estructurales de inter閟 en las zonas bajas (Foz de Fago, Foz de Bini閟), as� como los presentes en Sierras interiores (Circo de Zuriza, Boca del Infierno, Lecherines, etc.); las zonas m醩 septentrionales de las cuencas del Veral, Arag髇 Subord醤 y Osia, las zonas de prados, aguas arriba de los n鷆leos de Arags (Labati) y Siresa, etc. La presencia de ibones de alta monta馻 (Acherito, Estan閟), la presencia de bosques de caducifolios en contraste con los de con韋eras. Todos estos elementos constituyen sin duda un patrimonio paisaj韘tico de gran inter閟.

V.4.- Socioeconom韆.

V.4.1.- Demograf韆. Organizaci髇 social y administrativa.

El n鷐ero de habitantes se cifra en 1.444 (a駉 2000), siendo 149 las personas cuya residencia es la de los valles pero que realizan alguna labor o actividad durante la semana fuera de ellos (trabajo, estudios, etc.), lo cual les obliga a vivir coyunturalmente fuera de su residencia durante parte de la semana. La suma de ambos colectivos (1.593 personas) constituyen lo que podr韆 asimilarse a la poblaci髇 de hecho, seg鷑 la metodolog韆 censal empleada por el INE hasta 1996. La regresi髇 demogr醘ica acontecida a lo largo del siglo XX ha continuado a lo largo de la 鷏tima d閏ada, aunque se detecta una tendencia al aumento en el empadronamiento en alguno de los municipios, tal como puede observarse en la siguiente tabla (los datos de la 鷏tima columna corresponden al censo municipal de 1 de enero de 2002):

MUNICIPIOS/ENTIDADES	A袿S
	1981	1986	1991	1996	2002
VILLA DE AISA	126	117	140	153
ESPOSA	41	42	44	49
SINUES	16	26	38	55
AISA	183	185	222	257	416
ANSO	548	547	479	509	525
ARAG蹺S	168	126	123	144	139
BORAU	84	76	73	78	74
FAGO	53	52	44	43	39
JASA	125	118	112	137	122
VILLA DE ECHO	718	679	685	648
EMBUN	219	188	176	170
SANTA LUCIA	0	0	0	0
SIRESA	134	133	126	122
URDUES	72	61	68	65
VALLE DE ECHO	1.143	1.061	1.055	1.005	997
TOTAL	2.304	2.165	2.108	2.173	2.312

El envejecimiento de la poblaci髇 es elevado (un 30% de la poblaci髇 que tiene m醩 de 65 a駉s). La poblaci髇 es mayoritariamente masculina en todos los municipios con una tasa de masculinidad de 116. La pir醡ide poblacional se encuentra totalmente invertida que continuar� estrech醤dose en todos los grupos conforme aumente la edad de los habitantes a no ser que se reciban efectivos j髒enes que permitan el crecimiento por la base de la pir醡ide. El crecimiento vegetativo es negativo.

V.4.2.- Tejido productivo. Industria y comercio.

Desde el punto de vista de su definici髇 general, la zona de estudio debe ser caracterizada como un espacio de monta馻 cuya estructura productiva tradicional, basada en la ganader韆 y la actividad forestal, se encuentra en proceso de transformaci髇 y adecuaci髇. Dicha transformaci髇, que implica profundamente a la organizaci髇 demogr醘ica y social, supone por un lado el inicio y desarrollo de modelos de terciarizaci髇 del tejido y la actividad productiva y por otro la regulaci髇 y adecuaci髇 paulatina de las actividades con mayor peso y tradici髇 hist髍ica.

Al margen de la ganader韆, el tejido productivo puede ser caracterizado por su reducida actividad, el peque駉 tama駉 de sus empresas, su car醕ter familiar, su dedicaci髇 a tiempo parcial y elevada temporalidad general, su mercado esencialmente local y su proximidad al concepto de 玬ini-empresa� con un elevado peso relativo de la producci髇 a peque馻 escala bajo pedido, es decir, m醩 pr髕imos a la artesan韆 que a la propia producci髇 industrial.

La actividad industrial ha reducido su presencia durante los diez 鷏timos a駉s en todos los municipios, excepto en las entidades de Fago y Borau, como consecuencia de la recesi髇 del sector de la construcci髇 (con 4 peque馻s empresas de gesti髇, contrataci髇 y realizaci髇 de peque駉s proyectos o proyectos subcontratados), siendo la reducci髇 importante en Ans� y Echo que en conjunto reducen el n鷐ero de licencias sectoriales de 50 a 38. Otro tanto sucede con el sector de los servicios cuya evoluci髇 ha sido tambi閚 negativa con el municipio de Echo como el m醩 recesivo.

La caracterizaci髇 del parque de empresas define la existencia de un sector industrial d閎il, destacando la serrer韆 de Echo, cuya evoluci髇 reciente y a medio plazo, hace temer por su viabilidad. Otras empresas relacionadas con el sector forestal son 7 carpinter韆s, de car醕ter m醩 protoindustrial y artesanal, dimensi髇 media reducida y producci髇 limitada y reducida al sector vivienda, ebanister韆 y artesan韆. Recientemente se han puesto en marcha dos carpinter韆s artesanas dedicadas a la talla, vendiendo a trav閟 de las dos tiendas de artesan韆 existentes en Echo y Ans�. Existen tambi閚 artesanos del boj, pero la producci髇 artesana en general es limitada, lo mismo que ocurre con la forja, la elaboraci髇 textil y la confecci髇.

El resto de empresas industriales presenta car醕ter marcadamente local y end骻eno, relacionado con la demanda b醩ica de consumo cotidiano (pan, boller韆, ferreter韆), siendo excepci髇 la f醔rica de galletas Selva de Oza y Fonovos por su 醡bito operativo superior y por su car醕ter no relacionado con los recursos agron髆icos.

El comercio por el contrario, ofrece crecimientos importantes en Ans�, Echo y A韘a y estabilidad en el resto de municipios. Aun cuando es una de las actividades con mayor desarrollo de los 鷏timos a駉s, resulta a todas luces insuficiente para cubrir los tipos y cantidades de demanda tanto de la poblaci髇 habitual como de la poblaci髇 punta que se estima en torno a los 5.500 habitantes, sin contar turistas sin pernoctaci髇, ocupantes de campamentos y zonas de camping; la mayor韆 de los n鷆leos carecen de comercios durante gran parte del a駉, siendo el comercio ambulante el que cubre las necesidades.

El car醕ter general de este comercio es b醩ico, cotidiano y no especializado, con el sector alimentario como el m醩 difundido, seguido por 玹oda clase de art韈ulos� y completado por 3 estancos, 1 mercer韆, 2 farmacias, 1 ferreter韆, 1 comercio de prendas deportivas y art韈ulos de regalo y 2 comercios de productos de artesan韆 y ornamentaci髇.

La presencia de otros servicios es muy limitada en Los Valles, y se relaciona con el sector de la automoci髇, la banca, algunos servicios profesionales y otros dedicados a la atenci髇 personal y domiciliaria.

V.4.3.- Ocupaci髇 laboral.

La estructura de ocupaci髇 laboral del 醨ea presenta una evoluci髇 similar a la de otras zonas de parecidas caracter韘ticas con remisi髇 de las actividades agrarias, ligero aumento de la ocupaci髇 en t閞minos relativos (627 ocupados en el 2000), sector de la construcci髇 operando como colch髇 y sometido a vaivenes coyunturales y crecimiento del sector de los servicios que en los valles se concreta en el alza del comercio y la hosteler韆 y la estabilizaci髇 de los servicios institucionales. Globalmente, la reducci髇 progresiva del n鷐ero de ocupados es generalizada y consecuencia de la regresi髇 demogr醘ica de las zonas de monta馻, donde se detecta que las p閞didas de poblaci髇 ocupada afectan, en general, a toda la poblaci髇 por igual, que existe un escaso rejuvenecimiento de la poblaci髇 laboral y que el efecto reposici髇 es limitado

La estructura sectorial actual, seg鷑 la poblaci髇 ocupada, descansa fundamentalmente en el sector de los servicios (48%), tasa 閟ta considerada como insuficiente en relaci髇 con la proporci髇 existente en zonas similares como Alto Arag髇 o Roncal (60%). El sector secundario ocupa al 33% y el sector agrario, ofrece un peso del 18% de ocupaci髇, habiendo experimentado en los 鷏timos diez a駉s, una p閞dida de 76 ocupados.

Las actividades que mayor nivel de ocupaci髇 generan en los habitantes de la zona, si bien las mismas no siempre se desarrollan en el interior del 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, son de mayor a menor: agricultura y ganader韆 (112), hosteler韆 (90), construcci髇 (74), industria (70), servicios profesionales y comunitarios (66), actividades silv韈olas y madereras (65), de 閟tas 鷏timas 13 corresponden a las serrer韆s de Echo y Ans�; finalmente los servicios colectivos de asistencia, educaci髇 y administraci髇 ocupan a 44 personas.

Por 鷏timo, el turismo, ligado al periodo estival y vacacional de Semana Santa, constituye la mayor fuente de empleo generado en los Valles y la mayor fuente de ocupaci髇 de su poblaci髇 activa. El conjunto de actividades relacionadas con la actividad tur韘tica de los valles proporciona empleo a un total de 150 personas en la temporada estival y 74 personas en la temporada invernal, siendo el entramado de empresas que conforma la oferta tur韘tica reglada de los valles la mayor fuente de empleo.

V.4.4.- Infraestructuras y equipamientos.

La red de carreteras de los valles da lugar a una mala conectabilidad externa, es decir, una deficiente conexi髇 con los ejes de comunicaci髇 exteriores (N-240 y N-330), con excepci髇 de la A-176 en su tramo Puente La Reina-Echo. Asimismo proporciona una mala conectabilidad interna, ya que las comunicaciones transversales resultan dificultosas debido a lo intrincado de la orograf韆 y al clima. Respecto a la accesibilidad de los n鷆leos existen grandes diferencias: mientras el valle de Echo presenta una buena accesibilidad, la accesibilidad de Arags del Puerto, Borau y Jasa se puede caracterizar como regular, y la de A韘a, Ans� y Fago como mala.

El estado general de la red viaria, con la 鷑ica excepci髇 de la A-176 en su tramo Puente La Reina-Echo, puede definirse como regular o malo, no por su trazado -propio de las carreteras de monta馻- sino por su deficiente mantenimiento de firme. Y se馻lizaci髇, siendo casi inexistente la se馻lizaci髇 horizontal; abundan los socavones, en una gran proporci髇 de tramos el riesgo de desprendimientos es muy alto; la invasi髇 de arroyos (faltan obras de evacuaci髇 lateral de aguas) afecta a numerosos puentes de las v韆s y por 鷏timo, est� generalizada la inexistencia de arcenes. Destacan como carreteras en mal estado las de Ans�-Zuriza; Zuriza-Navarra, Echo-Oza; Arags- Refugio de Lizara y A韘a-Sierra de A韘a. Se trata de carreteras de monta馻 que exigen un mantenimiento regular, extremando los cuidados en 閜ocas de lluvia o helada, por los posibles derrumbamientos sobre la calzada o el efecto cu馻 que el hielo puede tener sobre el firme. Hay que llamar la atenci髇 sobre las carreteras en mal estado con importancia estrat間ica, concretamente las de Echo-Ans�; A韘a-Borau-N 330; Jasa-A韘a y Berd鷑-Ans�.

En cuanto a disponibilidad de equipamientos y servicios, se detectan deficiencias en infraestructuras de telecomunicaci髇; el transporte de viajeros que da servicio al 醡bito del Plan, cabe calificarse de deficiente; la red de abastecimiento de agua potable, en cuanto a la captaci髇 y distribuci髇, es adecuado, si bien presenta problemas en cuanto a los dep髎itos de regulaci髇; la red de saneamiento presenta peor situaci髇, debido a su antig黣dad, excepto en Jasa y A韘a.

En relaci髇 con el tratamiento final de las aguas residuales hay que destacar la existencia de un d閒icit generalizado de depuradoras en los municipios objeto del estudio. Adem醩, existen casos en los que la depuraci髇 consiste 鷑icamente en una fosa s閜tica o se realiza por decantaci髇. En las viviendas separadas de los n鷆leos de poblaci髇 el sistema mayoritariamente empleado es el del pozo negro. Dicho r間imen afecta, en el territorio que nos ocupa, a un total de 19 viviendas, 75 personas residentes y 125 personas que cuentan con una residencia, en la zona estacional. El municipio m醩 afectado por esta situaci髇 es el Valle de Echo.

Todo el 醡bito del PORN tiene recogida de Residuos S髄idos Urbanos. Por otro lado, el sistema de valorizaci髇 y/ o reciclaje de RSU de la zona es la recogida selectiva de vidrio, implantada de forma desigual en la totalidad de municipios; tambi閚 est� implantada la recogida selectiva de pilas. El 玃lan de Ordenaci髇 de la Gesti髇 de los Residuos S髄idos Urbanos de Arag髇� prev� mejoras en la situaci髇 actual.

El nivel de dotaciones municipales es en general bastante elevado, destacando las dotaciones deportivas; todos los municipios disponen de polideportivos y/o pistas deportivas salvo Borau y la entidad de Fago, mientras que existen piscinas p鷅licas en todos salvo Valle de Echo y Borau. El Servicio Comarcal de Deporte organiza la actividad deportiva anual, con amplia oferta de deportes para ni駉s y adultos.

En cuanto a las dotaciones culturales, existe una oferta variada de museos etnol骻icos, ubicados en Ans�, Arags del Puerto, Jasa y Valle de Echo; existe adem醩 un Centro de la Interpretaci髇 de la Naturaleza en Ans� y un Centro de Interpretaci髇 del Megalitismo en Echo. A鷑 as�, deber韆n introducirse mejoras en este tipo de dotaciones, as� como en la disponibilidad de centros polivalentes para la juventud. A pesar de todo, la zona cuenta con un gran dinamismo sociocultural, que se pone de relieve por la existencia de un elevado n鷐ero de asociaciones por habitante.

Existen cuatro centros educativos en el 醡bito del estudio: Ans� y Valle de Echo (primer ciclo ESO), Arags del Puerto y Jasa (primaria), todos ellos integrados en el Colegio Rural Agrupado R韔 Arag髇 de Santa Engracia de Jaca: Durante el curso 2000-2001 se cerr� la escuela de Arags del Puerto, y se teme por la viabilidad de la escuela de Jasa.

Respecto a la sanidad todos los n鷆leos cuentan con atenci髇 primaria, con una consultor韆 local atendida por un m閐ico. En caso de alguna necesidad espec韋ica para la que se requieran especialistas, es necesario el traslado a Jaca o Huesca. Este hecho afecta especialmente a la poblaci髇 de m醩 edad, por el mayor riesgo de enfermar y su menor capacidad de movilidad. La inexistencia de un m閐ico estable en Ans� es especialmente grave debido a la ubicaci髇 en el municipio de una residencia de ancianos.

No todos los municipios cuentan con un servicio social de base, y los existentes son insuficientes para cubrir la demanda. Se constata insuficiente atenci髇 domiciliaria y de teleasistencia para la tercera edad, carencia de centros de d韆 y de plazas para asistidos. Tambi閚 hay necesidad de centros de guarder韆 para el cuidado de ni駉s.

Por lo que respecta al alumbrado p鷅lico y a la pavimentaci髇 de los cascos urbanos, la situaci髇 general de los municipios es buena.

En relaci髇 al consumo de energ韆 el閏trica destaca el municipio de A韘a, con un 59 % del consumo total, lo cual se explica al incluir el n鷆leo de Candanch� y por tanto el consumo relacionado con la estaci髇 de esqu� alpino. Le sigue Valle de Echo (23 %), Ans� (12 %), Jasa (2%) y Arags del Puerto (2 %). El destino de la mayor parte del consumo es el uso dom閟tico y el alumbrado p鷅lico, indicando la casi nula actividad industrial y el bajo consumo per c醦ita.

Por 鷏timo, con respecto a la inversi髇 municipal en infraestructuras, se observa que dicha inversi髇 es proporcional al peso demogr醘ico de los municipios, mientras que si se considera la inversi髇 per c醦ita 閟ta resulta inversamente proporcional al peso demogr醘ico municipal, poni閚dose de manifiesto el mayor esfuerzo inversor que debe realizarse para hacer sostenibles los peque駉s n鷆leos.

V.4.5.- Patrimonio hist髍ico-art韘tico.

Desde el punto de vista del patrimonio hist髍ico-art韘tico destacan los siguientes recursos, existiendo una relaci髇 detallada del patrimonio paleontol骻ico y arqueol骻ico en el Anexo 11:

• * Monumentos megal韙icos: Hasta la fecha ha sido confirmada la presencia de medio centenar de monumentos megal韙icos, la mayor parte de ellos localizados en las cabeceras de los Valles de Echo y de Ans�, localidades que tienen la mayor densidad de este tipo de restos de todo el Pirineo Central. Se trata de construcciones p閠reas cuya funci髇 responde a los ritos funerarios de sepulcros colectivos (d髄menes, t鷐ulos y c韗culos).
• * Arte prehist髍ico: Destacan unas pinturas rupestres de tipo esquem醫ico formadas por trazos rojo y negro de la Edad del Bronce, ubicadas en el barranco de San Miguel, en su confluencia con el r韔 Veral.
• * Patrimonio hist髍ico: Subsiste un tramo de la calzada romana que un韆 Cesar Augusta con Beneamum, siendo una de las tres rutas principales que atravesaban el Pirineo. Su trazado fue aprovechado por el camino de Santiago hasta el a駉 1.000 y es aproximadamente el siguiente: Siresa - camino de Oza (por encima de la Boca del Infierno hasta el actual castillo) - camping de Oza - camino forestal hasta la colina de los Carabineros - Puerto de Palo - Lescun. Se conservan vestigios p閠reos entre los que se pueden destacar el Puente del Cementerio de Siresa y el castillo por encima del desfiladero de la Boca del Infierno. Por otro lado, hay que mencionar un tramo del Camino de Santiago que transcurre por Aisa.
• * Arquitectura monumental: Existen varios edificios fundamentalmente de car醕ter religioso (iglesias de pr醕ticamente todas las localidades) que presentan gran inter閟 desde el punto de vista arquitect髇ico. Entre todos ellos cabe destacar dos elementos reconocidos y declarados como Bienes de Inter閟 Cultural: San Pedro de Siresa, en Siresa-Valle de Echo, y San Adri醤 de Sasabe en Borau. En este mismo ep韌rafe se incluye un tramo del Camino Santiago que transcurre por A韘a.
• * Arquitectura popular: La pervivencia y, en general, buena conservaci髇 del patrimonio arquitect髇ico residencial de car醕ter rural y de monta馻 en sus pueblos, ha llevado a proponer cinco de sus siete entidades municipales para su catalogaci髇 como 玤rupos de edificaciones (conjuntos) de alto valor ambiental� -Ans�, Arags del Puerto, Fago, Jasa y Valle de Echo- con una docena de edificaciones de valor arquitect髇ico y etnogr醘ico propuestas para su catalogaci髇 como de 玴rotecci髇 integral� y 71 edificaciones propuestas para su catalogaci髇 como de 玴rotecci髇 preventiva�.
• * Patrimonio etnogr醘ico: A todo lo anterior se une un rico patrimonio festivo de sus pueblos (romer韆s, fiestas patronales, fiestas menores, etc), un variado folklore que se muestra en actos festivos diversos (D韆 de Traje de Ans�, Festival PIR de los Valles...), en las casas-museo etnogr醘ico de varios pueblos y numerosas leyendas y cuentos. Menci髇 especial merece el ya referido PIR de los Valles, de gran especificidad cultural pirenaica; su valor etnogr醘ico y cultural en relaci髇 con la conservaci髇 y promoci髇 de la m鷖ica y folklore pirenaicos puede considerarse casi 鷑ico. Su ubicaci髇 es de car醕ter rotativo e incluye actuaciones musicales, danzas, bailes y dinamizaci髇 en la calle, adem醩 de muestras de artesan韆, exposiciones, charlas y coloquios. Tambi閚 hay que destacar el patrimonio lingstico del 醨ea, con peculiaridades propias en cada uno de los valles.

V.4.6.- Uso ganadero.

Los puertos proporcionan 鷑icamente pasto de verano (un m醲imo de 6 meses) por lo que el sistema tradicional ha sido trashumante en ovino y sedentario en ganado mayor (antiguamente de labor y hoy de carne), que permanec韆 en el valle durante el invierno. Los puertos est醤 especializados en superficies pastadas por ovejas, (las cumbres y borreguiles) y vacas (fondos de puerto). Las bajantes, pardinas y boalares son normalmente de aprovechamiento mixto. Tambi閚 las ovejas apuran los fondos de puerto tras bajar las vacas.

Hist髍icamente, en la tierra de labor se cultivaba cereal en sistema de a駉 y vez, en dos partes pastadas en oto駉 por las ovejas que 玣emaban� los campos. En San Miguel los reba駉s de ovejas part韆n a sus pastos de invierno en las Cinco Villas y en los Monegros. Con alg鷑 intermedio en pardinas prepirenaicas. En primavera volv韆n las caba馻s de ovejas, por las caba馿ras, de nuevo hasta el valle reiniciando el ciclo en los barbechos y bajantes.

Como infraestructura-testigo de esta actividad trashumante, (con una ganader韆 hoy en d韆 m醩 sedentarizada) y como un patrimonio de valor a considerar, destaca en el 醡bito Plan la existencia de una importante red de v韆s pecuarias, que alcanza los 175 Km de longitud.

La propia evoluci髇 del sector ganadero a lo largo del 鷏timo siglo, ligada a factores socioecon髆icos de 醡bito nacional, da como resultado la situaci髇 actual caracterizada por la enorme p閞dida de cabezas de ganado en la zona y una sedentarizaci髇 de las explotaciones cada vez m醩 acusada. Esta disminuci髇 de cabezas, si bien no tan importante como a finales del siglo XIX y principios del XX, es todav韆 patente. As�, en los 鷏timos a駉s el censo pecuario a pasado de las 5.079 UGM del a駉 1970 a las 4.104 de hoy en d韆, con una p閞dida de casi 1.000 UGM. Esto supone unas 33 UGM menos cada a駉, lo que corresponde aproximadamente a la p閞dida de una UTH (unidad de gesti髇 de una persona).

Los puertos, as� como gran parte de las zonas de pasto del 醡bito del Plan, son de titularidad p鷅lica y pertenecen a los ayuntamientos y mancomunidades titulares de los montes de utilidad p鷅lica correspondientes. Por lo tanto, su gesti髇, mantenimiento y seguimiento se efect鷄 bajo tutela de la administraci髇 forestal, quien determina en los planes anuales de aprovechamientos el modo en que pueden efectuarse los mismos, teniendo como marco de gesti髇 las pautas indicadas en los proyectos de ordenaci髇 de montes y sus correspondientes revisiones. El modo en que el mismo viene efectu醤dose, tal como se contempla en la legislaci髇 de montes, consiste en cubrir en primer lugar las necesidades de los ganaderos locales, tras lo cual se pueden subastar los sobrantes.

En t閞minos generales la carga que soportan unos y otros es diferente, caracteriz醤dose la situaci髇 actual de la forma siguiente:

• * Puertos de adjudicaci髇 vecinal. De dos tipos:
  • - Puertos de ganado mayor: los puertos de vacuno, fondos de puerto, son los que est醤 en una mejor situaci髇 gracias a una mayor carga ganadera que los mantiene ligeramente mejor que el resto, a excepci髇 del Valle de Echo. Casi todos tienen acceso rodado dadas sus cotas bajas, tienen caba馻s de pastor y la mayor韆 tienen mangas o cargaderos.
  • - Puertos de ovino: solamente se conservan en buenas condiciones y con alta carga ganadera los de Borau. Est醤, en general, embastecidos y en ellos prolifera el cervunal agrio, los ginebros y brezos.
• * Puertos de subasta. Se trata de los puertos mejor conservados. Destacan por su conservaci髇 los adjudicados a ganado mayor. Se adjudican en funci髇 de la carga de los planes forestales, que, en l韓eas generales, coincide con la carga tradicional.

Actualmente, para buscar la complementariedad con la abundancia de pastos de verano, los ganaderos cultivan tierra de los fondos de valles con cultivos de apoyo a la ganader韆, tales como alfalfares y prados de siega, que ocupan m醩 del 80% de la superficie agr韈ola, pudi閚dose afirmar que la actividad agr韈ola como tal no tiene importancia en el territorio 醡bito de aplicaci髇 del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales.

En la actualidad existen 129 explotaciones ganaderas, de las cuales el 60% incluye ganado bovino, el 46% incluye ovino y el 23% caprino, pudiendo considerarse que una de cada 6 familias de la zona mantiene alg鷑 tipo de explotaci髇 ganadera.

La actividad ganadera ha descendido de forma importante durante los 鷏timos a駉s siendo la caba馻 de ovino un 19% inferior a la de 1982 y la de bovino un 40% menor que en ese mismo a駉. El tipo de explotaciones puede caracterizarse por su reducido tama駉, (siendo el tama駉 medio de 308 ovejas, 28 cabras y/o 36 vacas) y su gesti髇 familiar.

Como se ha indicado, la caracter韘tica que presentan los recursos en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales en conjunto, es el desequilibrio entre la producci髇 forrajera espont醤ea (en general pastos de verano de titularidad p鷅lica) y la cultivada (en general forraje de invierno en fincas particulares), que constituye la reserva alimenticia para la invernada y como tal, es factor limitante para la ganader韆. Sin embargo la superficie destinada a producci髇 de forrajes de invierno, con ser pr醕ticamente la totalidad de superficie cultivable, no alcanza a cubrir las necesidades de la caba馻 ganadera para el invierno, que en otros tiempos se complementaba con al trashumancia.

Ante la escasez de superficie disponible en los valles para desarrollar estos cultivos, los ganaderos acuden a cultivar tierras en municipios externos a los Valles, en zonas cercanas como Bailo, Bini閟, Jaca, Santa Engracia de Jaca y Javierregay. Municipios vinculados a la ruta trashumante y, sobre todo, a la fase en que estaban en el 玜borral� (zonas en las que pastaban entre 15 de noviembre y mediados de diciembre antes de acudir a las tierras bajas). Tambi閚 se detecta actividad agr韈ola de los ganaderos de los valles en municipios de los Monegros, como Lalueza, Sari馿na y Pole駃no, y en la Litera, Tamarite, vinculados al destino final de ganados trashumantes. Otros ganaderos sin tierra, simplemente trashuman y arriendan pastos sin cultivar.

Uno de los factores limitantes para la producci髇 de forraje para el invierno en el 醡bito del Plan, adem醩 de la escasa superficie disponible, es el tama駉 de las parcelas (0,60 Ha por parcela que en el caso de los regad韔s pasa a ser de 0,31 Ha), y su distribuci髇 entre los ganaderos.

El ganadero medio dispone en los valles de 1,07 Ha de alfalfa, 0,41 Ha de esparceta, 10,50 Ha de praderas de siega y aprovecha a diente 212,62 Ha de pastos, correspondientes a los puertos. Es preciso matizar este dato teniendo en cuenta que la distribuci髇 de las superficies entre los ganaderos no es homog閚ea, destacando adem醩 el hecho de que hay un importante n鷐ero de ganaderos (45), que no disponen de tierra de cultivo en la zona. Los ganaderos que cultivan tierra fuera de los valles gozan de una situaci髇 diferente ya que tienen tama駉s de parcela medios de 4,3 Ha que disminuyen a 3,44 Ha, para el regad韔 y aumentan a 5,13 Ha para el secano.

Como factores limitantes para la optimizaci髇 del ratio UTH/Explotaci髇, adem醩 de la escasa capacidad de la zona para cubrir las necesidades de pastos en invierno, son el d閒icit de infraestructuras de cerramientos para el ganado que permitan incrementar el n鷐ero de cabezas por explotaci髇, as� como las escasas condiciones de las edificaciones destinadas al ganado. Actualmente el tama駉 de explotaci髇 s髄o resulta sostenible si se complementan las rentas con otras actividades tales como el turismo.

La falta de integraci髇 en cooperativas o asociaciones que promuevan la comercializaci髇 de los productos es otro de los aspectos que inciden negativamente en la situaci髇 de la ganader韆, m醩 a鷑 cuando potencialmente existen productos ya comercializados bajo denominaci髇 o etiqueta de calidad como son el ternasco de Arag髇 (s髄o el 3% del censo ovino local ostenta esta condici髇) y la ternera Pirinera (el 28% del censo ostenta esta condici髇). Carne de buey, sal髇 de oveja, queso, lana y cuero son otros productos ligados a la ganader韆 en los que ser韆 viable una sustancial mejora en cuanto a su comercializaci髇.

V.4.7.- Uso forestal.

La explotaci髇 forestal no constituy� en 閜oca hist髍ica una actividad principal en estos valles, salvo desde el punto de vista de la obtenci髇 de un recurso energ閠ico como combustible. En las zonas altas, la deforestaci髇 con el objeto de obtenci髇 de superficies de pasto, alcanz� niveles importantes provocando el descenso del l韒ite altitudinal del arbolado. La madera no alcanz� un valor comercial alto hasta 閜ocas relativamente recientes. La falta de un mercado amplio, las dificultades de acceso a algunas masas forestales debido a la orograf韆 o lejan韆 de los n鷆leos urbanos, adem醩 de la dificultad para sacar troncos de gran dimensi髇, han determinado que estas masas no hayan sido explotadas sistem醫icamente hasta finales del XIX, momento en que se inici� la intensificaci髇 y regulaci髇 de las cortas, sent醤dose las bases para la explotaci髇 ordenada de las masas arboladas a principios del siglo XX. La gesti髇 forestal de la comarca, ha venido realiz醤dose mediante proyectos de ordenaci髇 y sus correspondientes revisiones, con el condicionado que en su momento establec韆n las Instrucciones de Ordenaci髇 vigentes.

Es preciso tener en cuenta que la mayor parte de la superficie forestal maderable se encuentra situada en montes pertenecientes a ayuntamientos o mancomunidades forestales, que en su d韆 fueron declarados de utilidad p鷅lica, lo que conlleva su gesti髇 directa por parte de la administraci髇 forestal. De hecho, este cap韙ulo incluye 64.381 Ha, de las 67.946 Ha que engloba el territorio del 醡bito de aplicaci髇 del Plan.

Por otra parte, el establecimiento de consorcios en otras zonas antiguamente cultivadas o de pastos abandonados en los a駉s 50, supone que unas 2.686 Ha se encuentran tambi閚 bajo gesti髇 directa de la administraci髇 forestal, por lo que el 98,7% del 醡bito del Plan se halla en esta situaci髇. Solamente quedan fuera de la gesti髇 de la administraci髇 forestal algunas zonas meridionales del Valle de A韘a y Borau en las cuales no existen zonas forestales maderables de importancia.

En el an醠isis detallado de la documentaci髇 hist髍ica sobre la ordenaci髇 y gesti髇 de estos montes se puede se馻lar como conclusi髇 m醩 significativa, en relaci髇 con las unidades de gesti髇 que m醩 superficie ocupan (Ans�-Fago, Echo-Urdu閟, Arags-Jasa y A韘a-Borau), que la gesti髇 forestal se encuentra en un momento delicado, ya que se concluye (salvo en el caso de A韘a-Borau) la tendencia regresiva de las masas forestales. Ello conlleva la necesidad de ajustar los aprovechamientos madereros a efectuar en los pr髕imos a駉s, a niveles m醩 sostenibles acordes con la realidad actual, as� como a asumir la necesidad de un periodo encaminado a la vigilancia del estado silv韈ola de estas masas forestales.

Los sistemas de saca actuales son - en su gran mayor韆mecanizados ya que las condiciones orogr醘icas, la red de pistas y el bajo precio de la madera unido al peque駉 tama駉 de los lotes hacen inviable econ髆icamente cualquier otro tipo de saca. Se detecta que tras los aprovechamientos no se efect鷄 por parte de los rematantes las mejoras necesarias al final de la saca. En este sentido es preciso destacar la baja densidad de la red de v韆s de saca (densidad media inferior a 5 m/Ha) que denota una ausencia de infraestructuras para la actividad forestal ocasionando elevados costes de extracci髇, as� como la apertura de trochas no deseadas. Es de destacar que la mayor韆 de las reconocidas como principales son pistas asfaltadas transformadas en peque馻s carreteras locales que discurren por los valles, lejos de los puntos de saca o que se realizaron para dar acceso a los ganaderos hasta los pastizales.

Las pistas secundarias generalmente no tienen cunetas o pasos de agua, lo que las hacen inaccesibles durante largos periodos de tiempo, con un peligro patente de deterioro y de imposibilitar el acceso en caso de incendios forestales. Actualmente se esta llevando a cabo una experiencia con cable pero se ha demostrado su baja rentabilidad en vol鷐enes peque駉s de saca (1.100 m� de pino albar). Se est� as� mismo intentando potenciar la saca con mula, actividad todav韆 poco rentable.

En las revisiones, a excepci髇 de la 鷏tima revisi髇 de Ans�- Fago, no se contempla de una manera determinada la producci髇 de otros aprovechamientos. En dicha revisi髇 se han tenido en cuenta de manera m醩 detallada los aprovechamientos de le馻s. La administraci髇 forestal lleva un control de los lotes vecinales de le馻, que, hoy por hoy, no sobrepasa los 5.000 kg/vivienda.

De igual manera, solamente se han constituido cotos de setas para el aprovechamiento micol骻ico en la zona de Ans�- Fago, Echo-Urdu閟 y Arags-Jasa.

Actualmente, con las nuevas tendencias del uso de los espacios forestales y la incorporaci髇 de nuevas normas en materia de medio natural establecidas en la legislaci髇 vigente, las revisiones est醤 incorporando condiciones expresas sobre el desarrollo de los aprovechamientos, en las que se hace referencia a la existencia de fauna de inter閟 y a las zonas en donde habitan o campean dichas especies, que es preciso conservar, de manera que sean zonas donde el car醕ter productor de la ordenaci髇 no entre en conflicto con los intereses de protecci髇 definidos en la legislaci髇 sectorial correspondiente o bien sea compatible con la existencia de estas especies.

En el 醡bito del Plan se ha repoblado con pino albar -o silvestre- y pino laricio. Las repoblaciones de pino silvestre se han realizado en zonas situadas sobre todo en los tercios medio y norte, de ecolog韆 m醩 favorable a esta especie, entre los que hay que destacar los montes consorciados de Borau y A韘a y en el tercio sur s髄o en exposiciones de umbr韆. En estas repoblaciones, por su edad no se han producido todav韆 cortas de regeneraci髇. En las zonas sur, dominio del g閚ero Quercus, y en exposiciones a solana, las repoblaciones se han realizado con pino laricio. En este caso ha primado el car醕ter protector para evitar las p閞didas de suelo y permitir la recuperaci髇 de la vegetaci髇 aut骳tona.

En relaci髇 con la producci髇 maderera de los montes, las posibilidades anuales, es decir la cantidad de madera que puede ser sacada del monte y que viene determinada por las ordenaciones y posteriores revisiones, se fijaron hasta finales de los 90 en 10.000 m�/a駉 en Ans�-Fago, en 9.125 m�/a駉 en el Valle de Echo, en 4.230 m�/a駉 en Arags-Jasa y en 1.625 m�/a駉 en A韘a-Borau.

Tras la 鷏tima revisi髇 de la ordenaci髇 de Ans�-Fago, la posibilidad propuesta para el pr髕imo periodo se ha visto reducida en un 63%, tendencia que probablemente se mantenga en las revisiones del resto de las ordenaciones, por lo que en el pr髕imo decenio se prev� una disminuci髇 importante en la producci髇 de madera. Si se tiene en cuenta el car醕ter de titularidad p鷅lica de los montes, ello supondr� sin duda alguna una merma importante en los ingresos municipales. Por otra parte, tal como establece la legislaci髇 vigente, el 15% de importe de los aprovechamientos de los montes revierte a los mismos en inversiones de mejora, con lo cual la dotaci髇 de este capitulo se ver� tambi閚 mermada.

En general, la calidad de la madera en el 醡bito del Plan es baja. Solamente del 10 al 15% de la madera es de primera calidad, para carpinter韆 y desenrollo, y se paga a un precio interesante. El resto suponen maderas de menor calidad, para embalaje y restos no rentables, a precio muy bajo. Los productos obtenidos no pueden competir en calidad y precio con las maderas de Francia, Centro y Norte de Europa y Rusia. En los 鷏timos a駉s, el valor de la madera de pino en la zona ha variado entre 12 y 24 euros/m3 de manera que, al menos en los 鷏timos 10 a駉s, no ha habido un incremento del valor de la misma sino al contrario, descendiendo incluso el precio real en la 鷏tima d閏ada.

El n鷐ero de empleos ligados directamente a la actividad forestal se encuentra en descenso, debido a la regresi髇 de este sector.

Las actividades empresariales o industriales relacionadas con el monte o el sector de la madera son las siguientes:

• * Empresas de equipos de monte: ubicadas en Echo y nacidas a partir de personal del aserradero 獷xplotaci髇 Forestal del Valle de Echo�. Se trata de empresas familiares, generalmente aut髇omas, que contratan personal y equipos en funci髇 de las actividades a desarrollar, generalmente sacas. Estas empresas son de vida irregular y viven a expensas de actuaciones irregulares e imprevisibles o de las inversiones p鷅licas.
• * Transportistas: cuatro ubicados en Echo y que se dedican al transporte de madera a tiempo parcial altern醤dolo con otros transportes. Carpinter韆s: cinco (cuatro en Ans� y una en Echo), de peque駉 tama駉, dedicadas a la ebanister韆 y a la artesan韆.
• * Aserraderos: existieron tres aserraderos de los que actualmente s髄o queda uno que procesa la madera de los montes de Echo-Urdu閟.

La madera extra韉a de los montes cercanos supone una peque馻 parte del total de la madera procesada por los aserraderos de manera que tienen que traer madera de otras regiones con el l骻ico encarecimiento por el transporte, aunque al traer pies de mejor calidad que los aut骳tonos, les sacan mayor rendimiento. Otro problema a馻dido del aserradero es la baja calidad de la madera extra韉a de los montes de Ans�- Fago y Valle de Echo debido principalmente a la deficiente calidad de los fustes que hacen que s髄o se pueda aprovechar la primera y como m醲imo la segunda troza y el resto quede como madera no aprovechable por la gran cantidad de ramificaciones y nudos existentes y por la delgadez de sus di醡etros. De esta manera a escala general se consigue una media de madera de primera calidad de solamente un 2,8%, las maderas para construcci髇 suponen el 56,6% y las maderas delgadas para embalaje un 38,1%. Por otro lado, la disminuci髇 en la posibilidad antes comentada, que ha afectado de modo especial a la extracci髇 de haya y abeto en los montes de la zona, ha ocasionado que las serrer韆s procesen casi exclusivamente pino silvestre, el cual tiene muy poco valor a馻dido en el producto final.

Por otro lado, la ubicaci髇 del aserradero en relaci髇 con las infraestructuras de comunicaci髇 es mala, ya que los aserraderos nacieron cercanos al lugar de explotaci髇 de la masa forestal debiendo actualmente asumir grandes gastos de transporte de la materia prima con unas comunicaciones deficientes. Otro problema es que no se dispone de secaderos, de manera que secan la madera al natural por lo que se obtienen maderas no estabilizadas, con una humedad del 16%, frente maderas obtenidas en secadero con una humedad del 8 al 12%. Se馻lar adem醩 que la mano de obra de estos aserraderos no est� especializada y carecen de departamentos comerciales de venta. Finalmente, las distancias a los centros de segunda transformaci髇 son elevadas, con deficientes comunicaciones desde los Valles a las principales v韆s importantes, siendo 閟te uno m醩 de los condicionantes que existe para la implantaci髇 de centros de 2� transformaci髇.

V.4.8.- Uso cineg閠ico.

El 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales presenta un inter閟 cineg閠ico relevante lo que se tom� en consideraci髇 para la creaci髇, en el a駉 1966, de la Reserva Nacional de Caza de Los Valles, actualmente Reserva de Caza de los Valles, en el tercio septentrional del 醨ea objeto de ordenaci髇. En el 醨ea, la mayor riqueza cineg閠ica se centra en la caza mayor siendo su especie m醩 emblem醫ica el sarrio (Rupicapra pyrenaica pyrenaica). El jabal� (Sus scrofa) constituye una pieza cineg閠ica de gran inter閟 local y el corzo (Capreolus capreolus) va poco a poco diversificando la oferta cineg閠ica en el 醡bito del Plan. En caza menor destaca sin duda la becada (Scolopax rusticola).

En el 醡bito del Plan hay que distinguir dos tipos de figuras de gesti髇 de la caza: los cotos de caza, seis en total, que ocupan 40.064 Ha, y por otro, la citada Reserva de Caza que ocupa 28.380 Ha. El 98,7% de la superficie total englobada dentro del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales est� acotada (57,7%) o incluida dentro de la Reserva (41%). Ayuntamientos o sociedades de cazadores gestionan los cotos mientras que la responsabilidad de la gesti髇 cineg閠ica de la reserva de caza corresponde al Gobierno de Arag髇, centraliz醤dose la direcci髇 t閏nica de la misma en el Servicio Provincial de Medio Ambiente de Huesca. Estas dos figuras se corresponden con dos tipos de gesti髇 claramente diferenciados, que se manifiestan principalmente en la modalidad de caza predominante, recechos en las reservas y batidas en los cotos de caza, as� como en la vigilancia y en la inversi髇 econ髆ica que se efect鷄 en estos territorios.

En los cotos se desarrolla la mayor actividad cineg閠ica por parte de los cazadores locales. Salvo el coto Pardina de Cillas, todos constan como cotos de caza mayor, si bien en ellos se desempe馻n los dos tipos de caza, mayor y menor.

Las principales especies cineg閠icas en los cotos son el jabal� (muy abundante aunque las poblaciones est醤 estabilizadas, siendo el principal elemento regulador la abundancia de comida y no la actividad cineg閠ica), el sarrio (el control de la especie que se ha ejercido en los 鷏timos a駉s ha supuesto un aumento de la poblaci髇.), el corzo (cuya poblaci髇 ha aumentado significativamente en los 鷏timos a駉s, sin embargo, no est� muy explotado cineg閠icamente) y ciervo (se dispone de pocos datos referentes a esta especie, s髄o el coto HU-10.116- D de Borau ha solicitado su caza en los 鷏timos a駉s).

En la 鷏tima d閏ada se ha venido efectuando un control seguimiento de las poblaciones de sarrios en las distintas Reservas de Caza del Pirineo aragon閟, seguimiento que se hace extensivo tambi閚 a los cotos colindantes que albergan poblaci髇 de sarrio. Se trata de una actividad en la que participan, adem醩 de los Agentes para la Protecci髇 de la Naturaleza del Gobierno de Arag髇, cazadores locales conocedores de los lugares de estancia habitual del sarrio en los cotos donde cazan. A principios de verano y en oto駉 se llevan a cabo o bien censos (cada 5 a駉s) o bien recorridos de seguimiento de la poblaci髇 (cada a駉), a partir de las cuales se obtienen los datos necesarios con los que se define y cuantifica los cupos anuales de aprovechamiento del sarrio tanto para la Reserva de Caza como para los cotos colindantes.

Socialmente la caza tiene una gran aceptaci髇 en la zona, siendo la principal actividad de ocio en muchos de los municipios y practic醤dola un elevad韘imo porcentaje de la poblaci髇 adulta. Para poder cazar se establecen una serie de requisitos en los cotos, estando generalizada la obligaci髇 de empadronamiento en el municipio o bien la justificaci髇 de parentesco en primer grado con un vecino de la zona, lo que constituye sin duda un buen reflejo del elevado sentido patrimonial de la caza en la comarca. Normalmente la caza en las reservas de caza genera en el 醡bito del Pirineo aragon閟 un turismo de calidad fuera de temporada alta, detect醤dose sin embargo que en los valles esta actividad no alcanza suficiente significaci髇.

En los valles existen 354 licencias de caza, de las cuales 150 pertenecen al Valle de Echo, 79 a la Mancomunidad de Ans�- Fago, 60 a A韘a, 48 a la Mancomunidad de Jasa-Arags y, el resto, a de Borau. Ello supone, por t閞mino medio, la existencia de una licencia de caza por cada seis habitantes censados en el 醡bito del Plan, proporci髇 閟ta que se repite en la pr醕tica totalidad de las mancomunidades de gesti髇 de los cotos existentes, lo que supone que uno de cada dos hombres cuya edad supera los 18 a駉s y no alcanza los 65 a駉s practica la caza regulada. Esto convierte a la caza en actividad generalizada para, al menos, la mitad de las familias de los valles.

Los ingresos de los cotos, en general, proceden de las aportaciones de los socios de la sociedad titular del coto seg鷑 las distintas categor韆s establecidas en sus respectivos estatutos, o bien de la venta de permisos de becada, sarrio y batidas de jabal� a cazadores for醤eos.

En la reserva, la distribuci髇 de los permisos viene regulada por la resoluci髇 aprobatoria del Plan Anual de Aprovechamientos Cineg閠icos que anualmente se publica en el 獴olet韓 Oficial de Arag髇�, en ella se estipulan las normas para la realizaci髇 de las cacer韆s, tanto recechos como batidas, as� como los precios de los distintos tipos de permisos que se expiden en la Reserva. En caso de que las solicitudes de permiso superen los disponibles 閟tos se asignan mediante:

Sorteo.-Los permisos disponibles se reparten al 50% entre los dos tipos de caza que se realiza en los valles: 玹rofeo� (caza de machos adultos), que es m醩 valorada, y la 玸electiva�.

Hembras.-Anualmente el 玹rofeo� se caza en dos 閜ocas distintas: en primavera (abril-mayo) y la otra parte en oto駉 (septiembre a diciembre). El cupo de permisos de 玹rofeo� se reparte de la siguiente forma:

• * 40% - Propiedad: son los propietarios de terrenos situados dentro de la reserva. Este porcentaje se reparte proporcionalmente a la superficie que tienen los propietarios.
• * 15% - Locales: son los vecinos de los t閞minos municipales que est醤 dentro de la reserva o aquellos que tienen terrenos dentro de estos municipios. Este porcentaje se reparte dentro de los municipios en funci髇 de la superficie que tienen dentro de la reserva.
• * 20% - Regionales o auton髆icos: son aquellos que tengan vecindad administrativa en Arag髇.
• * 25% - Nacionales: son aquellos que no tienen vecindad administrativa en Arag髇.

El cupo de los permisos de 玸electiva� se reparte de la siguiente forma: 50% - Local; 30% -Regional o Auton髆ico y 20% - Nacional. La caza se realiza en oto駉 (septiembre-octubre).

Desde el a駉 1998 el n鷐ero de permisos de caza de sarrio de la reserva ha aumentado. Esto es debido a que las poblaciones censadas han aumentado. Adem醩, en dicho a駉 se adopt� el criterio de dar un n鷐ero de permisos de sarrio igual al 5% del n鷐ero de individuos censados, lo que parece haber dado lugar a cierto incremento del cupo. Los permisos de jabal�, sin embargo, a partir de este censo disminuyeron bastante, pasando de los 870 permisos en el a駉 1997 a los 337 el siguiente a駉.

Los ingresos derivados de la venta de los permisos de caza que realiza la Administraci髇 gestora de la reserva de caza se distribuyen entre el Gobierno de Arag髇 (la cuota de entrada) y los propietarios de los terrenos que integran la reserva (las cuotas complementarias) que reciben importes proporcionales a la superficie que poseen en el interior de la misma. Una segunda fuente de ingresos para los propietarios de los terrenos afectos a la Reserva lo representan la venta directa de los permisos de trofeo que le corresponden por la propiedad, y finalmente los ayuntamientos de los t閞minos incluidos total o parcialmente en la reserva reciben un importe anual por hect醨ea destinado a obras y servicios que consideren de inter閟 en sus 醡bitos de actuaci髇.

V.4.9.- Uso pisc韈ola.

Todas las aguas que discurren por el 醡bito del plan est醤 declaradas habitadas por la trucha, existiendo algunos tramos declarados de alta monta馻. Destacan por la actividad pisc韈ola los cursos fluviales principales: Veral, Arag髇 Subord醤, Osia y Estarr鷑. A distintos tramos de estos cursos se aplican diversas figuras de gesti髇 pisc韈ola definidas en la Ley 2/ 1999, de 24 de febrero, de Pesca. As� existen varios cotos sociales de pesca, bien sean en r間imen normal (Ans� superior, Ans� inferior y Echo superior) o de captura y suelta (Oza y Emb鷑) y vedados de pesca. No existen ni cotos deportivos de pesca ni cotos privados de pesca.

El Plan General de Pesca define los cupos y las tallas. Esta norma en los 鷏timos a駉s ha tenido una tendencia a la reducci髇 del cupo y al aumento de la talla de captura.

Se realizan repoblaciones con trucha com鷑, principalmente en los r韔s Veral y Arag髇 Subord醤.

La pesca representa una actividad muy apreciada aunque minoritaria respecto a la caza, estando los cotos de pesca muy valorados (importante atractivo tur韘tico). La ocupaci髇 de estos cotos es bastante elevada lo cual puede significar un 韓dice de su valoraci髇 por parte de los pescadores.

Los 鷑icos ingresos que la zona percibe a causa de la pesca son los que generan indirectamente los pescadores que acuden a la zona, en forma de gasto en restaurantes, comercio o alojamiento. Sin embargo, cabe calificar como buena la percepci髇 que por parte de este sector se tiene de las posibilidades tur韘ticas que ofrece la actividad pisc韈ola.

V.4.10.- Uso tur韘tico.

La oferta tur韘tica de los valles se sustenta sobre la base de un medio natural de calidad y unos n鷆leos de poblaci髇 relativamente bien conservados y atractivos para el visitante. Tradicionalmente las actividades tur韘ticas desarrolladas en los Valles han estado vinculadas a su medio natural; entre las actividades l鷇ico-deportivas ligadas a este medio podemos destacar las siguientes:

• * Monta駃smo: es una actividad tradicional y est� vinculada a la posibilidad de ascender picos en la zona. Suelen partir de un refugio o n鷆leo de poblaci髇 y ascienden hasta las l韓eas de cumbres. Las rutas m醩 frecuentadas se dirigen hasta la Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Bisaur韓, Aspe, etc.
• * Senderismo: se pueden diferenciar entre las transversales (comunicaci髇 entre valles) y las longitudinales. Se destaca entre las primeras la traves韆 del Pirineo (GR-11) que cruza de este a oeste toda la cordillera y que en estos valles tiene el siguiente recorrido: muga con Navarra en Arguibieta - Zuriza - Refugio forestal de Tacheras - collado de Petraficha - casa de La Mina- Achar de Aguas Tuertas- Aguas Tuertas- Ib髇 de Estan閟- Candanch�. A este recorrido principal se le incorpora una variante, la GR-11.1, que desde la Mina paralelamente al Arag髇 Subord醤 por la calzada romana, y siguiendo la ruta de los refugios (Gabardito, Lizara, Candanch�) llega hasta el valle de A韘a. Los recorridos longitudinales llegan hasta las cabeceras de los valles. Entre ellos los m醩 transitados son los que dan acceso al ib髇 de Acherito, al Puerto del Palo, a Guarrinza, Aguas Tuertas, etc.
• * Esqu� de fondo: esta actividad incorporada por la Mancomunidad se halla repartida en tres de los valles de la zona, existiendo tres pistas de esqu� de fondo:
  • - Linza: entre los 1.330 y los 1.420 m de altura, en el fondo del valle de Ans�. El acceso se realiza desde Zuriza por una pista forestal asfaltada. Tiene tres recorridos que discurren por el barranco de Petrechema, uno de media dificultad (4,6 Km) dos de baja dificultad (2,2 Km entre ambos)
  • - Gabardito: entre los 1.400 y los 1.600 m de altura, en el t閞mino municipal de Valle de Echo. El acceso se realiza por una sinuosa pista forestal que sale desde la carretera provincial Echo-Siresa-Oza HUV- 2.131. Situada en el barranco de Aguerri cuenta con 9 Km de pista repartidos en tres recorridos dos de dificultad media y uno de dificultad f醕il.
  • - Lizara: a 1.540 m de altura situada en el Llano de Lizara, en el nacimiento del valle de Arags del Puerto. El acceso se realiza desde Arags del Puerto por una pista forestal. Cuenta con dos pistas de f醕il recorrido que suman un total de 4 Km.
• * Bicicleta de monta馻: esta actividad ha encontrado muchos adeptos en un corto periodo de tiempo. En principio se puede realizar en casi cualquier pista o camino y est� limitada por la capacidad f韘ica de los practicantes o por la imposibilidad de trazados o senderos. Los recorridos m醩 frecuentados son aquellos que tienen menos dificultad: desde Oza hasta el Achar de Aguas Tuertas, desde Zuriza hasta las proximidades del collado de Estriviella y el bosque de Linza.
• * Pirag黫smo: no es un deporte muy practicado en estos valles, no obstante es posible su realizaci髇 en el Veral (30 Km de recorrido entre Zuriza y Bini閟) y en el Arag髇 Subord醤 (desde Oza hasta Puente La Reina, exceptuando el Tramo de la Boca del Infierno). No existe conocimiento de que los dem醩 r韔s hayan sido recorridos.
• * Barranquismo: se conoce su pr醕tica en el r韔 Subord醤, en el tramo de la Boca del Infierno, en el Barranco del Jard韓 y en el Barranco de Espata. Es una actividad novedosa en la zona que por la experiencia en otros lugares, puede verse incrementada a corto plazo.
• * Escalada: su pr醕tica no es muy frecuente en la zona.

Por su inter閟 interpretativo en cuanto a valores naturales de percepci髇 accesible al visitante, bien por su fauna, flora, geolog韆 o paisaje destacan: la Boca del Infierno, la Garganta de Izcaurri, la Selva de Zuriza, Linza, Acherito, Guarrinza, Foz de Bini閟, Foz de Fago, Aguas Tuertas, Ib髇 de Estan閟 e Ib髇 de Acherito en Ans�, la Cabecera del Estarr鷑 en A韘a, la Cabecera del Osia en Arags del Puerto, la Selva de Oza en Echo.

Otro gran recurso a destacar en los Valles, que constituye un potencial atractivo para el turismo, es el ya mencionado patrimonio etnogr醘ico, arquitect髇ico y cultural, que confluye en los Valles con un rico patrimonio festivo de sus pueblos.

En cuanto a la demanda de los visitantes, en su mayor parte, dos tercios, la visita se relaciona directamente con estancias vacacionales, con un gasto concentrado en las zonas donde se localiza dicha estancia. En cualquier caso, la naturaleza y la monta馻 constituyen los motivos principales que justifican sus estancias especialmente en verano, siendo mucho menos importante la realizaci髇 de actividades deportivas, el conocimiento del patrimonio cultural o el 玠escanso�. En este contexto, el paseo y el senderismo constituyen las actividades m醩 destacadas de la demanda en la zona. Un alto porcentaje de los visitantes (casi un 60% de una encuesta realizada para evaluar el sector) desarrolla m醩 de una actividad en la zona los Valles. Entre todas ellas, destacan tanto el paseo (50%) como el senderismo (40%). Sin llegar a alcanzar un 30% del total de la muestra, destacan tambi閚 la gastronom韆 o descansar. Actividades como la escalada (7%) o la bicicleta monta馻 (8%) quedan relegadas a grupos minoritarios.

Las entidades que integran la oferta tur韘tica desarrollan actividad sobre un total de m醩 de 60 establecimientos de los que, 16 corresponden a establecimientos hoteleros - hoteles, hostales y pensiones -, 3 campings, 9 casas de turismo rural, albergues y refugios, 26 restaurantes y cafeter韆s y una empresa de turismo activo y aventura. El conjunto de establecimientos reglados (no incluida la 2� residencia) que ofertan alojamiento re鷑en un total de 2.253 plazas de alojamiento, de las que 66% corresponden a los campings, 16% a los establecimientos hoteleros, 20% a refugios y bordas y el resto a casas rurales.

En general, la hosteler韆 adolece de una excesiva individualizaci髇 de la oferta, escasa unificaci髇 de la imagen global la actividad y solapamiento con otras actividades tur韘ticas complementarias, con una calidad en general mejorable.

Los refugios de Linza y Gabardito constituyen el centro la actividad de las dos empresas que llevan sus nombres, tanto durante la temporada de esqu� n髍dico como fuera de dicho periodo. Las 108 plazas da alojamiento y comedor que suman la oferta de ambos refugios se reparten a raz髇 de 60 en Linza y el resto, 40 plazas, en Gabardito. Dicha oferta representa 8,4% de las plazas ofertadas en refugios de monta馻 de Comunidad Aut髇oma de Arag髇 y el 10,3% del total plazas en refugios de monta馻 del Pirineo Aragon閟. Adem醩, se ha finalizado ya la construcci髇 del refugio de Lizara, con 75 plazas.

Por 鷏timo, hay que se馻lar la implantaci髇 creciente continuada de servicios colectivos relacionados con actividades tur韘ticas (deporte, ocio, cultura, medio ambiente), aunque por el momento 鷑icamente cuatro empresas realizan una oferta distinta del alojamiento y gastronom韆, con menos una d閏ada de antig黣dad y concentrando su oferta en actividades relacionadas con el senderismo y los deportes al aire libre (esqu� de fondo, barranquismo...); dos de ellas complementan su actividad con la actividad hostelera y el alquiler material de esqu� al frente de los refugios ya mencionados Linza y Gabardito.

V.4.11.- Uso urban韘tico.

Los municipios objeto del presente Plan cuentan con los siguientes instrumentos de planeamiento urban韘tico municipal:

• * A韘a: Texto Refundido del Plan General de Ordenaci髇 Urbana, aprobado en enero de 2002, adaptado ya a la Ley Urban韘itca de Arag髇.
• * Ans�: Normas Subsidiarias aprobadas por la Comisi髇 Provincial de Ordenaci髇 del Territorio el d韆 9 de junio 1995. Modificaci髇 puntual n� 1 del PGOU: Acuerdo inicial 29-3-2005.
• * Arags del Puerto: Normas Subsidiarias aprobadas por Comisi髇 Provincial de Ordenaci髇 del Territorio en fecha de enero de 1995. Modificadas en mayo de 2004.
• * Borau: Plan General de Ordenaci髇 Urbana: publicaci髇 definitiva 14-4-2005.
• * Jasa: Texto Refundido de las Normas Subsidiarias aprobado definitivamente por la Comisi髇 Provincial de Ordenaci髇 del Territorio de Huesca el 26 de enero de 1995.
• * Valle de Echo: Normas Subsidiarias aprobadas definitivamente en fecha 8 de julio de 1987. Modificadas en septiembre de 2004. Plan General de Ordenaci髇 Urbana: acuerdo provisional 11-4-2005.

Las Normas Subsidiarias clasifican el suelo comprendido en cada t閞mino municipal en suelo urbano, suelo apto para urbanizar y suelo no urbanizable. En 閟te, a su vez, se distinguen distintas categor韆s en funci髇 de sus caracter韘ticas agr韈olas, paisaj韘ticas, forestales, etc. a las que se les asigna un diferente grado de protecci髇. La delimitaci髇 del suelo clasificado como urbano se contiene, por tanto, en el planeamiento general.

Los 醡bitos delimitados por las Normas Subsidiarias de los diversos municipios como suelo apto para urbanizar se juzga que resultan suficientes para acoger el futuro desarrollo residencial que pudieran experimentar. Si bien los cascos urbanos se hallan colmatados en la mayor韆 de los municipios, por cuanto la pr醕tica totalidad de las actuaciones constructivas se han realizado en el suelo urbano, bien realizando edificaciones de nueva planta, bien rehabilitando edificios existentes. Esta circunstancia determina que se comienza a generar cierta escasez de suelo residencial urbanizado.

Se aprecia en todos los municipios una marcada ausencia de cultura urban韘tica en lo que a gesti髇 del suelo se refiere, que conlleva una falta de desarrollo de unidades de ejecuci髇 en suelo urbano y de sectores en suelo apto para urbanizar. Esta circunstancia puede tener su origen en la gran fragmentaci髇 de la propiedad y en la titularidad tradicional de los terrenos reacia a la promoci髇 de los mismos.

La demanda de nueva vivienda proviene en su gran mayor韆 de no vecinos, esto es, de personas que eligen estos municipios como emplazamiento de su 玸egunda residencia�. La concurrencia de los factores anteriores determina un encarecimiento del precio del producto inmobiliario.

Por lo que respecta a la calificaci髇 del suelo urbano y apto para urbanizar, el uso predominante es el residencial, y la tipolog韆 edificatoria, vivienda unifamiliar. Todos los instrumentos de planeamiento delimitan un 醡bito para implantaci髇 de actividades industriales, si bien ninguno de ellos ha sido objeto de desarrollo. De igual modo, se prev閚 usos terciarios que permiten la existencia de establecimientos hoteleros, restaurantes, etc.

Los problemas relacionados determinan, en esencia, una limitaci髇 para el crecimiento y desarrollo de los municipios. Escollo 閟te que podr韆 salvarse encargando la redacci髇 de instrumentos de planeamiento que hagan m醩 flexible la gesti髇 del suelo y adoptando las distintas Corporaciones una actitud m醩 participativa y emprendora en lo que a promoci髇 y desarrollo del suelo se refiere.

En t閞minos generales podemos, a grandes rasgos, distinguir entre dos tipos de municipios: en relaci髇 con la poblaci髇 residente de forma permanente o habitual, Echo y Ans� son municipios de elevado peso y concentraci髇 mientras que el resto de municipios ofrecen una escasa proporci髇 de residentes respecto de sus respectivas poblaciones potenciales.

Existen censadas 1.558 viviendas, (sin incluir Candanch�), de las cuales 556 (36%) est醤 ocupadas de forma permanente. El n鷐ero de viviendas secundarias asciende a 779 (50%) n鷐ero 閟te muy superior a las 161 contabilizadas en 1970, lo que da una idea de la importancia que ha adquirido este tipo de viviendas en el contexto socioecon髆ico de los valles. El parque vac韔 supone en la actualidad 223 viviendas (15%), como consecuencia, por un lado, del vaciamiento derivado de la regresi髇 demogr醘ica, por las expectativas provocadas por los mismos proyectos de vivienda todav韆 inacabadas (28 viviendas) y por el car醕ter culturalmente muy patrimonial que se concede a la vivienda.

El parque secundario se erige como el m醩 importante de los valles (50% del total), seguido del parque principal (36%) parque vac韔 (15%) siendo considerables el peso relativo primero y el tercero de ellos con relaci髇 a otros 醡bitos.

Si se tiene en cuenta el conjunto global del parque viviendas, la capacidad de alojamiento asciende a unas 5.741 personas, que multiplica por 3,6 veces la dotaci髇 de residentes en la zona.

VI.- DIAGNOSTICO Y PREVISI覰 DE EVOLUCI覰 FUTURA

VI.1.- Diagn髎tico del medio f韘ico.

1. Algunos parajes destacan por su singularidad, tanto desde el punto de vista geol骻ico como geomorfol骻ico. Se trata enclaves en los que adem醩 de su valor relevante en aspectos indicados, la calidad de sus paisajes es altamente significativa en el 醡bito del Plan. Atendiendo al modelado que aparecen vinculados, destacan los siguientes enclaves:

• * Formas ligadas a la acci髇 glaciar y periglaciar (circos glaciares, complejos morr閚icos, bloques, rocas aborregadas, ibones, etc.). Valle de Acherito: valle modelado por la acci髇 glaciar. Valle de Guarrinza: t韕ico valle en artesa excavado las areniscas y lutitas carbon韋eras. Aguas Tuertas: cubeta sobreexcavaci髇 glaciar rellena de sedimentos (ib髇 colmatado) consistente en una amplia llanura de m醩 de 2 de longitud, por la que circula el r韔 Subord醤, formando numerosos meandros. Complejo morr閚ico de A韘a. Valle los Sarrios: artesa glaciar excavada desde el circo de Oliv醤. Boca del Infierno: espectacular garganta, con paredes verticales y saledizos, originada por un torrente subglaciar postglaciar. Los Lecherines: glaciar rocoso donde se ha desarrollado adem醩 un modelado k醨stico de cierta importancia. Ib髇 de Estan閟: en las proximidades de la frontera francesa, al norte de la Sierra de Bernera.
• * Formas ligadas a la acci髇 fluvial. Garganta de Ezcaurri: profunda garganta sobre calcarenitas y calizas del Pale骻eno. Foz de Bini閟: garganta que entalla el r韔 Veral, a expensas barras calc醨eas intercaladas en el flysch, con formas espectaculares en las paredes y que constituye un bello p髍tico acceso a este valle. Garganta de Fago: garganta excavada en flysch eoceno, unos 4 Km. aguas abajo del n鷆leo de Fago. Cauces trenzados de los r韔s Osia y Estarr鷑: amplio cauce varios canales entrecruzados, inestables, que dejan entre barras de sedimentos. Cabecera del Lubierre: r韔 trenzado hab韆 cubierto la ermita de San Adri醤 de Sasabe (s. XII), visible actualmente tras haber eliminado un potente manto de piedras.
• * Formas estructurales. Pe馻 Forca (2.391 m): gran murall髇 de paredes casi verticales, modelado por un glaciarismo que se adapta a los mantos calc醨eos, cabalgando hacia Cuellos de Lenito. Selva de Oza: amplia cubeta excavada sobre lutitas y areniscas rojas del Permo-Tr韆s. Sierra Bernera: en el alto Valle de Arags, es un perfecto ejemplo de sinclinal colgado. Castillo de Acher: sinclinal colgado en Alto Arag髇 Subord醤, con caracter韘tico pliegue, aislado sobre los terrenos del Permotr韆s con color rojo caracter韘tico y con densa red de dolinas. Bisaur韓 y Pe馻 Ag黣rri: dos de principales elevaciones del Valle de Echo. Los Aspes: divisoria septentrional del Valle de Estarr鷑; la altitud y topograf韆 de estos picos destaca sobre el entorno; posee un importante complejo k醨stico de notable trascendencia hidrol骻ica.
• * Formas k醨sticas. Karst de Petrechema: modelado k醨stico desarrollado sobre calizas cret醕eas, con presencia formas caracter韘ticas en superficie y de simas y cuevas profundidad, conductos de circulaci髇 del agua subterr醤ea dentro del macizo, campos de peque馻s y grandes dolinas (hoyas del Ingeniero, del Solano y del Portillo).
• * Formas de laderas. Barra calc醨ea de Sinu閟: pared髇 calizo entre los materiales del flysch que atraviesa el valle, destacando notablemente sobre el paisaje. Barranco de Saverri (afluente del Estarr鷑).

2. El estado de conservaci髇 de ciertos enclaves viene condicionado por la presencia de fen髆enos erosivos, caracterizados por movimientos en masa y procesos de arroyamiento concentrado din醡ico en el piso supraforestal; en zonas m醩 bajas la din醡ica de procesos erosivos presenta una mayor variedad y est� m醩 ligada a la intervenci髇 humana.

3. Existe un cierto riesgo de avalanchas de nieve, de movimientos en masa o de ca韉as de piedras que, sin adquirir la importancia de otras zonas del Pirineo, es un factor a tener en cuenta sobre todo en la relacionado con la defensa de infraestructuras y actividades tur韘ticas invernales.

4. La red hidrogr醘ica presenta escasas alteraciones debidas a actuaciones antr髉icas en los cursos altos. En las zonas m醩 bajas, la presencia de infraestructuras y la necesidad de su adecuaci髇 en ocasiones ha incidido sobre los cauces de los r韔s. Adem醩, en cada valle se han utilizado barrancos y cunetas como vertedero de residuos s髄idos urbanos.

5. En los r韔s del 醨ea de estudio, la temperatura invernal de las aguas, factor limitante para la distribuci髇 de las especies pisc韈olas a lo largo del r韔, presenta en general bastante uniformidad (en torno a los 4 � C); en verano, el intervalo de temperatura es menos acusado. La conductividad, por su parte, muestra valores siempre mayores en invierno que en verano, y menores en la cabecera con respecto a los tramos finales, lo que puede considerarse normal. No obstante, hay que tener en cuenta que al ser todo el 醨ea una zona de caracter韘ticas k醨sticas, los afloramientos y p閞didas de agua que se producen a lo largo del recorrido del r韔 determinan cambios s鷅itos en los par醡etros f韘ico-qu韒icos.

6. La identificaci髇 de los taxones de macroinvertebrados bent髇icos presentes en los r韔s de la zona permite calificar sus aguas como 玜guas muy limpias, no alteradas de modo sensible �; as� la Confederaci髇 Hidrogr醘ica del Ebro tiene establecido el objetivo de calidad 1: usos salm髇idos y producci髇 de agua potable. En general se trata de aguas de elevada reserva alcalina, bien oxigenadas, con baja cantidad de nutrientes y de calidad biol骻ica buena.

7. Sin embargo, en determinados momentos y tramos aparecen algunos efectos de contaminaci髇, asociados fundamentalmente a las 閜ocas estivales y a las 醨eas de influencia de los n鷆leos de cabecera de los valles y a los campings. Tal es el caso de las localidades de Echo y A韘a, que no s髄o mantienen sus aportes de nutrientes al r韔 sino que los elevan durante el verano con un considerable aumento de poblaci髇, agravado porque en ese momento el aporte de caudal es menor y todas esas sustancias pasan a estar m醩 concentradas, produci閚dose una menor capacidad de mineralizaci髇 de la materia org醤ica particulada y disuelta al disminuir el caudal y la velocidad del agua. El incremento detectado en las poblaciones de d韕teros corrobora la presencia de una mayor carga org醤ica.

8. Se detectan puntualmente extracciones de 醨idos en las zonas bajas del r韔 Arag髇 Subord醤, y peque馻s canteras en enclaves calizos de la mitad meridional. En la 閜oca estival, la disminuci髇 natural de los caudales de agua, el aumento de demandas para riego, el abastecimiento urbano de Echo, los campings y acampadas de verano agravan la situaci髇 de este r韔, disminuyendo la calidad del agua y dej醤dolo seco en el tramo situado por debajo del Puente de Santa Ana hasta cerca del municipio de Echo. El aumento de la actividad tur韘tica en la cabecera del valle de Echo provoca una habitual acampada no regulada en la Selva de Oza y Guarrinza (personas de paso, excursionistas, turistas en general que se ba馻n, lavan ropa o utensilios diversos...) y la proliferaci髇 de acampadas con permisos temporales. As�, este r韔 soporta una fuerte concentraci髇 de demandas y usos que repercute muy negativamente en su estado de conservaci髇.

9. El d閒icit generalizado de depuradoras para el tratamiento final de aguas residuales en los municipios del 醨ea de estudio hace que haya una generalizaci髇 del vertido libre de las aguas sucias urbanas, con un 33 % de los emisarios vertiendo las aguas residuales a r韔s, un 17 % a arroyos, 11 % a barrancos, 11 % a vaguadas o ramblas y el 28 % restante conducido a otros lugares.

VI.2.- Diagn髎tico de la flora y vegetaci髇.

1. Existen dos zonas calificadas como Enclaves de Inter閟 Bot醤ico con alta diversidad flor韘tica. El primero de ellos incluye los macizos de Pe馻forca, Petraficha, y Mesa de Los Tres Reyes, enlazando con el Karst de Larra constituyendo una de las zonas m醩 diversas de la Pen韓sula Ib閞ica, y Baleares, el segundo de ellos se sit鷄 en los Macizos de Collarada, Aspe y Bisaur韓, incluyendo adem醩 como enclave de importancia notable el Ib髇 de Estan閟.

2. Desde el punto de vista de la flor韘tico, cabe citar en orden decreciente de inter閟, las siguientes localidades: Paso de Aspe, Alto Valle de A韘a-Picos de Aspe, Pico Bisaur韓, Castillo de Acher, Linza-linzola-Mesa de los Tres Reyes, Selva de Oza, Foz de Bini閟 y Labati, as� como gran parte del nivel supraforestal, donde se sit鷄n las comunidades de pastos que presentan mayor complejidad flor韘tica y que en algunos casos, constituyen el l韒ite occidental absoluto de su distribuci髇.

3. Como ambientes flor韘ticos de mayor inter閟, destacan los pastos subalpinos y alpinos, que adem醩 de constituir un recurso econ髆ico fundamental para el sostenimiento de los sistemas agroganaderos, albergan la mayor parte de las plantas consideradas raras, y gran parte de los endemismos pirenaicos localizados en el 醡bito del Plan. En segundo orden de importancia se sit鷄n las comunidades de cantiles comunidades megaf髍bicas y humedales, adem醩 de albergar un 30% de las plantas consideradas raras, adquieren especial relevancia, si se considera la escas韘ima superficie que ocupan en el 醨ea del Plan.

4. Como aspectos especialmente notables desde el punto de vista de la flora, es de destacar la presencia de Allium pyrenaicum en la Foz de Bini閟 y las comunidades de megaforbios en el barranco de Aspe.

5. En cuanto a las masas forestales y teniendo en cuenta su escasez, fragmentaci髇, potencial para la regeneraci髇 del suelo y vegetaci髇 originaria, por su relevancia paisaj韘tica y sus futuras posibilidades de explotaci髇, se consideran como m醩 destacables las masas de pinares subalpinos con Pinus uncinata como especie principal, los bosques de hayedo y abetos del piso montano, los quejigales y carrascales, y los bosques mixtos de pie de Cantil.

6. El estado de conservaci髇 de la flora queda recogido en el Cat醠ogo de Especies Amenazadas de Arag髇:

• * Peligro de extinci髇: Buxbaumia viridis * Sensibles a la alteraci髇 de su h醔itat: Arctostaphylos alpinus.
• * Vulnerables: Talictrhum macrocarpum, Orobanche laserpitii-sileris, Aconitum variegatum subsp. pyrenaicum, Lathyrus vivanti, Buglossoides gastonii, Allium pyrenaicum.
• * De inter閟 especial: Minuartia cerastiifolia, Saxifraga hariotii, Genista teretifolia, Ilex aquifolium, Limonium catalaunicum, Gentiana lutea subsp montserratii, Ramonda myconi, Callitriche palustris, Leontopodium alpinum subsp. alpinum.

7. Los pastos alpinos presentan una estado de conservaci髇 bueno, si bien en los pisos subalpinos, y en concreto en la ceja supraforestal, se detecta un embastecimiento de los mismos. El retroceso de la actividad ganadera est� favoreciendo su colonizaci髇 por especies menos palatables o por matorrales, iniciando un proceso evolutivo que modificar� la composici髇 flor韘tica actual. La din醡ica natural de la vegetaci髇 en este 醡bito, tender� a una paulatina recuperaci髇 del bosque, siendo este aspecto de inter閟 desde el punto de vista de la recuperaci髇 de las masas de Pinus uncinata.

8. En relaci髇 con las masas forestales, los an醠isis efectuados en el marco de los documentos elaborados para la redacci髇 del presente Plan detectan una regresi髇 de las mismas, aspecto especialmente delicado sobre todo en la mitad septentrional del 醡bito, donde se encuentran la mayor parte de bosques montanos y mes骹ilos. La regresi髇 se encuentra directamente ligada a la explotaci髇 forestal realizada en las 鷏timas d閏adas, encaminada a la obtenci髇 de madera de sierra. Una reconducci髇 de la ordenaci髇 del aprovechamiento forestal en dichas masas ha resultado indispensable para corregir tendencias que pod韆n poner en peligro algunas de las masas. A los efectos antr髉icos hay que sumar la amenaza por el cambio clim醫ico, tanto directa (aumento de temperaturas e irregularidad de precipitaciones) como indirecta (mayor riesgo de incendios forestales, p閞dida de suelos, etc.)

9. El estado sanitario de las masas forestales no presenta problemas graves salvo en el caso del abeto que se encuentra muy debilitado en Ans� y algo menos en el resto del territorio. El problema es complejo y de dif韈il soluci髇: se ha observado en la 鷏tima d閏ada un decaimiento generalizado de los abetales peninsulares y a鷑 no se han determinado definitivamente las causas que provocan la perdida de vigor, languidez, huecos en las copas, acebollamientos, envejecimiento r醦ido y muerte. Se cree que podr韆 tratarse de un efecto sin閞gico originado inicialmente por el calentamiento clim醫ico, con el posterior debilitamiento e invasi髇 de perforadores, hongos (Mellampsorella nervisequia) y mu閞dago. Hay que destacar la presencia de muchos abetos puntisecos no aprovechables como maderables en toda la zona sobre todo en Ans� y Echo. No se producen cortas de abetos desde 1997, excepto alguna corta de polic韆.

10. Los bosques de quejigos y encinas ocupan reducida extensi髇 en el territorio. Adem醩 se encuentran fragmentados y con una estructura empobrecida. Constituyen sin embargo formaciones de inter閟 por su funci髇 ecol骻ica y protectora del suelo.

11. Las formaciones de ribera est醤 muy degradadas, pudiendo considerarse pr醕ticamente inexistentes en el 醡bito del Plan, lo que supone un empobrecimiento flor韘tico y paisaj韘tico de consideraci髇, trat醤dose de comunidades de gran importancia en la regulaci髇 y protecci髇 de los r韔s.

VI.3.- Diagn髎tico de la fauna.

1. Desde el punto de vista de la distribuci髇 territorial de la fauna y a modo de s韓tesis puede concluirse que el espacio comprendido entre las sierras interiores y la frontera es el de mayor valor junto con los enclaves de las foces de Bini閟 y Fago, calific醤dose dichos espacios del siguiente modo:

• * Areas de valor faun韘tico excepcional: Pe馻-Ezcaurri- Alano-Espelunga, Vertiente del Maz-Barranco de Peterechema-Barranco de Gamueta, Boca del Infierno, Roquedos de Lizara en el Macizo de Bernera, Foz de Bini閟.
• * Areas con valor faun韘tico muy alto: Sierra Bernera, Punta Ag黣rri, Forca-cabecera del Barranco del Hospital, Chipeta, Guarrinza, Mesa de los Tres Reyes, Puerto de A韘a y Foz de Fago.
• * Areas con valor faun韘tico alto: todo el territorio de cabecera de los valles, Linza, Zuriza, Barranco del Hospital, Guarrinza, Selva de Oza, Labati, Lizara, y el roquedo frente al desv韔 a Urdu閟 y en las proximidades de Sinu閟.

2. En el 醨ea del Plan existen varias especies incluidas en el Cat醠ogo de Especies Amenazadas de Arag髇, cuyo detalle y catalogaci髇 seg鷑 la normativa nacional y europea se incluye en el Anexo 6. Como especies m醩 destacables por su inclusi髇 en las categor韆s m醩 restrictivas del cat醠ogo es preciso citar:

• * En peligro de extinci髇: el oso (Ursus arctos), el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) y el pico dorsiblanco (Dendrocopus leucotos)
• * Sensibles a la alteraci髇 de su h醔itat: la nutria (Lutra lutra) la bermejuela (Chondrostoma arcasii), el aguilucho p醠ido (Circus cyaneus), el milano real (Milvus milvus), el urogallo (Tetrao urogallus aquitanicus), rana pirenaica (Rana pyrenaica) y Osmoderma eremita.
• * Vulnerables: el desm醤 de los Pirineos (Galemys pyrenaicus), el murci閘ago peque駉 de herradura (Rhinolophus hipposideros), el alimoche (Neophron pernocpterus), la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), la perdiz nival (Lagopus mutus pyrenaicus),la perdiz pardilla (Perdix perdix), Aguilucho cenizo (Circus pygargus), lagartija pirenaica (Lacerta bonnali) y el lobo de r韔 (Barbatula barbatula).
• * De inter閟 especial: Culebra verdiamarilla (Coluber viridiflavus).
  • 1. El estado de conservaci髇 de la fauna pisc韈ola puede considerarse bueno ya que no se detectan niveles de contaminaci髇 preocupantes en los cursos fluviales. Los tramos medio y bajo del r韔 Arag髇 Subord醤 son los que presentan un cierto nivel de deterioro.
  • 2. No es posible realizar un diagn髎tico del estado de conservaci髇 de la herpetofauna por no disponer de suficientes an醠isis poblacionales, si bien sobre la base del declive generalizado que presenta este grupo faun韘tico, es preciso prestar atenci髇 a la evoluci髇 futura de las especies que lo integran.
  • 3. La comunidad orn韙ica de paseriformes del piso alpino presenta un elevado grado de conservaci髇 al no existir hasta la fecha factores de perturbaci髇 significativos. Sin embargo la conservaci髇 de dicha comunidad, as� como la de las poblaciones de perdiz nival y perdiz pardilla requieren el mantenimiento y conservaci髇 de las 醨eas de pastos de monta馻.
  • 4. El estado de las poblaciones de especies de aves ligadas a bosques montanos intervenidos por el hombre se considera delicado y con un futuro incierto. La supervivencia de estas especies que requieren de bosques maduros hace necesaria la conservaci髇 de las zonas arboladas con estas caracter韘ticas. En concreto, los bosques de las cabeceras de Echo y Ans�, son los de mayor inter閟 desde este punto de vista.
  • 5. Para los restantes grupos de aves puede afirmarse que la situaci髇 orn韙ica de la zona es buena, siendo la principal amenaza el deterioro del h醔itat y las perturbaciones en las zonas de nidificaci髇, destacando en este aspecto los roquedos y foces para las especies de aves rapaces y carro馿ras. En particular, los roquedos localizados en las monta馻s de sierras interiores y en las foces bajas de los Valles (Foz de Bini閟 y Foz de Fago) cobijan importantes colonias, dormideros y 醨eas de cr韆 de rapaces y carro馿ras.
  • 6. La mayor韆 de especies de mam韋eros presentes, localizados, no presentan problemas de supervivencia, salvo en el caso del oso. Su reducida poblaci髇 ha experimentado en los 鷏timos a駉s una importante regresi髇, con dificultades serias para su persistencia. La presencia de esta especie plantea la necesidad de establecer medidas de conservaci髇 A trav閟 del perceptivo Plan de Recuperaci髇, que deber� incluir medidas compensatorias para la ganader韆 local.
  • 7. En suma, las especies de fauna en las que es necesario centrar mayor atenci髇 son las siguientes (para ellas se incluyen datos poblacionales referidos al 醡bito del Plan, salvo indicaci髇 espec韋ica): el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) con cinco parejas nidificantes, el oso (Ursus arctos) con una poblaci髇 aut骳tona de unos cinco ejemplares en todo el 醡bito pirenaico, y presencia habitual, en el 醡bito del Plan, el pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos) con una presencia de dos parejas como m醲imo en la zona, aunque sin avistamientos en los 鷏timos a駉s, la perdiz nival (Lagotopus mutus pyrenaicus), el alimoche (Neophron percnopterus), el urogallo (Tetrao urogallus aquitanicus) con una poblaci髇 muy escasa, la rana pirenaica (Rana pyrenaica) poblaci髇 sin determinar, la perdiz pardilla (Perdix perdix hispaniensis) poblaci髇 calificada como baja sin cuantificar, la lagartija pirenaica (Lacerta bonnali) poblaci髇 sin determinar, la nutria (Lutra lutra) poblaci髇 muy reducida sin cuantificaci髇, mochuelo boreal (Aeogolius funereus) poblaci髇 muy escasa 鷑icamente citada en 1990, la culebra verdiamarilla (Coluber viridiflavus) sin determinar, el halc髇 peregrino (Falco peregrinus), la t髍tola com鷑 (Streptopelia turtur), el murci閘ago peque駉 de herradura (Rhinolophus hipposideros), la culebra de Esculapio (Elaphe longissima), la trucha com鷑 (Salmo trutta), el 醙uila culebrera (Circaetus gallicus), el 醙uila real (Aquila chrysaetos), el pito negro (Dryocopus martyus), el sarrio (Rupicapra pyrenaica) con densidades en torno a 6 ejemplares/Km� y poblaci髇 en aumento, el murci閘ago del bosque (Barbastella barbastellus), el b鷋o real (Bubo bubo), el barbo culirroyo (Barbus hasii), el desm醤 (Galemys pyrenaicus), el buitre leonado (Gyps fulvus), el murci閘ago de cueva (Miniopterus schereibersii) y el 醙uila calzada (Hieraetus pennatus).

VI.4.- Diagn髎tico del paisaje.

1. Desde el punto de vista paisaj韘tico se consideran como enclaves de mayor calidad: las cabeceras de los r韔s Veral, Arag髇 Subord醤 Osia y Estarr鷑, aguas arriba de las formaciones del Flysch, La Foz de Fago, La Foz de Bini閟, el Paco d'Ezpel� en las inmediaciones de Ans�, la vertiente norte de la Sierra Dos R韔s, la vertiente norte de Pi閠rola y Larraz, en la margen izquierda del Osia, el soto fluvial del Estarr鷑, y la cabecera del barranco de Aspe. Destaca asimismo la elevada calidad de los n鷆leos urbanos.

2. En conjunto se trata de paisajes bien conservados, en los que las actuaciones antr髉icas ligadas a los aprovechamientos forestales suponen alteraciones llamativas a la cubierta vegetal, amortiguadas con el paso del tiempo en funci髇 del poder de cicatrizaci髇 de la vegetaci髇, siendo este menor y m醩 lento en los 醡bitos mediterr醤eos o m醩 continentalizados.

3. En el entorno de los cascos urbanos, algunas edificaciones inadaptadas a las caracter韘ticas arquitect髇icas tradicionales, suponen un p閞dida de calidad visual, como es el caso de las cubiertas de fibrocemento usadas en algunas naves ganaderas.

VI.5.- Categor韆s y reg韒enes de protecci髇 reconocidos previamente.

Dentro del 醨ea objeto del presente Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales se pueden identificar diferentes territorios que se han calificado ya en diversas categor韆s y reg韒enes de protecci髇. Estos espacios y los reg韒enes aplicables son los siguientes

VI.5.1.- Zonas de Especial Protecci髇 para la Aves.

El objetivo general de la Directiva 79/409/CEE, relativa a la conservaci髇 de las aves silvestres, es asegurar la protecci髇 eficaz de las aves que viven en estado silvestre en todos los Estados miembros, los cuales son responsables de la protecci髇 de todas las especies y m醩 especialmente de las aves migratorias, as� como la restauraci髇 y creaci髇 de los h醔itats necesarios para que sus poblaciones puedan persistir en un estado favorable a lo largo del tiempo, concediendo especial importancia a la protecci髇 de los humedales.

Para ello, la Directiva dispone la designaci髇 de lugares para conservar los h醔itats de ciertas especies. En su aplicaci髇 los Estados miembros deben designar las Zonas de Especial Protecci髇 para las Aves. Conforme a la Directiva 92/43/CEE, 閟tas se integrar醤 directamente en la Red Natura 2000, a la que se hace referencia en el apartado siguiente, siendo sus objetivos de protecci髇 similares a los de las Zonas Especiales de Conservaci髇 que se prev閚 en esa Directiva.

En el territorio objeto de ordenaci髇 se han declarado las siguientes:

• * Zona de Especial Protecci髇 para la Aves de Los Valles. ZEPA ES0000137. Superficie total 31.982 Ha. Incluye la totalidad de la Reserva de Caza de los Valles y fue ampliada hacia la Sierra de Vedado-Lenito-Gab醩 mediante la Orden de 20 de agosto de 2001 del Departamento de Medio Ambiente. El 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales se superpone en 30.115 Ha con esta ZEPA, constituyendo la localidad de Candanch� el 醨ea no incluida en el Plan.
• * Zona de Especial Protecci髇 para la Aves de Salvatierra - Fozes de Fago y Bini閟. ZEPA ES0000282. Superficie 2.574 Ha, de las cuales 1.218 se incluyen en el 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, coincidentes con los parajes Foz de Fago y Foz de Bini閟.

VI.5.2.- Lugares de Importancia Comunitaria.

La Uni髇 Europea crea una red ecol骻ica europea coherente de Zonas Especiales de Conservaci髇, denominada Red Natura 2000, a partir de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservaci髇 de los h醔itats naturales, de la fauna y flora silvestres. Cada Estado miembro debe determinar en su territorio los lugares importantes para la protecci髇 de las especies y los h醔itats recogidos en la Directiva, para posteriormente -despu閟 de su aprobaci髇clasificarlos como Zonas Especiales de Conservaci髇 e integrarlos en la citada red.

En el territorio objeto de ordenaci髇 se han propuesto los siguientes:

• * Lugar de Importancia Comunitaria de Los Valles: LIC ES2410003. Superficie total de 27.058 Ha. Totalmente incluido en el 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales.
• * Lugar de Importancia Comunitaria de Los Valles-Sur: LIC ES2410001. Superficie total de 22.916 Ha. Totalmente incluido en el 醡bito territorial del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales.
• * Lugar de Importancia Comunitaria de Sierras de Los Valles, A韘a y Borau: LIC ES2410057. Superficie total de 10.769 Ha, de las cuales se incluyen en el 醡bito territorial del Plan 8.744 Ha.
• * Lugar de Importancia Comunitaria de la Foz de Bini閟: LIC ES2410012. Superficie total de 167 Ha, de las cuales se incluyen en el 醡bito territorial del Plan 129 Ha.

Los objetivos de conservaci髇 de cada uno de ellos se describen en el Anexo 8.

VI.6.- S韓tesis y previsi髇 de la evoluci髇 futura.

A la vista de los recursos naturales existentes en el territorio y su estado de conservaci髇 y del diagn髎tico efectuado para los mismos, por un lado, y considerando los usos actuales y potenciales del territorio y las actividades econ髆icas, por otro, se puede realizar, a modo de s韓tesis, una zonificaci髇 o divisi髇 en unidades diferenciadas de ordenaci髇 y en funci髇 de los usos, los siguientes:

• A.- Pastos alpinos y subalpinos Son 醨eas que albergan la mayor parte de los taxones singulares de flora detectados, con una fauna de notable inter閟. En esta unidad se encuentra la pr醕tica totalidad de puntos de inter閟 geol骻ico y geomorfol骻ico ligados a la acci髇 glaciar y periglaciar (circos glaciares, complejos morr閚icos, bloques, rocas aborregadas, ibones, etc.), presencia de formas k醨sticas de gran inter閟 as� como las formas estructurales m醩 emblem醫icas presentes en el territorio, aspectos que adem醩 proporcionan una gran calidad visual al territorio. Paisaj韘ticamente la totalidad de su superficie constituye cabeceras de los r韔s indicadas como zonas de gran calidad visual. Atendiendo a los objetivos de conservaci髇 propuestos en relaci髇 con la Red Natura 2000, alberga de modo casi exclusivo el 22% de los mismos, encontr醤dose la totalidad de estas 醨eas designadas como Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protecci髇 para las Aves.

  En estas zonas el uso predominante es el ganadero en verano, tur韘tico-recreativo (senderismo, esqu�, bicicleta de monta馻) y el cineg閠ico realizado en la Reserva de Caza. Previsiblemente si no se modifican las circunstancias actuales, se mantendr� la situaci髇 descrita para el 醨ea con una cierta tendencia a la recuperaci髇 de la ceja supraforestal por parte de la vegetaci髇 le駉sa con la consiguiente disminuci髇 de la superficie y calidad de algunos pastos y calidad de algunos pastos (embastecimiento) debido al abandono de algunos puertos y reducci髇 de la presi髇 ganadera. A m醩 largo plazo cabe esperar tambi閚 una recuperaci髇 progresiva de la vegetaci髇 forestal en las zonas m醩 bajas.

  Unicamente un incremento de la presi髇 tur韘tico-recreativa puede suponer perturbaciones a la fauna presente y tal vez a la vegetaci髇, aunque existe cierto riesgo de sufrir impactos paisaj韘ticos por la construcci髇 de infraestructuras tur韘ticas de muy diversa 韓dole -como ya ha sucedido- y, en menor medida, ganaderas, as� como accesos rodados.

• B.- Bosques montanos y bosques bajo influencia atl醤tica Incluyen las masas forestales de influencia cant醔rica m醩 extensas de nuestra Comunidad Aut髇oma, as� como pinares de Pinus uncinata sobre sustrato calizo (calificados de inter閟 prioritario). Constituyen el h醔itat de gran cantidad de especies de inter閟. Se sit鷄n en el piedemonte de los pastos alpino y subalpino y de las formas estructurales de inter閟 detectadas en la mitad septentrional. Atendiendo a los objetivos de conservaci髇 propuestos en relaci髇 con la Red Natura 2000, alberga de modo casi exclusivo el 30% de los mismos, encontr醤dose pr醕ticamente la totalidad de estas 醨eas designadas como Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protecci髇 para las Aves. Desde el punto de vista paisaj韘tico, se encuentran en las zonas de cabecera de los cursos fluviales y en las laderas de umbr韆 definidas como las de mayor valor paisaj韘tico.

  Estos bosques albergan las especies y estaciones consideradas de mayor inter閟 desde el punto de vista de la transformaci髇 de productos madereros (haya, abeto y mejores calidades de pino silvestre). Adem醩 el abeto se ha visto afectado tambi閚 por una p閞dida de vigor, problema que se juzga relacionado con anormales condiciones meteorol骻icas. Todo ello ha ocasionado la regresi髇 de estas especies y la p閞dida de algunas masas de bosques maduros, muy adecuados para ciertas especies de fauna de gran inter閟 de conservaci髇.

  La necesidad de ajustar la intensidad de los aprovechamientos madereros a efectuar en los pr髕imos a駉s, a niveles m醩 sostenibles acordes con la realidad actual de los bosques, as� como la incorporaci髇 de nuevos criterios en el desarrollo de los aprovechamientos acordes con las normas de protecci髇 incorporadas a la legislaci髇 vigente, hace previsible una recuperaci髇 de las masas forestales y en consecuencia de los h醔itats requeridos para las especies presentes. No obstante la delicada situaci髇 de las poblaciones de algunas de ellas (oso, pico dorsiblanco, urogallo, etc.), hacen predecir un futuro incierto para su presencia en la zona.

  La presi髇 recreativa se ha hecho notar tambi閚 en estas zonas, al ser lugares pintorescos y especialmente valorados por el p鷅lico, siendo zonas en las que se han instalado tradicionalmente infraestructuras tur韘ticas: c醡pings, 醨eas recreativas y de acampada, etc.

• C.- Bosque con predominio de elementos mediterr醤eos Incluye las masas forestales de especies del g閚ero Quercus, pinares de Pinus sylvestris m醩 secos y comunidades derivadas que se extienden sobre el Flysch. Atendiendo a los objetivos de conservaci髇 propuestos en lo relativo a la Red Natura 2000, alberga de modo casi exclusivo el 17% de los mismos, gran parte de esta zona ha sido propuesta como Lugar de Importancia Comunitaria, y algunos enclaves est醤 designados Zona de Especial Protecci髇 para las Aves.

  Es un territorio tradicionalmente asociado a la actividad ganadera trashumante de paso hacia las tierras bajas, de la cual quedan -como testigo- gran cantidad de antiguas bordas dispersas por la pr醕tica totalidad del territorio. La actividad forestal se encuentra presente aunque en menor intensidad que en el caso de los bosques montanos por proporcionar productos de menor inter閟 econ髆ico y escasa capacidad de destinarlos al aserr韔. En una parte importante de la zona esta actividad ha significado la realizaci髇 de repoblaciones encaminadas a frenar procesos erosivos y mejorar la regeneraci髇 despu閟 de las cortas. La actividad cineg閠ica se realiza en el marco de los cotos de caza.

  No se prev閚 cambios significativos en el estado de conservaci髇 de los recursos detectados en estas zonas, sin embargo existen algunos riesgos al existir cierta aunque el abandono de los usos ganaderos y la p閞dida de los usos tradicionales afectar醤 sin duda a ciertos valores. En particular existen riesgos patentes derivados de la presi髇 urban韘tica para la transformaci髇 de las bordas (incluso para destinarlas a residencias secundarias) as� como para la construcci髇 de edificaciones de nueva planta (con declaraci髇 singular de inter閟 social). El 醨ea tambi閚 puede sufrir impactos paisaj韘ticos de cierta importancia con el trazado de nuevas v韆s de comunicaciones y accesos, as� como con la mejora de los trazados.

• D.- Roquedos y cantiles Presentes de modo disperso en cada una de las 醨eas anteriormente citadas, aunque en mayor grado en las dos primeras y, en la unidad C, en las foces de Bini閟 y Fago. Adem醩 de constituir el 醨ea de nidificaci髇 de gran parte de las especies de aves calificadas como de inter閟 para el presente Plan, constituyen enclaves de elevado inter閟 flor韘tico. Atendiendo a los objetivos de conservaci髇 de la Red Natura 2000 incluye el 17% de los mismos.

  Estas 醨eas no est醤 asociadas a ning鷑 uso determinado, pero, por su naturaleza, se encuentran relacionadas con actividades tur韘tico-recreativas (escalada, monta駃smo y barranquismo -en el caso de las foces, vuelo recreativo con o sin motor). Unicamente un incremento descontrolado de estas actividades, podr韆 suponer un deterioro en el estado de conservaci髇 de los recursos en estas zonas.

• E.- Areas agroganaderas En el piedemonte de las 醨eas boscosas englobadas en la unidad C encontramos ya m醩 cercanas a los cascos urbanos, las 醨eas con paisaje agroganadero. Albergan la mayor parte de las v韆s o infraestructuras de comunicaci髇. En estas 醨eas apenas se detectan elementos que sean objetivos de conservaci髇 desde la 髉tica de la Red Natura 2000, si bien incluyen prados seminaturales y de siega -previstos en la Directiva de H醔itats-, y han sido integradas en las designaciones de los Lugares de Importancia Comunitaria. Tienen sin embargo un indudable valor paisaj韘tico, ya que contribuyen notablemente a proporcionar un paisaje de calidad en el entorno inmediato a los pueblos y en estas 醨eas se destaca el valor arquitect髇ico de los n鷆leos mejor conservados.

  En el interior de estas 醨eas se centra la pr醕tica totalidad de actuaciones en materia urban韘tica presentes en el 醡bito del Plan. Por su proximidad a los pueblos, a las v韆s de comunicaci髇 y por su condici髇 de terrenos llanos, son los terrenos m醩 susceptibles de albergar gran parte de las posibles iniciativas de desarrollo urban韘tico y de infraestructuras.

• F.- Cursos fluviales, masa de agua y riberas Est醤 presentes en la totalidad de las unidades definidas anteriormente con una componente m醩 lineal que superficial (existen solamente dos masas de aguas estancadas, el Ib髇 d'Estan閟 y el de Acherito). Por su propia naturaleza, incluyen de modo disperso y discontinuo h醔itats de inter閟 comunitario de cara a la definici髇 de objetivos de conservaci髇 de la Red Natura 2000 (formaciones de ribera), si bien el estado actual de la vegetaci髇 de ribera no permite constituirlas como una unidad significativa frente a las anteriormente indicadas. En algunas zonas, es preciso destacar la presencia de la nutria, as� como el elevado inter閟 que desde el punto de vista de la pesca presentan como r韔s trucheros.
• G.- Areas urbanizadas y otras 醨eas de uso intensivo: En esta unidad se incluyen fundamentalmente los n鷆leos urbanos propiamente dichos de los municipios del Plan. Adem醩 se incluyen algunos terrenos que se han destinado a usos del suelo muy intenso, con tipolog韆s constructivas o edificaciones no vinculadas a la actividad agr韈ola o forestal.

VII.- JUSTIFICACI覰 DE LA ORDENACI覰 DE RECURSOS NATURALES Y DEL R蒅IMEN DE PROTECCI覰 PROPUESTO.

El territorio perteneciente a Los Valles, Fago, A韘a y Borau, se sit鷄 en la vertiente meridional y sector occidental del Pirineo Central aragon閟, al noroeste de la provincia de Huesca, limitando al oeste con la Comunidad de Navarra y al norte con Francia, ocupando la zona oeste del Alto Arag髇 Occidental. Desde el punto de vista morfoestructural se pueden distinguir tres grandes unidades que de norte a sur son la Zona Axial, Sierras Interiores y Depresi髇 Media, que junto a la vegetaci髇, los cursos de agua y las actuaciones humanas, tanto en la utilizaci髇 productiva del espacio como a la construcci髇 de los asentamientos, conforman una variedad de paisajes y de h醔itats de elevada biodiversidad.

La flora es muy rica, con mas de 1.200 especies, entre las que destacan los endemismos Aconitum variegatum sbsp. pyrenaicum, Androsace hirtella, Lathyrus vivantii, Petrocoptis hispanica, Saxifraga hariotii, Thalictrum macrocarpum y Valeriana longiflora subsp. longiflora. Entre las zonas de especial inter閟 flor韘tico se encuentran la Foz de Bini閟 y la Foz de Fago, Boca del Infierno; los Ibones de Estan閟, L'Acherito y Tortiellas; los cantiles y pedregales del Pico Bisaur韓, Castillo de Acher y Aguas Tuertas; los pastos montanos, subalpinos y alpinos, las masas forestales de pino negro, quejigales y carrascales y los hayedo-abetares situados en las cabeceras de los valles.

La fauna es muy abundante y variada, destacando como especies de invertebrados end閙icos las mariposas Plebejus pyrenaica y Erebia gorgone y las especies de cole髉teros Agonum cyaneus, Cechenus pyreaneus, Haptoderus lesourdi, Pelor obesus, Osmoderma eremita, Pterostichus dufouri y Trechus distinctus.

Entre los anfibios destacan los endemismos trit髇 pirenaico (Euproctus asper) y rana pirenaica (Rana pyrenaica) y en reptiles destaca la presencia de lagartija pirenaica (Lacerta bonnali) como especie end閙ica. Las aves est醤 representadas por 179 especies, destacando la presencia de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), especie catalogada en peligro de extinci髇, pico dorsiblanco (Dendrocopos leucotos), milano real (Milvus milvus), aguilucho p醠ido (Circus cyaneus) y urogallo (Tetrao urogallus) todas ellas catalogadas como especies sensibles a la alteraci髇 de su h醔itat (Decreto 49/ 1995). Los mam韋eros silvestres est醤 representados por 47 taxones, entre los que destacan el oso pardo (Ursus arctos) catalogada como especie en peligro de extinci髇 y nutria (Lutra lutra) y topillo de Cabrera (Microtus cabrerae) catalogadas como especies sensibles a la alteraci髇 de su h醔itat (Decreto 49/1995 Conservaci髇 de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres), constituyen el instrumento legal establecido para la planificaci髇 de los recursos naturales de un territorio determinado.

La existencia en el 醡bito del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales de diversas figuras ya declaradas, o bien propuestas para su inclusi髇 en la Red Natura 2000, con anterioridad a la redacci髇 del Plan, condiciona necesariamente los objetivos de la ordenaci髇. En especial, es preciso dar la cobertura legal necesaria a las figuras establecidas conforme a las exigencias de las Directivas 92/43/CE y 79/409/CEE y sus modificaciones. Aunque el cumplimiento de los objetivos de la Red debe garantizarse, sin que puedan alegarse motivaciones socioecon髆icas cuando las especies o h醔itats a los que se pudiera afectar sean prioritarios, es evidente que la intensidad de la protecci髇 dentro de los mismos espacios integrados en la red puede y debe graduarse territorialmente, en funci髇 de la posible afecci髇 o incidencia de los posibles usos en los objetivos de conservaci髇, conforme a la ocupaci髇 e intensidad de los usos existentes. Por ello procede aplicar normas o regulaciones diferentes a distintas zonas de un mismo Lugar de Importancia Comunitaria, de modo que con el dise駉 global de la normativa y en todo su conjunto se garanticen los objetivos por los que se propuso dicho espacio.

Sin perjuicio de las consideraciones anteriores, teniendo en cuenta que la legislaci髇 aragonesa de espacios naturales protegidos otorga a estas figuras un papel indiscutible en la potenciaci髇 del desarrollo socioecon髆ico compatible con la conservaci髇 de los valores naturales, se puede proponer la declaraci髇 de determinadas 醨eas con alguno de los reg韒enes previstos en la Ley 6/1998, de 19 de mayo, al objeto de fomentar el desarrollo de las poblaciones del entorno y garantizar su sostenibilidad. Sin perjuicio de lo anterior, se excluir醤 de los l韒ites de espacios protegidos las 醨eas antropizadas, tales como cascos urbanos, huertas y fondos de valles cultivados en la periferia de los n鷆leos urbanos.

Para la declaraci髇 de Espacios Naturales Protegidos puede servir de apoyo o fundamento no tan s髄o en los valores naturales, que sean representativos, amenazados, raros, singulares, fundamentales para la conservaci髇 o que tengan la funci髇 de reserva gen閠ica, sino tambi閚 en valores paisaj韘ticos, cient韋icos o culturales (incluyendo el valor hist髍ico, arqueol骻ico, paleontol骻ico o de la herencia cultural); en cualquier caso estos valores deber醤 ser tambi閚 objetivos de conservaci髇. Asimismo, se tendr� en cuenta el concepto de corredor ecol骻ico como nexo de comunicaci髇 entre zonas de alto valor.

De este modo la regulaci髇 normativa estar� dise馻da, siempre seg鷑 las zonas, para cumplir o garantizar objetivos de conservaci髇 de dos tipos fundamentales: los establecidos por su condici髇 de haberse propuesto para su inclusi髇 en Red Natura 2000 (para su declaraci髇 como Zona de Especial Conservaci髇 o bien por haber sido ya declarados Zona de Especial Protecci髇 para las Aves) y los establecidos por declararse en alguna de las categor韆s de la Ley 6/1998. Adem醩 y por la propia naturaleza de los Planes de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales, la normativa puede regular incluso la protecci髇 o conservaci髇 de recursos o valores estrictamente naturales en territorios situados fuera de los espacios incluidos en las tipolog韆s anteriores.

Por todo ello, hechas estas consideraciones, el presente Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales se estructura en dos l韓eas de actuaci髇 fundamentales:

Por un lado, el Plan establece unas zonas de ordenaci髇 con unos objetivos y reg韒enes concretos de conservaci髇 en los que se pretende una acci髇 administrativa para la ordenaci髇 de los usos y actividades que se desarrollan en el territorio afectado por el Plan. Todo ello, con independencia del car醕ter p鷅lico o privado de los titulares de estos usos y del car醕ter vinculante u orientador de sus determinaciones, por lo que se concibe como un instrumento de ordenaci髇 territorial al que quedar醤 sometidos cualesquiera otros de los existentes.

Por otro lado, el Plan realiza la propuesta y cuando proceda, la declaraci髇 de algunos de los reg韒enes de protecci髇 y categor韆s previstos en la Ley 6/1998, de 19 de mayo, de Espacios Naturales Protegidos de Arag髇. As�, se propone la creaci髇 de un Parque Natural con una Zona perif閞ica de protecci髇, y un Paisaje Protegido. Para el Parque Natural y su Zona Perif閞ica se establece una propuesta de regulaci髇. Para el Paisaje Protegido se redactan las normas b醩icas, sin perjuicio de su desarrollo en el correspondiente Plan de Protecci髇.

Pero no podemos olvidar que el Plan tambi閚 debe servir para el fomento de un aprovechamiento ordenado de sus recursos naturales y para promover el desarrollo sostenible o equilibrado de los municipios implicados y que no s髄o tiene un sentido intervencionista o limitador por parte de la Administraci髇 responsable de la gesti髇 de los espacios naturales protegidos, por lo que tambi閚 se desarrollan criterios orientadores para las pol韙icas sectoriales que inciden en el territorio y se adoptan medidas concretas para el desarrollo socioecon髆ico en la denominada 醨ea de influencia socioecon髆ica de los espacios naturales protegidos.

VII.1.- Parque Natural de Los Valles Occidentales.

Para proteger el paisaje y conservar la naturalidad del 醨ea, as� como proporcionar una adecuada cobertura jur韉ica y administrativa a las especies y h醔itats objetivo de la Zona de Especial Protecci髇 para las Aves de Los Valles ampliada con Sierra de Vedado-Lenito-Gab醩 (ZEPA ES0000137), excluido Candanch�, y de los Lugares de Importancia Comunitaria ES2410003 y parcialmente ES2410001, as� como al resto de las especies, h醔itats y paisajes objetivos del Plan, adem醩 de mejorar las condiciones de oportunidad al desarrollo socioecon髆ico de su 醨ea de influencia, se propone la creaci髇 de un Parque Natural cuyo 醡bito queda delimitado en el plano correspondiente, con una superficie total de 27.073 Ha. en los t閞minos municipales de Ans�, Valle de Echo, Aragu閟 del Puerto, A韘a y Borau.

La declaraci髇 del Parque Natural corresponde a las Cortes de Arag髇 conforme a lo establecido en la Ley 6/1998, de 19 de mayo, de Espacios Naturales Protegidos de Arag髇. Por ello, el Departamento de Medio Ambiente, de conformidad con lo establecido en dicha Ley, elevar� al Gobierno de Arag髇 un Anteproyecto de Ley para la declaraci髇 del citado Parque, con la regulaci髇 prevista en el presente Plan.

VII.2.- Zona Perif閞ica de Protecci髇 del Parque Natural.

Para evitar o minimizar los impactos ecol骻icos o paisaj韘ticos negativos al Parque Natural procedentes del exterior se propone la creaci髇 de una Zona Perif閞ica de Protecci髇 del Parque Natural de los Valles Occidentales, cuyo 醡bito queda delimitado en el plano correspondiente, con una superficie total de 7.335,45 Ha., y que afecta a los t閞minos municipales de Ans�, Valle de Echo, Aragu閟 del Puerto, A韘a y Borau. La creaci髇 de la zona perif閞ica debe realizarse en la norma legal de declaraci髇 del Parque Natural.

VII.3.- Paisaje Protegido de las Fozes de Fago y Bini閟.

Se propone la declaraci髇 del Paisaje Protegido de las Fozes de Fago y Bini閟, con un total de 2.440,01 hect醨eas. Se trata de un espacio discontinuo constituido por dos espacios de gran singularidad y valores paisaj韘ticos:

• - La Foz de Fago, con una superficie total de 1157,63 Ha., situada en el t閞mino municipal de Ans�, que est� incluida dentro de la LIC Sierras de los Valles de A韘a y Borau (ES2410057) y coincide aproximadamente con la Zona de Especial Protecci髇 para las Aves de Salvatierra - Fozes de Fago y Bini閟 (ZEPA ES0000282)
• - La Foz de Bini閟, con una superficie total de 1282,38 Ha., situada en los t閞minos municipales de Valle de Echo, Ans� (醡bito del PORN) y Canal de Berd鷑, que est� incluida dentro de la LIC Sierras de los Valles de A韘a y Borau (ES2410057), coincide aproximadamente con la Zona de Especial Protecci髇 para las Aves de Salvatierra - Fozes de Fago y Bini閟 (ZEPA ES0000282 y con el LIC Foz de Bini閟 (ES2410012)

VII.4.- Red Natura 2.000.

Para los espacios de la Red Natura 2000 no comprendidos en ninguna de las categor韆s anteriores, el Documento de Avance del Plan propon韆 la creaci髇 de un Area Natural Singular; propuesta que ha sido modificada por una normativa de aplicaci髇 general a todo el 醡bito, que garantiza la conservaci髇 de los valores naturales de estos espacios. En el mapa 玆ed Natura� del Anexo Cartogr醘ico muestra la representaci髇 espacial de los espacios de Red Natura que afectan al 醡bito del Plan.

NORMAS DE PROTECCION

T蚑ULO I

DISPOSICIONES GENERALES

T蚑ULO II

ZONIFICACI覰 Y REG蚆ENES DE PROTECCI覰

T蚑ULO III

REGIMEN ESPECIFICO DE PROTECCION CAPITULO I. NORMAS GENERALES DEL PLAN DE ORDENACION DE LOS RECURSOS NATURALES

CAP蚑ULO II

REGIMEN DE USOS EN EL PARQUE NATURAL, ZONA PERIFERICA DE PROTECCION Y PAISAJE PROTEGIDO

T蚑ULO IV

ACTIVIDADES SOMETIDAS A PROCEDIMIENTO DE EVALUACION DE IMPACTO AMBIENTAL EN EL AMBITO DEL PORN

T蚑ULO V

DIRECTRICES Y CRITERIOS GENERALES ORIENTADORES DE POLITICAS SECTORIALES

T蚑ULO VI

PLANES Y PROGRAMAS DE FOMENTO DE DESARROLLO SOCIOECONOMICO DE LAS POBLACIONES DEL ENTORNO

T蚑ULO VII

GESTION DEL PARQUE NATURAL DE LOS VALLES OCCIDENTALES

T蚑ULO VIII

GESTION DEL PAISAJE PROTEGIDO DE LAS FOZES DE FAGO Y BINIES

PLAN DE ORDENACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES DE LOS VALLES, FAGO, AISA Y BORAU ANEXOS

ANEXO 1

DESCRIPCI覰 LITERAL DEL 罬BITO DEL PLAN

La descripci髇 literal de los l韒ites del 醨ea objeto de ordenaci髇 es la siguiente:

• Norte: Desde la cumbre de la Mesa de los tres Reyes donde confluyen los l韒ites entre la Comunidad Aut髇oma de Navarra, Arag髇 y la frontera con Francia, el l韒ite sigue la frontera con Francia hasta el collado de Tortiellas en la margen derecha del barranco de Aspe, en la divisoria de aguas entre este barranco y el r韔 Arag髇. En este punto contin鷄 hacia el Sur por el l韒ite del t閞mino municipal de Ans� hasta la cumbre del pico de la Garganta.
• Este: Desde la cumbre del pico de La Garganta contin鷄 por la divisoria de aguas entre el r韔 Estarr鷑 y el barranco de Tortiellas hasta alcanzar la cumbre del pico de Tortiellas. Desde este punto se contin鷄 hacia el Sur siguiendo la l韓ea l韒ite del t閞mino municipal de Borau en el paraje denominado Los Lecherines. En esta zona y siguiendo el t閞mino de Borau, linda al este con el t閞mino de Canfranc continuando la colindancia con el t閞mino de Villan鷄, hasta el punto donde se confluyen los l韒ites de Borau, Villan鷄 y A韘a. Prosigue el l韒ite este, por la cabecera del barranco de Aguar� coincidiendo con el l韒ite del t閞mino de A韘a, en su colindancia con Villanua. Avanzando hacia el sur por esta l韓ea, se retoma de nuevo el l韒ite de t閞mino de Borau a lo largo de su colindancia con los t閞minos de Villan鷄 y Castiello de Jaca, hasta el punto en que comienza la colindancia de Borau con Jaca en las inmediaciones del pico Gros韓.
• Sur: Contin鷄 el l韒ite por la l韓ea de t閞mino municipal de Borau en su colindancia con Jaca, hasta la cumbre denominada Puntal de Aguilera donde continua el l韒ite por la l韓ea de t閞mino de A韘a, hasta la cumbre Capezola en la Sierra de Luesia. En esta cumbre confluyen los t閞minos de Jaca, A韘a y Valle de Echo. El l韒ite contin鷄 por lo tanto por la l韓ea de t閞mino de Valle de Echo, colindando con Jaca hasta las inmediaciones de la cumbre Ganet, donde tras una breve colindancia con Santa Cilia de Jaca, se inicia la colindancia entre el t閞mino de Valle de Echo y Puente La Reina de Jaca en primer lugar y Canal de Berd鷑 a continuaci髇 hasta el l韒ite con el t閞mino de Ans� en el curso del r韔 Veral. A partir de este punto continua por la l韓ea de t閞mino de Ans� colindando con Canal de Berd鷑 hasta encontrar en las inmediaciones del paraje Manchoneras, el l韒ite del t閞mino de Salvatierra de Esc� perteneciente a la provincia de Zaragoza.
• Oeste: Contin鷄 por el l韒ite provincial entre Zaragoza y Huesca coincidiendo entre los l韒ites entre Ans� y Salvatierra de Esc� hasta el puntal de Algaralleta donde se inicia la colindancia con la Comunidad Aut髇oma de Navarra. El l韒ite contin鷄 por la l韓ea de t閞mino de Ans� en colindancia con los t閞minos de Burgui, Garde e Isaba prolong醤dose hasta la ya citada cumbre de la Mesa de los Tres Reyes.

ANEXO 2

SUPERFICIES DEL 罬BITO DEL PLAN POR T蒖MINOS MUNICIPALES

ANEXO 3

DISTRIBUCI覰 DE SUPERFICIES DE LOS REG蚆ENES ESPECIALES DE PROTECCI覰 PROPUESTOS POR T蒖MINOS MUNICIPALES

ANEXO 4

PRESCRIPCIONES ESPECIFICAS PARA LA GESTION FORESTAL

1. Se promover醤 y agilizar醤 los trabajos de deslinde y amojonamiento de los montes catalogados y, especialmente, de aquellos que est閚 incluidos en los espacios naturales protegidos seg鷑 lo dispuesto en el T韙ulo III del Libro Primero del vigente Reglamento de Montes.

2. Los aprovechamientos de recursos madereros requerir醤 la aprobaci髇 de Proyectos de Ordenaci髇 Forestal y en su caso sus correspondientes revisiones, o en su defecto Planes T閏nicos de Gesti髇, independientemente de la titularidad de los montes, siendo totalmente incompatible la realizaci髇 de aprovechamientos madereros en los montes que no dispongan de dichos documentos planificadores.

3. En caso de caducidad de la correspondiente revisi髇, se mantendr� provisionalmente, durante un m醲imo de tiempo equivalente al semiperiodo, la posibilidad calculada como referencia de los aprovechamientos, sin perjuicio de lo establecido en el presente Plan. Una vez concluida dicha prorroga, 鷑icamente se permitir� la realizaci髇 de cortas de saneamiento; siempre y cuando est閚 en compromiso las condiciones de desarrollo de las masas arboladas.

4. Los Proyectos de Ordenaci髇 o sus Revisiones y, en su caso, los Planes T閏nicos deber醤 incluir, adem醩 de los contenidos especificados en las vigentes Instrucciones de Ordenaci髇 de Montes Arbolados, un Informe Selv韈ola y un Estudio de la evoluci髇 de la regeneraci髇 natural. En el caso de las Revisiones, y dentro del an醠isis del Plan Especial caducado, se deber� incluir un estudio detallado del estado de la regeneraci髇 como consecuencia de los tratamientos propuestos y realizados, confirmando la validez de los mismos y en su caso proponiendo las modificaciones necesarias.

5. En la redacci髇 y ejecuci髇 de los Proyectos de Ordenaci髇 o de las Revisiones en su caso, se deber醤 tener en cuenta los criterios de conservaci髇 de las especies catalogadas y de sus h醔itats.

6. En las cortas de monte bajo para producci髇 de le馻s sobre quejigo (Quercus gr. cerrioides), encina (Quercus ilex) y haya (Fagus sylvatica) se deber醤 efectuar los aprovechamientos mediante resalveo, debi閚dose respetar entre 100 y 200 pies/hect醨ea, se馻lados por personal facultativo de la Administraci髇 forestal y escogidos entre los de m醩 vigor, mejor porte y con mayor capacidad de fructificaci髇.

7. Para la extracci髇 de le馻s procedentes de pies rotos o derribados por el viento o la nieve en montes de utilidad p鷅lica se aplicar醤 los siguientes criterios:

• - Se馻lamiento de los 醨boles y establecimiento de los lotes de le馻s bajo la supervisi髇 de la Administraci髇 Forestal.
• - Corta y retirada de los productos con medios manuales o mec醤icos por trochas o v韆s de saca ya existentes realiz醤dose esta labor en la 閜oca y momento m醩 髉tima para ocasionar los menores da駉s posibles, siempre bajo la supervisi髇 de la Administraci髇 Forestal.
• - Preservar del aprovechamiento los pies necesarios para asegurar la pervivencia de especies de fauna amenazada. En todas las masas se respetar� la presencia de 醨boles muertos. Incluso si fuese necesaria la realizaci髇 de cortas sanitarias intensas, no se eliminar醤 todos los pies de estas caracter韘ticas de una unidad silv韈ola.

8. Es incompatible la corta de tejo (Taxus baccata), acebo (Ilex aquifolium) y chopo tembl髇 (Populus tremula). En los casos en que puedan verse afectados por obras p鷅licas se proceder� al recepe siempre que sea viable.

9. En masas puras de pino negro (Pinus uncinata) y abeto (Abies alba), o bien en mezclas en que 閟tas sean las especies m醩 representadas, ya sea con haya (Fagus sylvatica), pino silvestre (Pinus sylvestris) o ambas, se prohibir� la realizaci髇 de cualquier corta de pino negro o abeto, salvo cortas sanitarias en caso de riesgos graves y comprobados, si bien siempre deber醤 quedar algunos 醨boles muertos en el monte.

10. Todas las repoblaciones deber醤 incorporar obligatoriamente entre las especies a introducir aquellas que contribuyan a mejorar el h醔itat de las especies de fauna catalogadas presentes en el 醡bito del Plan, las especies se seleccionar醤 entre las m醩 adecuadas a la estaci髇 correspondiente y que est閚 contenidas en las series de regresi髇 ecol骻ica establecidas para el bosque potencial de cada zona. Igualmente, en las masas artificiales de los montes consorciados se proceder� a la plantaci髇 de estas especies en lugares indicados para ello.

11. Se considerar醤 susceptibles de ser incluidos en un Cat醠ogo de Arboles Monumentales todos los pies con di醡etro normal superior a 70 cm. o, en el caso de di醡etros menores de especies de menor porte, se sospeche una longevidad mayor de 200 a駉s. Para ello, en el momento de efectuarse el se馻lamiento de los aprovechamientos forestales deber� inventariarse el individuo como susceptible de catalogaci髇, quedando en suspenso su aprovechamiento en tanto no se adopte la decisi髇 acerca de su inclusi髇 en el mencionado cat醠ogo, salvo en el caso de riesgos manifiestos para las personas (pies secos junto a carreteras, pistas, etc.)

12. En tanto no se establezcan limitaciones contradictorias a las indicadas a continuaci髇 en los correspondientes Planes de recuperaci髇 o de conservaci髇 de especies catalogadas amenazadas, se adoptar醤 las siguientes limitaciones a los aprovechamientos forestales:

Es incompatible la corta de pies arb髍eos, cualquiera que sea su especie o tama駉, en los que se localicen nidos de aves catalogadas en peligro de extinci髇, sensibles a la alteraci髇 de sus h醔itats o vulnerables, incluso aunque los nidos se hallen abandonados.

No se realizar醤 aprovechamientos forestales:

• * Entre el 1 de diciembre y el 15 de julio en zonas de presencia constatada de urogallo.
• * Entre el 15 de marzo y el 15 de junio y entre el 1 de noviembre y el 1 de enero en zonas de presencia constatada de oso, incluso fuera de dichas zonas y en esas mismas fechas si se sospecha la presencia cercana de alg鷑 ejemplar.

ANEXO 5

CONDICIONES DE VERTIDO Y DEPURACION DE AGUAS RESIDUALES

1.- A efectos de regular las aguas residuales, as� como la depuraci髇 de 閟tas, el objetivo prioritario ser� el de analizar los procesos y mecanismos de correcci髇, que por ser sencillos en su explotaci髇 y mantenimiento, resulten m醩 id髇eos para conseguir la depuraci髇 de vertidos y aguas residuales de origen en las infraestructuras de servicios recreativos en el Parque Natural de los Valles Occidentales, su Zona Perif閞ica de Protecci髇 y el Paisaje Protegido..

2.- Para la consecuci髇 de este objetivo se tendr醤 en cuenta las siguientes determinaciones:

• * Con car醕ter general, la totalidad de las aguas residuales deben ser sometidas a alg鷑 tratamiento de depuraci髇 que garantice unas exigencias m韓imas de calidad previas a su vertido.
• * Esta consideraci髇 determina una capacidad de acogida nula para las instalaciones situadas en el interior del Parque Natural en tanto no se depuren sus aguas residuales.
• * Se establecer� un Plan de Control por el 髍gano competente en materia de medio natural.
• * Se establecen como par醡etros m韓imos aceptables para los vertidos procedentes de instalaciones de tratamiento aque- llos que se establecen para zonas sensibles en el Real Decreto 509/1996, de 15 de marzo, de desarrollo del Real Decreto-Ley 11/1995, de 28 de diciembre, por el que se establecen las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas, y que a continuaci髇 se transcriben.

Par醡etro	Concentraci髇	Porcentaje m韓imo de reducci髇
D.B.O.5 a 20篊	25mg/l O2	70-90
D Q O	125mg/l O2	75
Total de s髄idos en suspensi髇	35 mg/l	90
F髎foro total	2mg/l P	80
Nitr骻eno total	15mg/l N	70-80

Tabla 15. Par醡etros m韓imos aceptables para los vertidos procedentes de instalaciones de tratamiento

3.- Los proyectos de depuraci髇 se deber醤 redactar recogiendo el siguiente contenido m韓imo:

• * Documento de Programaci髇, en el cual se deber醤 definir los mecanismos, apoyos y herramientas que permitan tanto la aplicaci髇 pr醕tica de la depuraci髇 como de su viabilidad.
• * Determinaci髇 de la 玌nidad equivalente de poblaci髇� con el objeto de expresar el volumen de agua residual o carga contaminante expresada en Materia en Suspensi髇 (M.E.S) o Demanda Bioqu韒ica de Ox韌eno (D.B.O5), producida por una persona en una vivienda est醤dar, y con ello poder dimensionar la instalaci髇 de depuraci髇.
• * An醠isis de los rendimientos m韓imos exigibles de la estaci髇 o estaciones de depuraci髇, expresados en % para la reducci髇 de M.E.S y D.B.O5.

4.- Los Proyectos se deber醤 garantizar los siguientes aspectos:

• * Los rendimientos exigibles en funci髇 del punto de vertido.
• * Las condiciones higi閚ico-sanitarias.
• * Los aspectos est閠ico-paisaj韘ticos.
• * La accesibilidad para el equipo de limpieza y vigilancia peri骴ica.
• * Las distancias de ubicaci髇 con respecto a otros edificios, ibones, arroyos espor醖icos, diques o terraplenes, 醨boles de gran porte, conducciones de agua, caminos etc.
• * Las condiciones de permeabilidad del terreno seg鷑 las normas t閏nicas utilizadas com鷑mente a tal efecto.

ANEXO 6

CATALOGACI覰 DE ESPECIES AMENAZADAS

ANEXO 7

H罛ITATS Y ESPECIES DE INTER蒘 COMUNITARIO EN EL 罬BITO DEL PLAN

ANEXO 8

OBJETIVOS DE CONSERVACI覰 DE LOS ESPACIOS PROPUESTOS PARA RED NATURAL 2000

ANEXO 9

OBJETIVOS Y ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO SOCIOECON覯ICO EN EL ENTORNO DEL PLAN DE ORDENACI覰

1. DEMOGRAF虯

1.1.- Objetivos

Invertir el proceso de regresi髇 demogr醘ica de los Valles hasta asegurar la supervivencia y viabilidad de los Valles.

1.2.- Estrategias

1. Afianzar y ampliar la base socioecon髆ica de los municipios como soporte de las actividades econ髆icas que garantizan el mantenimiento de la poblaci髇 residente y pueden ser polo de atracci髇 para la poblaci髇 externa no residente.

2. Mejorar las condiciones de vida de los n鷆leos y en particular, el nivel de servicios y dotaciones p鷅licas existentes.

2. AGRICULTURA Y GANADER虯

2.1.- Objetivos

Mejorar la rentabilidad y diversificar la actividad de las explotaciones, compatibiliz醤dolas con la conservaci髇 de los recursos del medio y la mejora de los recursos humanos relacionados con la actividad.

2.2.- Estrategias

1. Mejora de la producci髇 y la comercializaci髇.

2. Mejora de infraestructuras.

3. Mejora de gesti髇 de los pastos.

4. Consolidaci髇 y mejora de los recursos humanos en relaci髇 a la actividad del sector, mejorando su calidad de vida y aumentando su valoraci髇 social.

3. SECTOR FORESTAL

3.1.- Objetivos

Regular y fomentar el aprovechamiento ordenado del monte compatibilizando desarrollo y explotaci髇 con la conservaci髇, protecci髇 y mejora del conjunto de recursos del medio natural.

3.2.- Estrategias

1. Optimizaci髇 de recursos para la producci髇, mantenimiento y mejora de la masa forestal.

2. Regulaci髇, control y apoyo a las actividades selv韈olas y a la explotaci髇 forestal.

3. Diversificaci髇 y control de los usos y actividades forestales.

5 (sic). ESTRUCTURA PRODUCTIVA

5.1.- Objetivos

Desarrollo de la actividad econ髆ica y productiva y de las condiciones de vida de los habitantes.

5.2.- Estrategias

• A) La mejora de las condiciones que ata馿n a los recursos humanos en relaci髇 con la estructura econ髆ica y productiva.
  • 1. La mejora de las condiciones laborales en t閞minos de estabilidad, dedicaci髇 y seguridad.
  • 2. La mejora del acceso al mercado laboral y especialmente por parte de los j髒enes y las mujeres.
  • 3. La mejora de la formaci髇 empresarial y laboral de acuerdo con el potencial productivo del Area de Estudio.
• B) La mejora de la competitividad, general de la estructura productiva.
  • 1. La promoci髇 y potenciaci髇 de pymes.
  • 2. Disminuci髇 de la temporalidad y eventualidad de las actividades.
  • 3. La adecuaci髇 de la actual estructura tradicional a trav閟 de un mayor desarrollo de los sectores alternativos a la ganader韆 y el bosque como son el turismo, la nieve, la industria, la artesan韆 y los servicios.
  • 4. El aprovechamiento y gesti髇 de los recursos actualmente subexplotados y en relaci髇 con ello la eventual o posible viabilidad de iniciativas que, bajo marca de prestigio, se destinen a la elaboraci髇 y comercializaci髇 de productos y preparados derivados de las legumbres, la caza, la pesca y los hongos, las trufas, etc.
  • 5. La mejora de las condiciones generales de desarrollo de las actividades econ髆icas en relaci髇 con la dedicaci髇, profesionalizaci髇 y calidad de las mismas.
• C) La mejora de las condiciones generales que afectan a la actividad.
  • 1. Mejora de las infraestructuras de comunicaci髇 por carretera tanto internas como de relaci髇 con el exterior.
  • 2. Mejora de la accesibilidad a los 玣ondos de Valle� y a los principales lugares de actividad y de afluencia tur韘tica.
  • 3. Mejora de otras infraestructuras productivas (radio, TV, telefon韆 m髒il, potencia el閏trica).
  • 4. Dotaci髇 de suelos de actividad econ髆ica con destino a peque馻s empresas industriales y/o artesanales.
  • 5. Aumento de la dotaci髇 de locales con destino a usos comerciales y de servicios.
  • 6. Consolidar y profundizar en la unidad de acci髇 y de gesti髇 de los organismos y las asociaciones relacionadas con las actividades productivas, con la imagen exterior de los Valles y con la relaci髇 exterior de los mismos.
  • 7. Diversificar la implantaci髇 territorial de las actividades productivas.

6.- TURISMO

6.1.- Objetivos

Poner en valor y dinamizar el aprovechamiento de los recursos tur韘ticos de los Valles.

6.2.- Estrategias

1. Definir el cluster tur韘tico de los valles.

2. Dotar al sector de la infraestructura tur韘tica necesaria para la puesta en valor de los recursos tur韘ticos de la zona.

2.1.- Mejorar los niveles de estructuraci髇, capacitaci髇 y organizaci髇 del sector para mejorar su posicionamiento competitivo y responder a la demanda potencial.

2.2.- Adecuar e implantar las infraestructuras tur韘ticas necesarias para el desarrollo del cluster.

2.3.- Adecuar las infraestructuras territoriales y las dotaciones p鷅licas a las necesidades de la demanda.

2.4.- Mejorar la presencia y difusi髇 del sector en el exterior (Promoci髇)

3. Mejorar el grado de informaci髇 y control informativo sobre el sector.

4. Integrar el desarrollo del sector tur韘tico en un modelo de desarrollo econ髆ico conjunto de los valles, compatibiliz醤dolo con el desarrollo de los otros sectores estrat間icos y adecu醤dolo a criterios de sostenibilidad.

7.- INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS

7.1.- Objetivos

Adecuar los sistemas de comunicaci髇 en el 醡bito objeto del estudio.

Adecuar los equipamientos y servicios en el 醡bito objeto del estudio.

7.2.- Estrategias

1. Mejora de los sistemas de comunicaci髇 en el 醡bito objeto del estudio.

2. Mejora de los servicios de transporte.

3. Mejora de las telecomunicaciones (TV, radio, telefon韆 m髒il y banda ancha).

4. Mejora de las redes de abastecimiento de agua y saneamiento, as� como de la red el閏trica.

5. Mejora de los servicios y dotaciones.

8.- VIVIENDA Y URBANISMO

8.1.- Objetivos

Mejorar el arraigo de la poblaci髇 y de su nivel y calidad de vida.

8.2.- Estrategias

• A) Mejora del acceso a la vivienda
  • 1. El incremento de la dotaci髇 de viviendas de protecci髇 oficial (V.P.O.) y de viviendas libres a precio tasado como forma de acceso a la vivienda para los j髒enes.
  • 2. La puesta en marcha de l韓eas de exenci髇 de tributos municipales en relaci髇 con la construcci髇, acceso y rehabilitaci髇 de las viviendas principales.
  • 3. Medidas de acompa馻miento para la dinamizaci髇 del Parque de viviendas, que incluya la adecuaci髇 de l韓eas institucionales (locales, auton髆icos) que primen y faciliten la puesta en el mercado de las actuales y previsibles viviendas desocupadas.
• B) Preservaci髇 y mejora del parque edificado
  • 1. El establecimiento de ayudas a la rehabilitaci髇 de viviendas, tanto principales como secundarias o vac韆s bajo condicionados de uso.
  • 2. La inventariaci髇 y categorizaci髇 seg鷑 criterios de orden patrimonial, cultural, tur韘tico, etc. de todas las edificaciones existentes en la Zona de Estudio.
  • 3. La mejora de los equipamientos y dotaciones propios de las viviendas y en especial las que hacen referencia a la calefacci髇 y el agua caliente.
  • 4. La formaci髇 de grupos voluntarios de cooperaci髇 para la adecuaci髇, conservaci髇 y/o recuperaci髇 de inmuebles (viviendas, bordas, pajares) de inter閟 patrimonial, cultural, tur韘tico o social.
  • 5. La adecuaci髇 de las condiciones de extracci髇 de piedra con destino a la edificaci髇.
  • 6. Promoci髇 de los elementos ligados al Patrimonio arquitect髇ico de todo tipo.
  • 7. Promover el mantenimiento de las caracter韘ticas urban韘ticas y arquitect髇icas propias de cada pueblo.
• C) La mejora en la gesti髇 del suelo
  • 1. La promoci髇 y desarrollo de los suelos p鷅licos all� donde sea de inter閟.
  • 2. Delimitaci髇 de unidades de ejecuci髇 en suelo urbano que faciliten y flexibilicen la gesti髇 urban韘tica del mismo.
  • 3. El desarrollo de la iniciativa publica en relaci髇 con la gesti髇 urban韘tica.
  • 4. La constituci髇 paulatina de una bolsa de patrimonio municipal de suelo.
  • 5. La redacci髇 coordinada y com鷑 de unas ordenanzas de rehabilitaci髇 para la Zona de Estudio.

9.- ORGANIZACION SOCIAL Y ADMINISTRATIVA

9.1.- Organizaci髇 social

9.1.1.- Objetivos

Mejorar la capacidad dinamizadora y de la articulaci髇 social

Mejorar la cooperaci髇 y de la cohesi髇 interna entre los municipios y/o n鷆leos de la zona

Preservar, revalorizar y aprovechar los recursos culturales, hist髍icos y antropol骻icos que constituyen el patrimonio de la zona

9.1.2.- Estrategias

1. Promoci髇 del movimiento asociativo y de las actividades.

2. Sensibilizaci髇 de la poblaci髇 respecto a las actividades ofertadas.

3. Fomentar las relaciones entre los agentes de los municipios de la zona as� como el establecimiento de los cauces de informaci髇 y participaci髇 para el logro de actuaciones conjuntas.

4. Mejora de la eficacia y de la capacidad de relaci髇 de la zona con el exterior.

5. Mantenimiento y promoci髇 del patrimonio cultural, hist髍ico y antropol骻ico.

9.2. Hacienda local

9.2.1.- Objetivos

Lograr y mantener una gesti髇 eficiente de los recursos municipales.

9.2.2.- Estrategias

1. Fomentar la explotaci髇 de los recursos y potencialidades infrautilizadas de forma pueda reducirse la excesiva dependencia econ髆ica de otras Administraciones P鷅licas.

2. Fomentar una mayor inversi髇.

ANEXO 10

CONSORCIO DE LOS VALLES

Como modelo de gesti髇 coordinada de ciertas competencias concurrentes, y en el supuesto de que exista acuerdo de las Administraciones p鷅licas implicadas en el territorio, se impulsar� la creaci髇 del Consorcio del Parque Natural y Area de Influencia Socioecon髆ica de los Valles Occidentales.

En su caso, al consorcio se le podr醤 encomendar determinadas funciones relacionadas con la gesti髇 del futuro Parque Natural de los Valles Occidentales que se apruebe por Ley y con el fomento del desarrollo socioecon髆ico de todo el 醡bito territorial del PORN.

El Consorcio se podr� crear a trav閟 de un convenio de colaboraci髇 suscrito por las diferentes Administraciones implicadas, en concreto el Gobierno de Arag髇, la Comarca de la Jacetania y las Entidades Locales que se ubican en el 醡bito del Plan, as� como cuantas quieran participar, todo ello en virtud del art韈ulo 160.2 de la Ley 7/1999, de 9 de abril, de Administraci髇 Local de Arag髇 y el art韈ulo 6.5 de la Ley 30/ 1992, de 26 de noviembre, de R間imen Jur韉ico de las Administraciones P鷅licas y de Procedimiento Administrativo Com鷑, modificada por la Ley 4/1999, de 13 de enero.

En ning鷑 caso la suscripci髇 del convenio de colaboraci髇 supondr� la renuncia o transferencia de las competencias atribuidas por ley a los 髍ganos que suscriben el convenio.

Lo Estatutos del consorcio determinar醤, en su caso, la naturaleza y los fines del mismo, as� como las particularidades del r間imen org醤ico, funcional y financiero.

ANEXO 11

PATRIMONIO ARQUEOL覩ICO Y PALEONTOL覩ICO

Realizada la consulta correspondiente en la Carta Arqueol骻ica de Arag髇, se constata que en el conjunto de todos los t閞minos municipales afectados por el Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales de referencia, se tienen datos de la existencia de 55 yacimientos arqueol骻icos, dos de ellos corresponden a hallazgos sueltos. La mayor parte de estos yacimientos (46) se catalogan como elementos propios del megalitismo. A continuaci髇 se detallan los yacimientos arqueol骻icos por t閞minos municipales.

En el t閞mino de A韘a se localizan los siguientes: Dolmen Cubilar del Barranco I, Dolmen Cubilar del Barranco II, Dolmen Cubilar del Barranco III, T鷐ulo Ib髇 de Azagra I, Dolmen Ib髇 de Azagra II y Hospital de Santa Cristina de Somport.

En el t閞mino de Ans� se localizan los siguientes: Barranco de las Foyas- Puerto de Palo, Dolmen de Aguas Tuertas, Dolmen del Cardal, Dolmen de Escal�, T鷐ulo de Acherito I - Las Ferrer韆s Sur, Acherito II- Chipeta Norte, Acherito IIILas Ferrer韆s, Dolmen Acherito IV, Dolmen de Aguas Tuertas, Dolmen Fuente de los Clerigos, T鷐ulo de las Foyas (Cornada), Dolmen Puerto de Palo, Guarrinza- Grupo 2- Cuartel de Carabineros, Guarrinza- Grupo 13- T鷐ulo del Salto, C韗culo de las Foyas, Dolmen de Las Pe馿las, C韗culo Las Foyas de Santa Mar韆 E.), C韗culos Las Foyas de Santa Mar韆 NW, y el yacimiento Puerto del Palo, v韆 romana.

En el t閞mino de Arags del Puerto se localizan los siguien- tes: Dolmen de L韟ara, Dolmen del Forat髇, C韗culo del Forat髇, y un hallazgo aislado en 玆efugio del distrito forestal �.

En el t閞mino de Borau se localiza el yacimiento 獷rmita de San Adri醤 de Sasabe�.

En el t閞mino municipal Valle de Echo se localizan los siguientes elementos megal韙icos: Dolmen del Camping de la Selva de Oza, Dolmen del Campamento Ramiro el Monje, Barranco Barcal- C韗culo Encima del Refugio, T鷐ulo Barranco Barcal, Barranco Barcal. Cista con T鷐ulo, Dolmen Barranco Barcal, Guarrinza- Grupo 1- Puente de los Troncos, Guarrinza- Grupo 3- Casa de la Mina, Guarrinza- Grupo 4- Grupo A del Arroyo, Guarrinza- Grupo 5 -Las Fitas, Guarrinza -Grupo 6, Guarrinza -Grupo 7, Guarrinza -Grupo 8, Guarrinza -Grupo 9, Guarrinza -Grupo 10, Guarrinza -Grupo 11, Guarrinza -Grupo 12- Grupo B del Arroyo, C韗culo de Piedras Barranco de Barcal, La Corona de los Muertos de Oza. Adem醩, en 閟te mismo t閞mino municipal se localizan los siguientes bienes de inter閟 arqueol骻ico: Iglesia de San Pedro de Siresa, Cueva de Santa Isabel, Cueva de los Moros - Barranco Miguel, Puente de Echo, Samper, San Grimi閚.

Todos los monumentos megal韙icos en todas sus tipolog韆s tienen declaraci髇 de Bien de Inter閟 Cultural, de acuerdo con la Disposici髇 Adicional Segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragon閟

En la zona de la Foz de Bini閟 se localiza un abrigo con muestras de pintura rupestre como es el abrigo de Barranco Miguel o Cueva de los Moros, en t閞mino de Valle de Echo.

Tambi閚 como elemento relevante del Patrimonio destaca la v韆 romana que discurre por el Puerto del Palo y conjuntamente con ello, la noticia del hallazgo de una inscripci髇 en m醨mol en Siresa.

En lo que respecta al Patrimonio Paleontol骻ico

En la zona afectada por el Avance del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales de la Mancomunidad de los Valles, Fago, A韘a y Borau se localiza el yacimiento denominado 獳cherito�, en Zuriza, t.m. de Ans�.

En lo que respecta al Patrimonio Hist髍ico- Art韘tico

Los bienes declarados o con expediente incoado en alguna de las categor韆s de protecci髇 establecidas en la Ley 3/1999, de 10 de marzo de Patrimonio Cultural aragon閟, en la zona afectada por el Avance del Plan de Ordenaci髇 de los Recursos Naturales de los Valles, Fago, A韘a y Borau, son los siguientes.

• ANSO- Conjunto incoado por silencio administrativo (solicitud del Ayuntamiento con fecha de entrada en el Registro General del Gobierno de Arag髇 de 23 -02-2004).
• BORAU- Monasterio de San Adri醤 de Sasabe: Bien de Inter閟 Cultural (Monumento) declarado (B.O.E. de 14 -08- 1965) SIRESA- Iglesia del Monasterio de San Pedro: Bien de Inter閟 Cultural (Monumento) declarado (Gaceta de 29-11- 1931).

PLAN DE ORDENACI覰 DE LOS RECURSOS NATURALES DE LOS VALLES, FAGO, AISA Y BORAUANEXO CARTOGR罠ICO